Skidmore Batimix
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Skidmore Batimix
no, así como artículos primarios como guano y nitratos fertilizantes, lana y
metales industriales.Fueron las décadasen las que los vínculos económicos
-comercio, inversión, financiación, transferenciade tecnología,migración-
se profundizaron entre Europa y México, Argentina, Perú, Chile, Brasil y
Cuüa (aunque seguíasiendo una colonia española).En 1880estaba ptepara-
do el escenariopara una expansióneconórnicaaún mayor.
Ir{o obstante,tramejora económicainiciada en 1850tuvo varias limitacio-
nes importantes. En primer lugar, dio como resultado un escasocrecimiento
de la industria interna. La crecientedemandalatinoamericanade herramien-
tas metá|icas,maquinaria pequeña,instrumentos,equipo de construcción,ar-
mas y artículos industriales ligeros similares, era satisfechaprincipalmente
por Europa y no por tiendas o fábricas del país.Esta tendencia no resultaba
sorprendénte.Los productos británicos,franceseso estadounidenseseran de
mejot calidad que los de fabricación interna, aunque esaventaja se habría re-
ducido si los productores nacionaleshubieran tenido tiempo y mercado sufi-
cientes para mejorar la suya. Pero se habría requerido la protección guber-
namental ya fuera mediante una elevación de los aranceleso la prohibición
directa de importaciones.Ningún gobierno latinoamericano estaba prepara-
do o podía dar semejantepaso en esasdécadas'
Las razoneseran varias. En primer lugar, los productos importados eran
superiores,por lo que eran preferidos por los consumidoreslocales; en se-
gundo lugar, la mayoría de los gobiernosvivían de los ingresospor aranceles
que un proteccionismo duro habría eliminado; en tercer lugar, los grupos
económicos poderosos,como los latifundistas y los ganaderos,se hallaban
fuertemente comprometidos con el libre comercio,que sus clientes europeos
elogiaban como la única vía cierta de prosperidad; por último, los comef-
ciantes latinoamericanos,que se hallaban ubicados estratégicamenteen las
ciudadesmás grandes,tenían interesesobvios en combatir el proteccionismo,
todavía más si se trataba de un comerciante extranjero (usualmentebritáni-
co o francés),como era habitual a mediadosde ese siglo. No resulta sor-
prendente que los que abogabanpor el proteccionismoo la industria fomen-
tada por el Estado pudieran avafizartan poco.
Úna segundalimitación a la expansióneconómicaentre 1850y 1880fue
eLrefonamiento de la estructura socioeconómicaaltamente estratificada,he-
redada del periodo de la independencia:una pequeña elite en la parte supe-
rior, un grupo <medio>ralgo más amplio y el restante 90 por 100 más o me-
nos en la parte inferior. La concentracióncontinuada en la agroganaderíay
la minería significó que la mayoría de los trabajadores siguiera bajo las con-
diciones laboralesy salariosque nunca les permitirían convertirse en los con-
sumidores que una economía <desarrollada>produce y necesitaa la vez.
A América Latina se la seguíaempujando a la economíainternacional de
un modo que limitaría drásticamentesu desarrollo económico.La naturaleza
de esevínculo económicoha continuado preocupando a los latinoamericanos
durante el último siglo y será tema recurrente del resto de este libro.
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elite. Por consiguiente,el inicio del siglo xx fue un periodo de reforma polí-
tica en algunosde los paísesmayores:en Argentina, una ley electoral de 1912
abrió el sufragio a grandessectoresde población y permitió al partido de la
clase media, el denominado Partido Radical, conseguir la presidenciaen
1976.En Chile, los cambioscomenzaronen realidad a partir de 1890y supu-
sieron la imposición del gobierno parlamentario sobre el sistema presiden-
cialista anterior. En Brasil, la caída de la monarquía en 1889inauguró un pe-
riodo de política electoral limitada. Cuba, tras conseguirla independenciade
España en 1898(y. como muchosdirían, cederladespuésa EstadosUnidos),
siguió siendo un casoespecial.E inclusopara México, donde estalló una re-
volución a gran escalaen 1"910,es válida la generalización:el objetivo origi-
nal del movimiento revolucionario no era transformar la sociedadmexicana,
sino solamente conseguir el accesoal sistemapolítico de los segmentosex-
cluidos de la clasemedia.
Los movimientos reformistasprodujeron a menudo una <democraciaco-
optada>>, en la que la participaciónefeótivase extendíade la clasealta a la
media y seguía excluyendo a la más baja. Tales transformacionessolían re-
flejar los intentosde las elitessocioeconómicas gobernantespor cooptar a los
sectoresmediosen apoyo del sistema,aunquea vecestuvieron consécuencias
imprevistas,como en el caso de México, donde los acontecimientostrascen-
dieron hasta ocasionaruna revolución completa.Los objetivos de la mayoría
fueron limitados.
Un efecto colateral significativo fue la creación de un cuadro de políticos
profesionales en varios países.Los partidos políticos crearon carreras para
los hombres (las mujeres latinoamericanasni siquiera tuvieron voto hasta
1929) que pudieran dedicar toda su vida adulta a óo.rsegrrirel poder político.
Muy a menudo solían representar los intereses de la aristociacia reinante.
pero ademásformaban un grupo social separadoe identificable. Como acto-
res prominentes de la escenapolítica civil, también se convirtieron en blan-
cos del desdény la ira del estamentomilitar.
En la mayor parte de los paíseslatinoamericanos,la fórmula reformista
funcionó bastantebien, al menospara las elites.La demandaeuropeade ma-
terias primas durante la primera guerra mundial y varios años despuéscon-
dujo a una prosperidadcontinuaday sostenida.El modelo de crecimientoba-
sado en la exportación-importación parecía ofrecer medios funcionales y
provechosospara la integración de América Latina en el sistema global del
capitalismo.Las adaptacionespolíticas parecíanasegurarla hegemóníaa lar-
go plazo de las elites nacionales.
En realidad, pronto se descubrióque el liberalismo -tanto político como
económico- tenía deficiencias.Su fracaso ilustra el fenómeno tan conocido
en toda la América Latina contemporánea:el préstamo cultural desafortu-
nado o <<alienación>, según lo han descrito los nacionalistasde tiempos re-
cientes.Al copiar las institucioneslegalesy las frasesfilosóficas del fiüeralis-
mo clásico,los latinoamericanosdescubrieronque su realidad no se prestaba
a la simple aplicación del dogma. No supieron éntender que, en su origen, el
62 Historia contemporá'neade América Latina
clase social en aIza,cuyo poder
liberalismo europeo fue la ideología de una
medios para llevarla a la práctica'
económico .*rrgáná r" propor.únó los
qu. América Latina óarecíade una clasemedia
¿Significa"rti uigo n'a,
fundamental el hecho de que había
importante? Sólo en"parte. Resuita más
sector exportador se corfespon-
,"grriao siendo unu ..ono mía agrariacuyo
sectoi de subsistencia'El li-
día, en la mayoría de los países,con un irrorr¡.
1.850,un pequeño pero creciente
beralismo tuvo fortuna sólo porque, desde
diférentes sus interesesde
sector de la ,o.i"áuJp ensó que éstá consideraba
los propios de los sectorestradicionales' -abogados, médicos, mili-
De forma específica,todos los profesionales
constituían un interés
tares de carrera, iuncionarios civilei y.o*"tciantes-
eulopeassin conseguir el
urbano. Absorbieron con rcpidezias ideas liberales
e Inglaterra' Así'
poder económico relativo á" sus semejantesen Francia
económicoselan antagó-
aunque no hubieran consideradoque sus_intereses
hallado en una posi-
nicos de los dei sector agrario traáicional, se hubieran
estar ligadas al sector
ción débil. pero u -.nod'o no fue así. Sus vidas solían
de susclientes'usuarios
agrario aunque vivieran en las ciudades.Los ingresos
A su vez'
y-patronos dependían en gran medida de la agricultura comercial'
exterior'
íulrorp"tiOad de esta agricultura dependíadel comercio
sin salida a
En este punto, el tbéralir*o .ronómico ponía en un callejón
abstractosy se
los liberaleslatinoamericanos.Como creían en sus principios.
principales acree-
daban buena cuenta de su patente debilidad frente a sus
-Estados Unidos e Inglaterfd-' no podían
Jár", y socios de intercambios
no liberales'
pensar en un camino que pasara por soluciones económicas
personas a co-rto plazo'
idemás, lo último les habría resuliado cafo en sus
duda habrían
Por ejemplo, los arancelesproteccionistaspara la industria sin
y de peor calidad'
cargado a los consumidorei urbanos con bienes más caros
de los comer-
La irotección también habría hecho peligrar los beneficios
poderoso grupo
cianies dedicadosa la exportación-importación,que elan un
jiberales fueron renuentes a apoyar laindustrializa-
de presión. esi pues,los
1o suficiente como
.iOi, que por sí sola podría haber aumentado su número
posible la realiza-
para oiorgarl"s et poder político, que quizá babría hecho
liOtr d" los ideales políticos liberales'
más' Las
El liberalismo económicoy el político se sesgabande otro modo
proteccionistasy los
ideas no liberales en economíataies como los aranceles
en la pt6c-
controles sobre las inversionesextranjerasa menudo se asociaban
con facili-
tica con ideas políticas antiliberales.Así, la conexión se estableció
significaba un go-
dad: la desviaóiónde los principios económicosliberales
bierno autoritario, por lo que se Ia tenía en poco aprecio'
por la heterodoxia
Un argumento más utiiizado contra los que abogaban
desdeIa po-
económicí(es decir,por medidasno liberales)era difícil de rebatir
industria nacio-
lítica. Ante cuatquiei propuestade apoyo gubernamentala la
resultados'de
nal, sus oponentéslanzabánla acusaóión,Jmenudo con buenos
a expensas
qué uo pÁquenogrupo de inversoresegoístasquerían beneficiarse
carecían de fondos y
áel públiico.n¿.*er,lo. e*presarios localescasisiempre
La transformaciónde Améríca Latina 63
Fase
3'Indusil'#X¿H##iilffimportación
La Gran Depresión tuvo en su inicio efectos catastróficossobre las econo-
mías latinoamericanas.El precipitado declive económico de Europa y Esta-
dos Unidos redujo de improviso el mercado para sus exportacionis. La
de-
manda internacional de café, azicar,.metalei y.a*" pásó por una aguda
reducción y no se pudieron hallar salidas alternativas para estos produitos.
Cayeron el precio unitario y el volumen d.eexportacióo, po. fo qü.
el valor
total durante los años 1930-1934fue un 4g por 100 más uajo que
¿. rgzs_
7929.Una vez más, los acontecimientossucedidosen el centro industrializa-
"t
do del sistemamundial tuvo efectos decisivos(y limitadores) sobre
América
Latina y otras sociedadesdel Tercer Mundo.
T'
- a depresión mundial que siguió causó una gran presión en los sistemas
políticos de los países latinoamericanos, rnuch-osde los cuales
sufrieron
golpes militares (o intentos de golpes).Más o menos en el año
siguiente a la
quiebra de la bolsa en Nueva York, los milita¡es habían buscado"el
poder o
lo habían tomado en Argentina, Brasil, chile, perú, Guatemala,
El Salvador
y Honduras. México soportaba su propia crisis constitucional y
buba sucum-
bió a un golpe militar en 1933.Se¡ía una exageraciónafi¡mar que los
efectos
económicos de la Depresión causaronestos resultadospolíticós, pero pusie-
ron en duda la viabilidad del modelo de crecimiento básado la exporta-
ción-importación, ayudaron a desacreditara las elites políticas".,
gobernantese
hicieron que las masasestuvieranmá¡ preparadas para aceptarlosregímenes
milita¡es. A partir de la década de 19i0, ót e¡erciio reafirmó ,u pupEt
tradi-
cional como fuerza principal en la política latinoamericana.
Los gobernan_tesde la región tenían dos opcionespara responder a la cri-
sis económica global. Una era forjar vínculosiomerciales aún más estrechos
con las nacionesindustrializadaspara asegurarsecompartir equitativamente
el mercado sin que importase su tamaño y desajustes.por ejemplo, Argenti-
64 Historia contemporáneade América Latina
do había eiegido la tecnología con uso de capital intensivo típica de las eco-
nomías induitrial es avanzadas;en comparación con los modelos de creci-
miento dei siglo XIX, ocasionabamás inversiones en maquinaria y menos
en trabajo minual. Las compañías1o considerabannecesario para sobrevi-
vir en la competencia económica.Sin embargo, uno de sus resultados invo-
luntarios fue poner un techo al tamaño del mercado interno de bienes de
consurno,ya que eran relativamente pocos los asalariadosque podían permi-
tirse comprarlos.Un segundoresultado fue la imposibilidad de contrarrestar
el creciente desempleoque, en los años sesenta,comenzó a plantearsecomo
una seria amerrazaal orden social establecido.
A medida que aumentabala presión,las elites gobernantesde varios paí-
ses imponían régímenesmás represivos,con frecuencia mediante golpes mi-
litares, como sucedió en Brasil (1964), Argentina (1966) y Chile (1973). En
todos los casos,las decisionesmás importantes las tomaron (o estuvieron su-
jetas al veto de) los altos cargosmilitares. En vista del estancamientoeconó-
mico, los militares y las elites pensaron que debí.anestimular la inversión y,
para lograrlo, razonaron, habían de desmantelar,quizás incluso aplastar, el
poder colectivo de la claseobrera. Cuanto más organizadaestaba,más difícil
resultó la tarea.
Cada uno de estos gobiernos dominadospor los rnilitares asumió el po-
der de controlar las decisionesconcernientesa los interesesobreros más vi-
tales: salarios,condiciones laborales,beneficios complementariosy el dere-
cho a organizarse.La clase obrera tuvo que resignarsea las medidas apro-
badas por las burocraciasde los gobiernosmilitares que establecieronla po-
lítica laboral. Entre 1973y 1979 prácticamenteno hubo huelgasen Chile; lo
mismo puede decirse para Brasil de 1968 a 1978. Los intentos de organizar
huelgasen esospaísesdurantelos añosmencionadosinvitaban a una dura re-
presión, aunque se dio cierta relajación en Brasil a comienzos de 1978.Re-
sultó difícil suprimir la fuerte tradición sindicalistaargentina, pero allí tam-
bién se obligó a los dirigentes obreros a mostrar gran prudencia. Los tres
regímenesmilitares crearon el ,,imperativoeconómico>para tratar de las re-
lacioneslaborales.
¿Por qué esta dureza contra ia claseobrera? Consideradosa corto plazo,
Ios tres casospueden explicarsepor la necesidadde acometer políticas an-
tiinflacionistas impopulares.Estos regímenesllegaron al poder cuando la in-
flación y la balanza de pagos deficitaria habían vuelto sus economíaspeli-
grosamente vulnerables.En los tres casos,casi se había agotado el crédito
internacional, público o privado, del mundo capitalista. Se había requerido
de los tres que pusieran en marcha programas de estabilización.Como nin-
gún país no capitalista había logrado en los años recientes conseguirla esta-
bilización económicasin provocar una caída de los salariosreaies (por lo ge-
neral muy grande) y como Argentina, Brasil y Chile tenían mucha ex-
periencia en organizar la resistenciaobrera ante los programas de estabiliza-
ción, no era una sorpresa que estos gobiernos militares quisieran controlar
estrechamentea esta clase.
La transformación de América Latina 69
autoritarismo <populista>
pudo hacer la transición del autoritarismo <popultsta>a una verslon modifi-
verslon mocllil-
cada del autoritarismo <burocráticonsin un brutal golpe militar. Ese control
sobrelos sectorespopularesseprobó de nuevodurantela Laryacrisiseconó-
micaque siguió utgBZ.Centroaméricademuestra la volatilidadde las condi-
cionessocialesdondeel desarrolloeconómicose dio bajo la dictadurattadi-
cional, sin dar lugar a una reforma creciente.Y Cuba, con Su revolución
social,ofrece.unmodelomásde transicióny cambio'
Mujeresy sociedad
Si juzgamos por los criterios convencionales,las mujeres han desempeñado
sólo papelesmenores en la transformación económicay política de América
Latina. Una mirada a los cargospúblicos importantes parece confirmar esta
impresión. ¿Por qué ha sido así? Para responder,necesitamosprimero exa-
minar la cultura latinoamerícana.Una norma central de ésta la constituyen
las nocionesde machismo,celebraciónde las expresionessexualesy sociales
de la potencia y virilidad masculinas.Durante siglos,esta idea ha proporcio-
nado precepto y justificación para formas variadasde agresióny dogmatismo,
que a su vez se han vinculado a la proteccióndel honór. Paréceque et ma-
chismo tuvo su origen en las concepcionesmedievalesde la caballería y se
adaptó firmemente al cambio social. En todo caso,sigue vigente.
La otra cara de esteestereotipode orientaciónmasculinaha sido,para las
mujeres, el culto mariano. Este mito recibe el nombre de la Virgen María y
exalta las virtudes asociadasa la feminidad: semidivinidad,superioridad mo-
ral y fortaleza espiritual. Porque son las mujeres,segúnla concepciónlatino-
americana,las guardianasde la virtud y la propiedad. Se las describecon una
capacidadinfinita para la humildad y el sacrificio y, como figuras maternas,
demuestran una tolerancia inquebrantable hacia las travesurasimpulsivas (a
menudo infantiles) de los hornbresmachos.Así, la típica imagen femenina es
la de santidad y tristeza, a menudo identificada con los rituales de duelo: una
La transformaciónde América Latina 75
EstadosUnidos 1920
Ecuador 1,929
Brasil 1932
Uruguay 1932
Cuba 1934
El Salvador 1939
República Dominicana 1942
Guatemala 1945
Panamá 1945
Argentina 1941
Venezuela 1947
Chile 1949
Costa Rica 1949
Haití 1950
Bolivia 1952
México 1953
Honduras 1955
Nicaragua 1955
Perú 1955
Colombia 1957
Paraguay 1961.
of Te-
Fuente:Elsa M. Chaney,Supermadre:Womenin Politicsin Latin America, University
xas Press,Austin, 1979,P.1'69.