Equidad y Ética en Salud
Equidad y Ética en Salud
Equidad y Ética en Salud
EN SALUD.
DESIGUALDADES E
INEQUIDADES
Equidad y ética en salud.
Desigualdades e inequidades
El hombre como afirma Aristóteles, es un ser social, porque tiende a vivir en sociedad,
únicamente en la cual puede desarrollar su humanidad. Como ser social traspasa los
límites preordenados por la naturaleza, y a través de su acción crea y genera cultura. La
cultura abarca todos los modos de pensamiento y conducta transmitidos por la
interacción comunicativa entre los seres humanos.
Los orígenes fundamentales de los sistemas normativos en las sociedades han sido la
filosofía y la religión, aunque también lo son los usos sociales las costumbres, los valores y
las leyes, que determinan para cada sociedad un sistema de valores vigentes en cada
momento histórico.
El pensamiento ético de la mayoría de las naciones ha sido conformado por las grandes
religiones del mundo, y si bien existen amplias áreas de acuerdo entre las diversas
sociedades, también hay marcadas diferencias en las actitudes y las ideas como ocurre
por ejemplo entre los pueblos de oriente y occidente.
Por otra parte la palabra ética (del griego ethios: costumbres, hábitos) que como puede
apreciarse significa lo mismo en sentido etimológico, ha pasado a tener un sentido más
teórico en un uso moderno. Se refiere a los preceptos que deben controlar el
comportamiento moral, por lo que se trata de una verdadera ciencia que estudia la
naturaleza y las bases de las obligaciones morales, ocupándose de distinguir entre lo
correcto y lo equivocado.
El término fue empleado por primera vez en EEUU y pronto se extendió a otros países. La
bioética surge en el campo de las ciencias biológicas en forma similar al cuestionamiento
moral luego de la segunda guerra mundial respecto a la posibilidad de las armas
nucleares de destruir la humanidad. Desde que se descifró el código genético y se
plantean nuevas posibilidades de manipulación científica de la naturaleza el interés por la
bioética se ha intensificado y los tópicos que abarca son cada vez mayores.
Alguna son:
· Deontológicas: (del griego déon, -ontos, "lo conveniente", "lo debido", "lo que es
necesario", y -logía, "conocimiento", "estudio"), también conocida como la "teoría del
deber", es el estudio o la ciencia de los deberes u obligaciones morales. El objeto de
estudio de la deontología son los fundamentos del deber y las normas morales. El
concepto de deontología fue acuñado por Jeremías Bentham, en su obra Deontología o
ciencia de la moral. El calificativo moral corresponde al acto mismo, por lo que sostiene
que una acción es correcta o incorrecta independientemente de sus consecuencias. La
fundamentación principal de esta teoría es la ética Kantiana expresada en la forma del
deber como imperativo categórico: este establece que es lo que debemos hacer
independientemente de nuestros deseos, y para ello debemos actuar siempre de tal
forma que podríamos definir tal conducta como una máxima universal.
· La ética del carácter o ética de la virtud. Una virtud moral es la disposición o la
costumbre de actuar de acuerdo con los principios, las obligaciones o los ideales morales.
Es decir, que no es suficiente actuar siempre de modo correcto, si no estar motivado para
actuar siempre de forma correcta.
La ética de virtud es una teoría que se remonta a Platón y, de modo más articulado, a
Aristóteles, según la cual una acción es éticamente correcta si hacerla fuera propio de una
persona virtuosa. Por ejemplo, si para el utilitarismo (teleología) hay que ayudar a los
necesitados porque eso aumenta el bienestar general, y para la deontología hay que
hacerlo porque es nuestro deber, para la ética de virtudes, hay que ayudar a los
necesitados porque hacerlo sería caritativo y benevolente
Las éticas de la virtud niegan que la moral se reduzca a un conjunto de principios o reglas
morales que hay que seguir y afirman que la moral se manifiesta a través de rasgos
internos de la persona, las virtudes, que son disposiciones de carácter moral u orientación
de la voluntad a vivir de una forma admirable.
Las primeras ideas del individualismo surgieron de la escuela cínica, escuela que abogaba
por la total libertad del individuo mediante el desprendimiento de bienes materiales, la
toma de decisiones según el propio ser. En la Edad Media se desarrolla el concepto del
alma individual humana y de la salvación individual. Estas fueron la base para el concepto
más elaborado de individualismo que conocemos hoy. Estas ideas fueron drásticamente
modificadas durante la revolución industrial. Cuando pasó de ser una salvación individual
a ser todo un sistema de trabajo individual y de ganancia individual con el surgimiento del
capitalismo. Ese nuevo concepto se acerca más al de la actualidad pero tuvo que sufrir
una gran serie de cambios para llegar a su forma actual.
· El Comunitarismo: que da primacía a los intereses de la comunidad. Para los
comunitaritas, la vida de las personas no puede entenderse al margen de su comunidad,
cultura y tradiciones. La primacía del bien común es la base de las reglas y procedimientos
políticos y jurídicos. El sujeto político ante todo pertenece a una comunidad. Una
comunidad de memoria y creencias que le precede y a la que debe lealtad y compromiso.
Como consecuencia, el bien comunitario se encuentra por encima de los derechos
individuales.
El Estado debe promocionar una política del bien común, adecuada a la forma de vida de
la comunidad. La vida comunitaria es precisamente el espacio para la autorrealización
individual. Se centra en señalar los efectos negativos de las sociedades modernas
liberales: atomismo, desintegración social, quiebra del espíritu público, pérdida de los
valores comunitarios, desarraigo de los individuos respecto a sus tradiciones
Obtiene sus premisas básicas directamente de la moral compartida por los miembros de
una sociedad, basada en ciertos principios y reglas que derivan de la moral común y
tienen indiscutible consenso social. Esta teoría se basa en tres grandes principios
normativos, que por otra parte son aceptados por todas las otras teorías éticas.
A) Principio de justicia: Tratar a cada uno como corresponda, con la finalidad de
disminuir las situaciones de desigualdad (ideológica, social, cultural, económica, etc.). En
nuestra sociedad, aunque en el ámbito sanitario la igualdad entre todos los hombres es
sólo una aspiración, se pretende que todos sean menos desiguales, por lo que se impone
la obligación de tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales para disminuir las
situaciones de desigualdad.
En la ética médica estos tres principios están representados por la triada sociedad,
médico, paciente. La sociedad vela por el principio de justicia, el médico trata de
ejercer el de beneficencia, y el paciente debe hacer lo posible para defender su
autonomía.
A) principio de justicia
A.1- Universalidad.
Esto fue declarado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) al terminar la segunda
guerra mundial, en 1948, con la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
A.2- Solidaridad.
Las personas y los grupos sociales con mayores recursos deben contribuir a la atención
de aquellos de menores recursos. Y quienes gozan de un buen estado de salud deben
colaborar para la atención de quienes padecen enfermedad o invalidez.
A.3- Equidad.
La atención de la salud debe dar prioridad a las personas, los grupos y las comunidades
con mayor necesidad de atención , independientemente de la contribución que hayan
efectuado al sostenimiento financiero del sistema.
En los últimos 50 años del siglo XX, muchos países lograron que las condiciones de salud
mejoraran más que en cualquier otro período de su historia. Incluso en algunos de los
países más pobres del mundo se alcanzaron progresos notables, con aumentos de la
esperanza de vida y mejorías de la supervivencia infantil sin precedentes. Aunque estos
éxitos generales podrían mover a la complacencia, cuando se profundiza en el problema
aparece un cuadro muy distinto.
Al desagregar los datos nacionales para conocer el destino de los distintos grupos que
constituyen las sociedades aparecen disparidades igualmente inquietantes.
En los países más ricos del mundo pueden observarse cuadros similares. Así ocurre en los
Estados Unidos, pues, cuando se comparan los condados con las tasas de mortalidad más
altas y más bajas, aparece una diferencia de 13 años entre las esperanza de vida de las
mujeres y de 16 años en la de los varones, patrones que siguen estrechamente los
perfiles de la pobreza y de las minorías étnicas de la nación (Murray et al. 1998).
Incluso en algunos de los países más saludables de Europa Occidental, tales como
Holanda, Finlandia y Gran Bretaña, se encuentran gradientes de salud a lo largo del
espectro social, de manera que los más pobres mueren entre 5 y 10 años antes que los
más ricos (Whithead y Diderichsen 1997), con diferencias de hasta 13 años en la
esperanza de vida sin discapacidad entre los ricos y los pobres de un mismo país (van de
Water et al. 1996; Valkonen et al. 1997).
Por tanto, las disparidades en salud parecen extenderse en todo el mundo, sea entre las
naciones como dentro de cada nación. Las oportunidades para gozar de buena salud son
muy desiguales, tanto en los países más ricos como en los pobres y tanto si el estado
sanitario global de cada uno de ellos es alto o bajo.
Las desigualdades en salud reflejan las diferencias de salud entre grupos, con
independencia de cualquier posible valoración sobre la justicia de éstas. Las inequidades
se refieren al conjunto de desigualdades que se consideran injustas. La calificación
de injusticia implica una valoración de si las desigualdades son o no evitables, así
como la aplicación de conceptos más complejos de justicia distributiva a la salud.
https://www.everywomaneverychild-lac.org/e/press/health-equity-faq/
B) principio de beneficencia:
B.1- calidad:
B.2- integralidad
B.3- continuidad
El cuidado de la salud debe brindarse a las personas en forma continua, desde antes del
nacimiento hasta la muerte. De esta manera se facilita la intervención oportuna sobre
determinantes, factores de riesgo, enfermedades y otros problemas de salud, así como el
cuidado permanente frente a enfermedades crónicas e invalidez.
C) Principio de autonomía.
El principio ético de autonomía, como expresión del derecho de las personas a que se
respete su voluntad en un asunto tan importante como la vida y la salud, impone que el
sistema de salud garantice la vigencia de los siguientes valores:
C.1- Personalización
C.2- participación
Los ciudadanos y los diversos actores sociales que componen el sistema de salud tienen
derecho a ser protagonistas en las decisiones sobre planificación y control de los servicios
y en el uso de los recursos, mediante espacios de participación social y concertación
sectorial en las organizaciones e instituciones públicas de nivel nacional, provincial,
municipal o social.
C.3- responsabilidad
Los actores sociales y políticos que componen el sistema de atención de la salud deben
asumir su responsabilidad en el cumplimiento de los principios y valores mencionados. La
atención de la salud es un bien público, con independencia de la propiedad (estatal o
privada) de los proveedores de servicios, y las instituciones y actores del sistema deben
rendir cuentas y responder con transparencia ante la población por las acciones que se
realizan.
este trabajo describe la situación del país en términos de inequidades, con la hipótesis de
cómo sería el país si en él vivieran 100 personas. Fue realizado por la Consultora Equis y
publicado en un Diario Nacional.
(...) “Un trabajo realizado por el sociólogo Artemio López expone una especie de
radiografía sociodemográfica del país” para el año 2004.
(...) Para ello, y a los efectos de ponerlo en un plano claramente comprensible, apela a un
artificio simple: cómo sería este país si aquí viviesen solamente 100 personas, según los
datos obtenidos en varias mediciones realizadas por el INDEC (Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos).
El resultado es el siguiente:
51 serían mujeres.
49 serían hombres.
7 serían discapacitados, de los cuales cinco serían pobres. De los siete habitantes con
discapacidad, tres serían jefes de hogar.
De cada 100 pesos existentes, los 20 habitantes más ricos se quedarían con 54 pesos...
52 votarían efectivamente.
López sostiene que este trabajo expone “un país de fuerte desigualdad en la repartición
de los bienes materiales y de los simbólicos”. Respecto de los primeros, ejemplifica que el
20 por ciento se queda con 54 pesos de cada cien y el 20 más pobre, con 4.
“Argentina multiplicó por dos la brecha existente entre el 20 por ciento más rico y el 20
por ciento más pobre en los últimos 30 años, transformándose en uno de los países más
inequitativos en el continente más inequitativo del mundo, que es Latinoamérica”.
El estudio muestra otros indicadores que desnudan en otras áreas ese proceso de
inequidad. “Que el 63 por ciento viva sin cloacas, el 58 no posea gas natural y el 48 no
tenga cobertura sanitaria por fuera del sistema de hospitales públicos muestra que el
proceso de inequidad distributiva
El sociólogo mencionado resalta algunos de los datos expuestos más arriba. A saber:
- “Argentina es un país que se jactó de poseer un alto nivel educativo, comparándose con
los países más desarrollados del hemisferio y estándares similares a los de las potencias
mundiales. Ahora llegamos a la circunstancia de que cada 100 habitantes tenemos 3
graduados universitarios
y también dos analfabetos absolutos, casi la misma cantidad de universitarios que de
analfabetos.”
https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/
eph_indicadores_hogares_11_20E9CD34DB73.pdf
https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_pobreza_01_200703093514.pdf
Actividad 2
La actividad que le proponemos aquí tiene un significado en sí misma, en relación con las
cuestiones abordadas en esta unidad y, de algún modo, ya anticipa algunas problemáticas
a ser analizadas en las unidades siguientes.
Un comité de obstetras que investigaba las causas de las muertes maternas, se reunió y
solicitó el caso completo de la señora Juana y lo examinó, de acuerdo con los modelos
desarrollados por la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia. El comité
concluyó que la muerte de la señora Juana era evitable. Juzgó que si hubiera habido
sangre en cantidades adecuadas y si el servicio hubiera estado equipado para atender
emergencias, la vida de la señora Juana se habría salvado.
Más tarde un estudio poblacional financiado por la OMS sobre las necesidades de salud
materna en las comunidades, mostró que la señora Juana estaba lejos de ser una mujer
saludable. Antes del embarazo ya sufría de anemia crónica, causada por desnutrición y
parasitosis crónica. La señora Juana tampoco había tenido acceso a ningún tipo de
cuidado prenatal durante el embarazo. También se descubrió que ésta no era la primera
vez que la señora Juana sangraba en el embarazo. La investigación concluyó que la
muerte de la señora Juana obedecía a necesidades insatisfechas de la comunidad en el
área de salud materna. El caso fue nuevamente cerrado. Pero no por mucho tiempo; fue
reabierto por una investigación patrocinada por la Family Health International. Allí se
descubrió que la señora Juana tenía 39 años y había tenido siete partos. Cinco de sus hijos
están vivos. Debido a su edad y al número de partos, la señora Juana ya había expresado
su deseo de no tener más hijos. La señora Juana nunca tuvo acceso a información ni a
educación sobre planificación familiar. La conclusión de este estudio fue que la señora
Juana habría muerto por la falta de acceso a la información adecuada y oportuna.
Los científicos descubrieron que la señora Juana tenía un riesgo relativo de morir cinco
veces superior al de una mujer de nivel socioeconómico más alto de su país y 100 veces
superior al de una mujer del país industrializado más cercano. El estudio concluyó que la
verdadera causa de la muerte de la señora Juana era su estatus socioeconómico y la poca
valoración social de su vida. Es decir, la señora Juana murió por causa de la pobreza y la
injusticia social.
Resulta claro que las causas de la mortalidad materna pueden analizarse desde varias
perspectivas. De todas formas, es claro que la señora Juana es uno de los casos de
muertes maternas evitables. Pero es poco frecuente en estos estudios, agregar las causas
culturales.
La causa de que la señora Juana haya tenido siete partos no reside simplemente en su
desconocimiento de los métodos anticonceptivos, ya que muchas mujeres que los
conocen, incluyendo muchas adolescentes, no los utilizan. ¿Por qué? En gran medida
porque para la mayoría de las mujeres pobres tener hijos es la única manera de ser
socialmente valoradas, lo que significa que su estatus social como mujer depende de su
papel como madre, incluyendo en ello la valoración frente a su compañero.
Una mujer como la señora Juana –ama de casa, analfabeta, responsable del cuidado de
una familia numerosa y de bajos recursos– difícilmente puede ejercer su autonomía
cuando se trata de decidir sobre el tamaño de su familia o el cuidado de su propio cuerpo.
Las inequidades sociales, de las cuales las de género son sólo una parte, se acumularon
en la historia de su vida, hasta llegar a la única etapa irreversible de la vida: la muerte
prematura. Si en cualquiera de los accesos al camino que la llevaría a la muerte la señora
Juana hubiera encontrado una salida, muy probablemente hubiera salvado su vida, y sus
hijos hoy contarían con una madre.
-Identifique en dicho caso cuáles son los determinantes sociales que aumentan la
inequidad en salud. Puede recuperar en su análisis las dimensiones del campo de la salud
de la Unidad 1
-¿Cómo debería haberse obrado desde la perspectiva ética para evitar esta muerte
materna?
-Explique qué concepción de salud supone tendrían los miembros del equipo de salud y la
paciente.
Bibliografía:
Ministerio de Salud de la Nación – UNICEF. Mortalidad materna. Un problema de
salud pública y derechos humanos. 2003
Ministerio de Salud de la Nación, Organización Mundial de la Salud, Organización
Panamericana de la Salud. Situación de la Salud en Argentina. 2003
P O S G R A D O E N S A L U D S O C I A L Y C O M U N I T A R I A , Programa
Médicos Comunitarios, Módulo 1; Salud Y Sociedad / Abraam Sonis ;
Martín De Lellis ; Edición Literaria A Cargo De: Mariela Rossen - 1a Ed. 3a Reimp. -
Buenos Aires : Ministerio De Salud, 2010. ISBN 978-950-38-0061-4
Principios Eticos y Medicina General Familiar, programa de educación continua a
distancia en medicina general y familiar. Dr. Horacio Oscar Pracilio.
Sonis, Abraham. “Equidad y salud. En: Revista medicina y sociedad. Vol. 23. Nº 4.
2000.
Jennifer Hincapié Sánchez, María de Jesús Medina Arellano. Bioética: teorías y
principios. Primera edición digital: 2019 . Universidad Nacional Autónoma de México
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS México ISBN electrónico: 978-607-30-2492-
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