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Coro Escuela

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El Coro en la Escuela

Prof. Oscar Escalada (La Plata – Bs. As.)

Hace unos años, estábamos reunidos con mi familia en Navidad. Una de mis sobrinas me
pidió que organizara un pequeño coro entre todos nosotros para la Noche Buena.
Improvisé un quodlibet y todos comenzaron a cantar sus partes, incluyendo mi madre.
Cuando finalmente la experiencia terminó, todos quedaron muy estimulados para
continuarlo a la noche y seguir repitiendo otras experiencias del mismo tipo. Mi madre me
confesó que ella creía que le sería imposible sumarse porque cuando estaba en la
escuela primaria, su maestra de música, luego de tomarle una prueba, le dijo que ella no
servía para cantar en el coro del colegio. Con aquella “sentencia”, mi madre vivió toda su
vida convencida de que no servía para cantar.
A partir de ese momento, me hice el firme propósito de hacer todo lo que estuviera a mi
alcance para desterrar esta idea de quienes tienen la responsabilidad de enseñar.
Lamentablemente, ese tipo de experiencias se suceden aún hoy, a pesar de ser una
inexactitud desde todo punto de vista.
No existe en la naturaleza humana, ninguna persona que no pueda cantar. Si puede
hablar, puede cantar. Sólo si tiene dificultades para hablar, o problemas auditivos, puede
tener dificultades, pero las personas normales, no tienen ningún problema para cantar.
¿Qué es cantar? Yo lo definiría como la capacidad de producir sonidos vocales tónicos,
con sucesivos cambios de altura y dinámica en un encadenamiento musical. Los sonidos
tónicos son los que tienen altura definida, los no tónicos, no la tienen. Por ejemplo: el
golpe de la mano sobre la mesa es un sonido no tónico. La altura está dada por la
frecuencia de los sonidos: cuanto mayor es la frecuencia, más agudo es el sonido. La
dinámica es la diferencia relativa en cantidad de sonido: mucho sonido es “forte”, poco
sonido es “piano”. Y finalmente, el encadenamiento musical está referido a los criterios
estéticos concernientes a épocas, estilos, culturas, etc. Estilos diferentes se evidencian
entre la música popular y la erudita o entre la música asiática y la africana, o entre las
culturas prehispánicas y las post­hispánicas o entre el barroco y el clasicismo. Las formas
de expresar los discursos musicales difieren en cuanto a que la música, como todo arte, es
un fenómeno cultural y como tal expresa la cultura a la cual pertenece.
La capacidad de reproducir sonidos tónicos en diferentes alturas y en concordancia con
un determinado ejemplo o patrón es lo que llamamos afinación. Este fenómeno se
produce fundamentalmente a través de dos factores: la audio­percepción y la psico­
motricidad: la primera sirve de guía a la segunda quien se encarga de la acción
muscular. En otras palabras: el cerebro da la orden para que los músculos del aparato
fonador se pongan en funcionamiento y el oído es quien fiscaliza si la altura alcanzada es
la buscada.
Imaginemos a un niño aprendiendo a jugar al tenis: en lugar de utilizar el oído como
fiscalizador, utiliza la vista. Ella le indica dónde está la pelota y hacia donde debe dirigirla.
Al principio, los músculos reciben una orden vaga o inadecuada y la pelota suele ir a
parar a cualquier parte. En la medida que se practica, las órdenes cerebrales se van
ajustando y la combinación de los músculos del brazo, antebrazo, muñeca, mano y dedos
se combinan de tal forma que permiten dirigir la pelota con mayor precisión.
Lo mismo pasa con el canto: el sonido se produce, al principio con una altura imprecisa.
Pero por sucesivas aproximaciones, el niño va aprendiendo a encontrar el adecuado
movimiento muscular para que ese sonido se acerque al que él tiene en su cabeza y al
igual que con la pelota, lo va dirigiendo hacia la altura requerida.
No todas las personas nacen con las mismas inquietudes o similares intereses. Hay quienes
les gusta más pintar que cantar. A otros les gusta más actuar que pintar o cantar. A otros
les gusta más el deporte. Sus condiciones personales también cuentan a la hora de
llevarlo a la práctica y el nivel alcanzado dependerá de ello. Pero esto ocurre en todos los
oficios y profesiones. Millones de niños juegan al fútbol en el mundo entero, no obstante, el
nivel de Maradona sólo ha sido alcanzado por él mismo y no ha sido superado aún. Sin
embargo ello no impide que la gran masa de niños siga disfrutando de jugarlo. Y cuando
llegan a adultos, pueden desarrollar una profesión u oficio alejado completamente del
fútbol, solo que los miércoles a la noche, o los fines de semana podrán juntarse con sus
amigos y hacer un “picadito”. Es decir, los intereses son muy diversos y ello es
determinante a la hora de ponerlos en juego. Desde luego que el estímulo es muy
importante y puede despertar un potencial interés hacia actividades que hasta ese
momento no habían sido atendidas. Pero ello no significa que no se pueda cantar, o que
haya algún tipo de obstáculo genético que lo impida.
¿Cual es la consecuencia de lo dicho anteriormente?: Así como con el ejemplo del tenis,
debe haber una práctica que permita que este proceso se produzca y reproduzca
cuantas veces sea necesario para lograr el objetivo.
Muchos de los que están leyendo este artículo, se preguntarán: ¿Este hombre estará en lo
cierto? ¡Si yo tengo un toscano en la oreja y no puedo cantar! Si ese es su caso y usted es
una persona sin impedimentos orgánicos o funcionales, entonces, la razón de su
“imposibilidad” es que usted no ha practicado lo necesario como para poder hacerlo.
El Dr. Clifford Madsen, Director del Centro de Investigaciones Musicales de la Universidad
de Tampa, Florida, EE.UU., demostró la pérdida de audición de sonidos no provenientes
del idioma materno en niños de seis meses de edad. Esta investigación demuestra la
selectividad en el recién nacido y su posterior imitación.
Si un niño cordobés puede copiar el acento de su provincia, a través de imitar a su madre
y un niño porteño el de la suya que son completamente diferentes, ¿cuál podría ser la
dificultad que se tiene para poder copiar otras características del sonido vocal?
Recuerdo un poema muy simpático que me dijo un español: Se admiraba un portugués
que desde su más tierna infancia, todos los niños de Francia pudieran hablar francés.
¿Se considera usted imposibilitado de aprender a hablar francés? Desde luego que no. Si
usted no nació en Francia o no lo aprendió de niño, tendrá que aprenderlo y practicarlo.
Lo mismo ocurre con el canto.
Ya Dimitri Kabalevsky, famoso compositor y educador ruso, escribió en su libro “Música y
Educación” publicado en 1988 “…cada clase debería ser un coro.”. A su vez, Doreen
Rao, Profesora de Dirección Coral de la Universidad de Toronto, Canadá, en su libro “We
will sing”, publicado en 1993, señala: “Todo niño tiene una habilidad natural para hacer
música”. Y el Dr. John H. Hughes de la Universidad de Texas, investigador sobre “Música y
desarrollo de la inteligencia” agrega: “Hay suficiente información científica que
demuestra que la música es una habilidad intrínseca del niño, que se desarrolla antes de
su nacimiento”.
Por lo tanto, lo primero que sugiero a los docentes de música es eliminar la idea de que un
niño no puede cantar. Ingrese al grado todas las mañanas pensando que todos sus
alumnos pueden hacerlo, incluso el que tiene “un toscano en la oreja”.
Desde luego que hay niños que tienen más dificultades que otros para poder hacerlo.
Pero ello tiene solución: Se debe detectar cual es el problema y conocer cómo resolverlo.
A lo largo de mis veinticinco años de docente, quince de ellos al frente de la cátedra de
Dirección Coral para alumnos de la carrera de Educación Musical en el Conservatorio de
La Plata, me nutrí de ellos con sus experiencias que a la vez volqué en las generaciones
subsiguientes, las que continuaron nutriéndome en un círculo virtuoso que
afortunadamente continúa hasta hoy. Con ello he pasado bastante tiempo buscando
fórmulas que permitan que un maestro de música pueda hacer cantar a todo su grado
con cierto nivel de justeza. He podido observar también entre mis estudiantes que sus
inquietudes musicales estaban muy por encima de los resultados obtenidos e
inadecuados a las capacidades potenciales de la edad. Creo que estas cosas deben
tenerse muy en cuenta a la hora de abocarse a la tarea docente. El nivel musical debe
estar de acuerdo a las capacidades potenciales y objetivas del grupo. Y para ello, no hay
otro método, que yo conozca al menos, que el de conocer lo que cada edad puede
lograr y hacer un adecuado diagnóstico para saber qué tratamiento debemos aplicar
tanto individual como colectivamente.
Cada niño tendrá un nivel diferente, producto tal vez de un estímulo hogareño o ausencia
de él, del medio en que se desarrolla, de la actividad de sus padres, de los grupos a los
que pertenece, de su propio interés, personalidad, en fin, pueden ser un sin fin de razones
que coadyuven a ello. Pero ese nivel individual debe ser detectado por el docente como
condición “sine qua non” para poder trabajar con el grupo. Encontrará niños que son
afinados en registros graves pero no lo son en registros más agudos; habrá otros que
cantarán el “Arroz con leche” casi sin salirse de la misma nota; otros que perderán el eje
tonal; otros que cantarán una quinta más abajo de la melodía que usted le da como
ejemplo En fin, encontrará diferentes dificultades individuales y ¡hasta habrá algunos que
cantarán afinadamente! Posteriormente, a partir de este estudio podrá controlar la
evolución de cada niño y ver si la aplicación de la técnica que eligió es la adecuada o
debe cambiarla.

LA VOZ
La voz es el resultado de un proceso complejo en el que participan gran cantidad de
componentes del cuerpo y dada la complejidad y la simultaneidad con la que tienen
lugar los fenómenos que dan origen a la voz, la noción fundamental que debe llamar la
atención de todos aquellos que pretendan comprender el hecho de la emisión vocal es
la coordinación. De igual modo la audición es un proceso de recepción, amplificación,
filtración y descodificación del mensaje que se constituye por diversos órganos de función
especializada que actúan en serie ordenada para realizar el acto auditivo.

El órgano fonatorio se encuentra en la laringe. El volumen de la faringe es más grande en


el hombre que en la mujer, crece débilmente hasta la pubertad. En ésta época la laringe
crece muy rápidamente de volumen y adquiere su desarrollo completo. En lo que
concierne a las variedades individuales, las laringes pequeñas se encuentran en los sujetos
con tono de voz alto y las laringes grandes producen tonos graves.
De acuerdo con la teoría aerodinámica mioelástica de producción de la voz, el aire
exhalado se acumula debajo de la glotis cerrada y luego el flujo atraviesa el área de las
cuerdas vocales haciéndolas vibrar con distintas frecuencias. Esto determina el tono
fundamental de la vocalización, cuya frecuencia e intensidad son moduladas por el
grado de aproximación de los pliegues vocales, tensión y longitud.
La laringe es muy móvil. Arrastrada por la faringe, se eleva durante la deglución y ante la
emisión de sonidos agudos. Durante la emisión de sonidos graves, desciende.
Así como la utilización de la mano cuando acariciamos es diferente de la que usamos
para tocar un instrumento, el uso de la faringe no es igual en el hablar que en el cantar.
¿Qué diferencias hay entre la voz cantada y la voz hablada?
Podríamos decir que son fundamentalmente tres:
v Respiración
v Uso del aparato fonador
v Control de la afinación
Está clarísimo que para hablar no necesitamos afinar. En cuanto a la respiración, cuando
hablamos no necesitamos especialmente pensar en ella, ya que es posible cortar la
exposición casi en cualquier parte, lo que nos permitirá tomar aire sin dificultad.
Cantando, hay requerimientos de duración de las notas y frases musicales que es
necesario respetar para que se entienda el discurso. Las características diferenciales de la
respiración en la voz cantada son:
v Postura
v Conexión diafragmática
v Sostén de la columna de aire
El canto es una acción de todo el cuerpo como un todo y de la mente. El uso del aparato
fonador difiere en cuanto que al cantar no sólo utilizamos los resonadores frontales y
maxilares, sino que también es necesario modificar la postura del paladar blando para
darle una mayor resonancia a todo el sistema, haciendo uso de la laringe, faringe, boca y
cavidad nasal. La forma de estas cavidades puede ser modificado a través de cambios
en la boca, posición de la mandíbula y movimiento de la lengua.
George Malcolm, Director del Coro de la Catedral de Westminster fallecido en 1997,
decía que “el buen canto es la forma controlada del grito.”
En una investigación realizada por la Prof. María Gabriela Mónaco de la Universidad de La
Plata, auspiciada por el CONICET, luego de varias muestras tomadas al azar en las
localidades de Berisso, Brandsen, Capital Federal, Chascomús, Ensenada y La Plata, llegó
a la conclusión que la voz hablada y la voz cantada en los niños, se encuentran en una
tesitura como la que se ve en el cuadro siguiente:

Es importante destacar que la faringe está inervada por las dos ramas del nervio
recurrente, rama a su vez del vago. Cada una de estas ramas del recurrente tiene
funciones esencialmente diferentes. Sin entrar en detalles, podemos decir globalmente
que una está encargada de la musculatura interviniente en el registro grave y la otra en el
agudo. Cuando cambia el uso de una a otra rama, se produce lo que llamamos “el
pasaje”. En los niños éste se produce alrededor del La 4 (440 Hz).
Como podemos observar, el registro de la voz hablada y el de la voz cantada en el
trabajo de la Prof. Mónaco, se hallan debajo de la zona del pasaje, por lo tanto, debemos
concluir que esta región es la que más conocen los niños por estar transitándola
cotidianamente.
Una de las posibilidades que mencionamos al comienzo en referencia a las dificultades
con la que nos podíamos encontrar en el grado, era que algunos niños eran afinados en
la región grave pero no en la aguda. Es fácil entonces ver que la razón de ello es porque
no conocen esa región aguda, habida cuenta que nunca tuvieron la necesidad de ir más
allá de la zona del pasaje ya que no se les ha requerido anteriormente para ninguna
actividad y por ende, nunca transitaron por ella. Para solucionar este impedimento,
deberemos desarrollar una estrategia para hacer que el niño descubra ese nuevo registro
a través, por ejemplo, de la imitación de sirenas de bomberos, etc.

LOS NIÑOS SEGÚN SU EDAD


Cada edad tiene un grado de desarrollo que le permite abordar determinado tipo de
repertorio y no otro. El conocimiento de estas limitaciones relacionadas con la evolución
del niño es de vital importancia ya que si se pretende montar una obra inadecuada a su
edad, se frustrarán tanto el docente como el niño. Como consecuencia de ello, el
estímulo por el canto se perderá porque el niño creerá que eso que hasta ese momento le
mostraron como “cantar” no es para él. Se aburre y muestra mala conducta, se distrae,
etc. El docente no podrá lograr su objetivo y en su desesperación, considerará que los
niños “vienen muy inquietos a clase”. Cuando pretenda mostrar el producto de su trabajo,
éste será falto de interés, desafinado y sin claridad.
En su libro Directing the children’s choir (Dirigiendo el coro de niños), Shirley W. McRae
hace un pormenorizado análisis de las características psicológicas y de desarrollo en cada
edad y lo relaciona con la actividad coral. En una apretadísima síntesis, podríamos extraer
de su trabajo las siguientes características:
Edad Atención Afinación Eje tonal Polifonía Pulso

4­5 años
Breve Dificultosa No No No

6­7 años
Poca 6 Insegura. Incipiente No Incipiente

7 Se afirma

8­9 años
Mayor Correcta Si Canciones Si
simples a 2
voces

10­11 años
Adecuada Correcta Si Si Si

A partir de estas características, Mc Rae aporta información sobre actividades, tesitura


potencial, tipo de canciones que se pueden abordar y cuál es el uso y desarrollo de la
voz:
Edad Tipo de Tesitura Actividades Voz
canciones

4­5 años
Repetitivas Sol, mi la Estimular la No diferencias
Canto creatividad la voz
universal hablada de la
infantil voz cantada

6­7 años
Escala La 3 ­ la 4 Agregue La voz
pentatónica instrumentos cantada es
sin 4 ni 7 de percusión. insegura.

8­9 años
Más largas y La 3 ­ do 5 Rondas, Comprenden
complejas ostinatos, el significado
cánones de afinación

10­11 años
Obras Sib 3 ­ mi 5 Danzas Máximo
completas folclóricas desarrollo de
la voz.

Es fundamental destacar que el desarrollo de estas características se cumple sólo si el niño


ha transcurrido por todas la etapas teniendo maestros que estimulen la actividad coral en
cada una de ellas, de lo contrario nos encontraremos con niños que no están habilitados
para las actividades según los cuadros anteriores por no haber transitado cada una de las
etapas anteriores adecuadamente.

¿QUÉ HACER ENTONCES?

No desesperéis. La experiencia de la que hablé al principio muestra que la realidad en


nuestro país es que los niños tienen una desarticulada actividad musical en la escuela y
llegan a tercer grado con enormes diferencias en su experiencia musical previa.

Es por ello que propongo la realización de un diagnóstico objetivo individual a partir del
cual se pueda construir un andamiaje adecuado a nuestra realidad. Esa realidad,
cambiará año a año, por lo tanto, el docente debería hacerse un hábito en ese sentido
ya que mientras nuestro sistema educativo no tenga coherencia ni orden en el campo de
la actividad musical y coral, este diagnóstico será una herramienta necesaria para
nuestro trabajo.
DIAGNOSTICO PARA NIÑOS DE TERCER GRADO EN ADELANTE

El diagnóstico consta de una melodía de 20 notas con las siguientes características:

Tonalidad Fa mayor. Esto permite tener la dominante (do 4) y la tercera (la 4) por debajo
del pasaje.

Inicio con clara definición de la tonalidad. El comienzo anacrúsico do ­ fa permite


definirla.

Dividida en cuatro segmentos y utilización mayoritaria de grados conjuntos.

Utilizar palmas entre cada segmento para afirmar el ritmo.

Como ejemplo, esta melodía pude dar referencia a los requerimientos básicos
planteados:

Para llegar al diagnóstico individual, se necesita un grabador y se debe trabajar en un


ambiente distendido donde cada alumno tenga un cartel con su nombre para que el
docente que recién toma contacto con ellos pueda individualizarlos adecuadamente. El
aprendizaje de la melodía debe implicar un juego en el que al principio todos la cantan al
unísono, separando cada segmento de la melodía con palmas. Luego el docente dividirá
el curso por la mitad y mientras un sector de los niños canta la melodía, el otro hace las
palmas y viceversa. Luego el docente dividirá el curso en cuatro partes, luego en ocho y
así sucesivamente repitiendo el esquema hasta llegar a la división máxima que es un
alumno por vez. El docente dirá su nombre que quedará registrado en el grabador, lo que
le permitirá luego individualizar a cada alumno. Los niños deben sentir que es un
verdadero juego y sentirse cómodos sin que en ningún momento presientan que se los
está evaluando. La presencia del grabador, pasará desapercibida si el docente lo pone a
funcionar desde el comienzo y lo deja que grabe durante toda la clase. Es probable que
requiera de un par de clases para garantizar que los niños en su conjunto, aprendan la
melodía y la letra.

Hecho esto, el docente tomará el grabador y desgrabará la parte en la que cada niño
cantó su solo. El estudio individual deberá realizarse en base a la cantidad de notas que
el niño cantó adecuadamente; el ritmo, si lo mantuvo firme; la tonalidad si pudo
mantenerla y finalmente todo eso lo volcará en una planilla.

La que sugiero utilizar es la que figura a continuación. En ella el docente volcará los
valores que se detallan para poder ver, en primer lugar quienes cantan afinados, quienes
tienen dificultades y cuales son las detectadas. También servirá para que a lo largo del
año, el docente pueda tener clara idea de la evolución del niño.

Nombre del Melodía Ritmo Tonalidad Puntaje


alumno

En el ejemplo, en la segunda columna se volcará la cantidad de notas que el niño cantó


afinadamente lo que dará un porcentaje sobre el total de 20 notas que tiene la melodía.
En la tercera columna se consignará si el niño mantuvo adecuadamente el ritmo
pudiendo ser los valores, porcentajes estimados por el docente. En la cuarta columna se
volcará el grado de capacidad que el niño mostró en relación a la tonalidad. Su
porcentaje también deberá ser estimado por el docente. Finalmente, en la columna
donde figura el puntaje, éste surgirá del promedio de todas las notas anteriores.
Una vez tipificado individualmente a cada niño, se podrán tomar decisiones
fundamentales para la distribución de cada uno de ellos en el aula y de este modo
apadrinar a los que tienen menos facilidad, con los que más la tienen. Para ello, se
colocará a los niños más seguros rodeando a los menos seguros. A su vez, los menos
seguros deben estar alejados de los otros niños inseguros.

QUIEN CANTA SUS MALES ESPANTA...

¿Por qué es bueno cantar?

El dicho popular que da nombre a este capítulo sintetiza magistralmente lo que el pueblo
nota empíricamente que produce canto.

Efectivamente, hay sobrados estudios, investigaciones y datos objetivos que así lo


confirman. A continuación ofrezco algunos de ellos que me parecen de vital importancia:

Es una actividad social y contenedora. En el congreso sobre Educación Temprana y


Desarrollo del Cerebro Humano realizado en Chile en marzo de 2007, científicos de
Chile, Francia, Alemania, Holanda, España, el Reino Unido, y EE.UU. sacaron la
“Declaración de Chile” en la que se consigna en uno de sus puntos: “Los niños, como
toda la gente, son seres fundamentalmente sociales quiénes aprenden con mayor
eficiencia en ambientes socialmente sensibles y con capacidad de respuesta vía sus
interacciones con los adultos a su cargo y otros niños.”

Estimula el esfuerzo individual para lograr un objetivo común.

No es competitiva en sí misma.

Es fundamental en el proceso de aprendizaje. Rescato dos párrafos del Dr. John Hughes
de la Universidad de Texas quien es un experto neurólogo que estudia la música y su
relación con las funciones cerebrales. Tomaré dos párrafos de sus escritos que aportan
gran interés a nuestro trabajo: “La música ha sido vista como una forma de
entretenimiento, pero información desarrollada en relación a la música y el
cerebro durante los últimos 10 años, nos ha llevado a la apreciación que la
música es fundamental en el proceso del aprendizaje... Hay buena información y
soporte científico para concluir que la música es una habilidad intrínseca del
niño que se desarrolla antes de su nacimiento. El niño tiene un concepto de ritmo,
melodía, y armonía desde la edad de seis meses. Ponemos especial énfasis en la
importancia del aprendizaje del niño a hablar, aunque con gran comprensión del rol de la
música, ya que ambas destrezas verbales y patrones lógicos pueden ser mejor
desarrollados.”

Influye sobre la tendencia a la drogadicción. Estudios realizados en la Universidad de


Florida y en el Minnesota Teen Challenge Institute de Minnesota, dan muestras de ello.
Según estos estudios, la droga tiene una injerencia 70 % menor entre quienes desarrollan
actividades corales que entre quienes no lo hacen. Por su parte, la actividad coral es
obligatoria como actividad terapéutica entre los internados en el Instituto de Minnesota
que se dedica a rescatar a jóvenes y adultos de la droga y el alcohol.
Como todo arte, se transmite a través de los sentidos. Es decir que provee al ser humano
de una comunicación sensible con sus congéneres, transmitiéndole y recibiendo grandes
dosis de afecto.

Produce inmunoglobulina A y cortisol. En la Universidad de Frankfort, Alemania, el Prof.


Hans Bastian y sus colaboradores, analizaron la sangre de un coro sesenta minutos antes
de que cantaran el Réquiem de Mozart y sesenta minutos después. Encontraron que la
inmunoglobulina A y el cortisol se encontraban incrementados en sus valores en la
segunda toma. La inmunoglobulina A, es el anticuerpo más importante en las mucosas y
es esencial en la regulación de la respuesta inmunológica. En cuanto al cortisol, es la
hormona que segrega el organismo en respuesta al estrés como defensa.

Por otra parte, Jean Piaget reconoce el valor del juego como el camino por el cual el niño
logra sus objetivos. En ese sentido, es importante destacar que hacer música en inglés se
dice to play, en francés se dice jouér, en alemán se dice spliel y hasta en ruso se dice
igrati. En todos estos idiomas el significado es el mismo: jugar. En castellano este concepto
perdura en la palabra preludio que viene de pre, antes y ludus, juego. Pero ¿qué es el
juego? Es la forma de expresarnos donde nuestro espíritu se encuentra en total libertad. En
el juego somos enteramente libres para hacer lo que se nos dé la gana, precisamente
porque estamos jugando. Nuestra fantasía puede llegar a sitios insólitos porque no
corremos ningún riesgo. El niño aprende jugando y de adulto sólo le quedan algunos
resquicios para continuar haciéndolo. Uno de ellos es la música.

BIBLIOGRAFIA

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Copes, Graciela P. A. De – Introducción al canto coral – Ed. Guadalupe, Bs. As. 1968
Escalada, Oscar ­ Las desventuras de Alicia en el País de las Maravillas ­ Ed. Al Margen, La
Plata 2003
Gorini de Teseo, Vilma – El coro de niños – Ed. Guadalupe, Bs. As., 1983
Jackson­Menaldi, M. Cristina – La voz normal – Ed. Méd. Panamericana, Bs. As., 1992
López Temperán, W. – Las técnicas vocales ­ Ed. del autor. Montevideo 1970
Malbrán, Silvia ­ El oído de la mente – FEM, Bs. As., 2004
McRae, Shirley ­ Directing the children’s choir ­ Schrimer Books, New York, 1991
Paparella, Shumrick, Gluckman y Meyerhoff ­ Otorrinolaringología
Rouviere, H.; Delmas, A ­ Anatomía Humana
Rao, Doreen ­ We will sing! – 1993
Rao, Doreen y Hill Perison­ Circle of sound – Boosey & Hawkes, New Cork, 2005
Telfer, Nancy ­ Exitosa lectura a primera vista ­ Neil A. Kjos, San Diego, California. 1999. Trad,
O. Escalada
Telfer, Nancy – Singing in tune – Neil A. Kjos, San Diego, California
Oscar Escalada
Cursó sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de la U.N.L.P. en las carreras de Composición y
Dirección Orquestal, y en el Conservatorio de Música “Gilardo Gilardi” de La Plata de donde egresó
con el título de Profesor Superior de Guitarra.

En 1969 ingresó en el Grupo Vocal Argentino. En 1970 ingresó al conjunto Quinto de Cantares
como intérprete y arreglador.Ejerce la docencia desde 1975. En la actualidad es profesor de
Elementos Técnicos de la Música y de Dirección Coral en el Conservatorio “Gilardo Gilardi”.

Hasta diciembre de 2001 se desempeñó como investigador en el Bachillerato de Bellas Artes de la


Universidad Nacional de La Plata.

En 1988 fundó el Coro de Niños del Teatro Argentino de La Plata y en 1996 fundó el Coral del
Nuevo Mundo, con los cuales ha grabado tres CDs.

Como compositor, ha compuesto obras para orquesta, coro, grupos de cámara, piano, guitarra y
sinfónico‐corales. Como arreglador, ha merecido premios de la Dirección Nacional de Música y de
la Asociación Amigos del Coro Universitario de La Plata.

Ha sido invitado a dar cursos de su especialidad en diversos Festivales Internacionales en su país


Argentina, EE.UU., Venezuela, Cuba, México, Inglaterra, Alemania, Hungría, Italia, Holanda y fue
invitado como expositor a la Convención Nacional de Directores de Coros en San Antonio, Texas .

En 1997 fue designado director de la Serie “Música Coral Latinoamericana” que publica en los
Estados Unidos la empresa Neil A. Kjos Music Co.

Se desempeñado como Jurado en diversos concursos en Europa y EEUU.

Fue Director de la Colección de Música Popular Argentina para Coro que publicaba la Editorial
Lagos en Buenos Aires hasta su venta a Warner/Chappell.

Es miembro de los Comités Artísticos de los Festivales “America Cantat Festival Internacional de
Munich, Alemania Ha dado cursos en las Universidades de Michigan, Florida International
University y Universidad de Miami, la Columbia University de los EE.UU.

En 1999 fue invitado a dar dos cursos en el Vº Simposio Mundial de Música Coral, organizado por
la IFCM en Rotterdam.

Ha publicado artículos en revistas especializadas tales como el International Choral Bulletin de la


IFCM, el Choral Journal de la ACDA y Temas y Contracantos de Argentina.

En 2001 recibió el segundo premio en el Concurso “Legislador José Hernández” otorgado por el H.
Senado de la Nación, por su ensayo “La música argentina y su aporte a la identidad nacional”. Los
otros premiados fueron Liliana Herrero e Isabel Aretz obteniendo el primer y tercer premio
respectivamente.
Es miembro activo de la American Choral Directors Association (ACDA), de la International
Federation for Choral Music (IFCM) y es Vicepresidente de la Asociación Argentina para la Música
Coral “America Cantat” (AAMCANT).

Es miembro del comité directivo de la International Society for Children’s Choirs and Performing
Arts (ISCCPA) con sede en Hong Kong.

En la actualidad también se desempeña como Consultor de Música Coral en Morton Music de


Australia.

Ha sido invitado como Director Asociado junto con los Mtros Julian Ackerley de EE.UU. y Alfredo
Mendoza de México, a dirigir el Young Voices of the New World (Jóvenes Voces del Nuevo
Mundo), un coro formado por jóvenes de toda América para participar del 13er. Festival
Internacional de Coros de Niños a realizarse en Bijing, Tianjin y Penglai, China en 2004.

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