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Enfoque Milan

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Enfoque Milán

El enfoque Milán en terapia familiar es una corriente de pensamiento desarrollada por un


grupo de terapeutas en el Centro de Terapia Familiar de Milán, Italia, en las décadas de 1950
y 1960. Los principales autores asociados con este enfoque son Gianfranco Cecchin, Luigi
Boscolo, Mara Selvini Palazzoli y Giuliana Prata. Su enfoque se centró en la comunicación y
los patrones de interacción en las familias.
Principales características y conceptos del enfoque Milan:
• Cibernética y comunicación: Los terapeutas de Milan se inspiraron en la teoría de
sistemas y la cibernética. Creían que los problemas en las familias surgían de patrones
de comunicación disfuncionales y de cómo los miembros de la familia se
influenciaban mutuamente.
• Circularidad: Se enfocaron en entender los procesos circulares en las relaciones
familiares. Esto significa que, en lugar de buscar una causa y efecto lineal, se observa
cómo los comportamientos y comunicaciones de los miembros interactúan y se
influyen mutuamente.
• Neutralidad y no implicación: Los terapeutas de Milan adoptaron una posición
neutral y no se alinearon con ningún miembro de la familia en particular. Esto les
permitió tener una perspectiva objetiva y evitar tomar partido en los conflictos
familiares.
• Prescripciones paradójicas: Los terapeutas de Milán a menudo daban
"prescripciones paradojas" como una intervención. Estas eran instrucciones
inesperadas o incluso opuestas a lo que la familia esperaba, con el propósito de
desafiar los patrones de comunicación y estimular cambios.
• Énfasis en la observación: Los terapeutas de Milán eran conocidos por observar
activamente las interacciones familiares durante las sesiones. Buscaban pistas no
verbales y patrones sutiles de comunicación para entender la dinámica familiar.
• Intervenciones estratégicas: Utilizaban técnicas diseñadas para interrumpir los
patrones de comunicación disfuncionales y fomentar la reflexión y el cambio en la
familia.

Aportes a los procesos terapéuticos:


• Enfoque en el cambio: El enfoque Milán puso énfasis en la capacidad de las familias
para cambiar y adaptarse. Al desafiar los patrones de comunicación, se esperaba que
la familia encontrara formas más saludables de interactuar.
• Desarrollo de nuevas perspectivas: Al observar los procesos circulares, los
terapeutas de Milán ayudaron a las familias a comprender cómo sus interacciones
influían en los problemas. Esto a menudo llevaba a una mayor conciencia y nuevas
formas de abordar los conflictos.
• Técnicas creativas: El uso de prescripciones paradojas y otras técnicas creativas
proporcionó a las familias nuevas formas de pensar y actuar, desafiando las dinámicas
establecidas.
El enfoque Milán fue una influencia importante en el desarrollo de la terapia familiar y ha
influido en muchas otras corrientes terapéuticas. Sin embargo, es importante recordar que no
hay un enfoque terapéutico universalmente aplicable a todas las situaciones, y cada familia es
única en su dinámica y necesidades.

AUTORES
Los autores principales de este enfoque son Mara Selvini-Palazzoli, Luigi Boscolo,
Gianfranco Cecchin y Giuliana Prata, quienes formaron el grupo original de terapeutas de
Milán y contribuyeron significativamente a su desarrollo y evolución a lo largo de los años.
Cada uno de ellos desempeñó un papel importante en la formulación de las ideas y prácticas
que caracterizan este enfoque.
Mara Selvini-Palazzoli: Fue una de las fundadoras del enfoque de Milán y una figura clave
en su desarrollo. Trabajó inicialmente en psicoanálisis, pero luego se volvió hacia la terapia
familiar y sistémica. Es conocida por su trabajo con familias que tenían miembros con
trastornos psicóticos. Junto con su equipo, publicó el influyente libro "Paradoja y
Contraparadoja" en 1975, donde presentaron casos de terapia familiar con pacientes
esquizofrénicos y desarrollaron la idea de la "paradoja" como una herramienta terapéutica.
Luigi Boscolo: Fue otro miembro fundador del grupo de Milán y contribuyó
significativamente al desarrollo de este enfoque. Trabajó en estrecha colaboración con Mara
Selvini-Palazzoli. Junto con Gianfranco Cecchin, Boscolo también se interesó por la
epistemología cibernética y las ideas de Gregory Bateson. Posteriormente, Boscolo se centró
en la formación en terapia familiar y en la investigación sobre la terapia sistémica.
Gianfranco Cecchin: Junto con Luigi Boscolo, Gianfranco Cecchin fue un pionero en la
evolución del enfoque de Milán hacia la cibernética y el constructivismo social.
Desarrollaron una perspectiva que enfatizaba la circularidad en la terapia, lo que significa que
las interacciones entre los miembros de la familia se consideraban cruciales para comprender
y abordar los problemas. Además, Cecchin y Boscolo se interesaron en la cibernética de
segundo orden y en las ideas de Humberto Maturana y Heinz von Foerster.
Giuliana Prata: Giuliana Prata también fue parte del grupo original de Milán y desempeñó
un papel importante en su desarrollo temprano. Su trabajo se centró en la terapia con familias
que tenían miembros con trastornos alimentarios como la anorexia. La terapia de Milán, bajo
su influencia, comenzó a explorar cómo las familias construían significados en torno a los
problemas alimentarios y cómo se podían intervenir desde una perspectiva sistémica y
constructivista.

CONSISTE EN
El enfoque de Milán, también conocido como Terapia Sistémica de Milán, es un enfoque
terapéutico que se originó en el grupo de terapeutas de Milán, Italia. Este enfoque terapéutico
se caracteriza por su evolución desde una perspectiva estratégica a una perspectiva sistémica
y constructivista. Los terapeutas de Milán comenzaron trabajando bajo una orientación
psicoanalítica en la década de 1960, pero luego adoptaron el modelo sistémico estratégico del
Mental Research Institute (MRI) de Palo Alto, influido por las ideas de Gregory Bateson, Jay
Haley, Don Jackson y Milton Erickson.
En la primera etapa de su desarrollo (hasta 1975), la terapia de Milán se centraba en ofrecer
terapia a familias completas, incluso cuando el problema estaba relacionado con un solo
miembro de la familia. Los terapeutas trabajaban detrás de un espejo unidireccional y
formulaban hipótesis de trabajo antes de cada sesión. Se buscaba crear una hipótesis
sistémica sobre cómo la familia se había organizado en relación con el síntoma presentado y
luego se desarrollaba una "intervención final" basada en esta hipótesis.
Sin embargo, a partir de 1975, el enfoque de Milán experimentó una transformación
significativa influenciada por las ideas de Gregory Bateson y otros. Los terapeutas se
volvieron más interesados en la cibernética de segundo orden, la epistemología cibernética y
el constructivismo social. Se empezó a prestar más atención al proceso terapéutico y a las
interacciones entre terapeutas y clientes, así como a la creación y re-narración de historias
personales y familiares. El enfoque se alejó de una visión unidimensional y se centró en la
comprensión de las múltiples perspectivas y puntos de vista de los observadores en el sistema
terapéutico. En este sentido, se considera que el enfoque de Milán es una terapia narrativa y
constructivista que se enfoca en ayudar a las personas a reconstruir y dar sentido a sus
historias de vida.

Geraldine Buelvas
Danna Pérez
Natalia Yunez

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