- History, Sociology, Social Sciences, Literature, Music, Sociología, and 24 moreGeography, Culture, Humanities, Politics, Hans Joas, Ricoeur, Soren Kierkegaard, Albert Camus, Franz Kafka, German Literature, George Herbert Mead, Axel Honneth, Teoría de la Comunicación, Thomas Mann, Joao Guimaraes Rosa, Ernesto Sábato, William Faulkner, Political Philosophy, Communication, Mass Communication, Intercultural Communication, Social Change, Self and Identity, and Madalena d'Oliveira-Martinsedit
Este estudio se sitúa a medio camino entre la reflexión teórica y la investigación empírica, y se inscribe en una línea de análisis de la relación informativa y de la comunicación colectiva, entendidas como fenómenos sociales complejos... more
Este estudio se sitúa a medio camino entre la reflexión teórica y la investigación empírica, y se inscribe en una línea de análisis de la relación informativa y de la comunicación colectiva, entendidas como fenómenos sociales complejos que – desde la propuesta normativa en la que se basan los autores – deben ser abordados desde la perspectiva de la dimensión comunicativa de las relaciones sociales.
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SANCHEZ DE LA YNCERA Ignacio y Rodríguez Fouz, Marta (2016), "Homo Tragicus y Homo Creator: un consorcio analizador”, REFERENCIA LIBRO: en TEJERINA, B. y GATTI, G. (Eds.), Pensar la agencia en la crisis, Madrid, CIS, Colección... more
SANCHEZ DE LA YNCERA Ignacio y Rodríguez Fouz, Marta (2016), "Homo Tragicus y Homo Creator: un consorcio analizador”, REFERENCIA LIBRO: en TEJERINA, B. y GATTI, G. (Eds.), Pensar la agencia en la crisis, Madrid, CIS, Colección ACADEMIA. 2016, págs. 185-203. ISBN: 978-84-7476-719-3 Un primer paso ciñe el campo semántico del concepto «crisis»: la idea de cambio vinculada a una ruptura (más o menos brusca) con lo establecido; incluye también una noción de orden: las crisis zarandean determinadas formas de organizar el mundo que triunfaron temporariamente como paradigmas y se ven cuestionadas y debilitadas cuando irrumpen sus flaquezas y fisuras, cuando entran en crisis. Así, la crisis de estos quinquenios de 2000 se suele identificar como una fortísima crisis económica con consecuencias múltiples sobre la convivencia: habría provocado en cascada consecuencias muy dramáticas y enormes desajustes sociales, rompedores de cierto orden social. Discutimos el presupuesto: que con anterioridad, cupiera interpretar nuestro entorno desde las seguridades de un mundo ordenado (en lo material y en su representación); y, en consecuencia, también esa idea simplista de orden y la expectativa de mantenerlo en el tiempo que esconde. La idea idónea de orden no es esa, porque lo social (vivo) es un ordenamiento in fieri (fluido y problemático). Y a esa obsesiva deformación mental del mundo como un orden tranquilo, a la que la humanidad es propensa, la llamamos “ilusión normativa” (o “normalita”). La ganancia en sensibilidad que aporta el énfasis en la dimensión trágica revela los límites de todo ordenamiento. Las situaciones no aparecen ordenadas jerárquicamente con valores compatibles, y lo agencial se configura en el mismo hacer. La sociología por la que apostamos no desfuturiza el futuro, y desenmascara las dos vertientes de las políticas anticrisis: su advertencia sobre la ingobernabilidad de los procesos sociales y sobre la irrupción del destino como tragedia se combina con su apertura a la novedad y a la continua reinstitucionalización de lo social -subrayada por el modelo de la acción creativa-, e inutiliza así cualquier acción encaminada a reintegrar órdenes desmoronados.
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Research Interests: Philosophy and Humanities
Resumen El núcleo de la propuesta del trabajo del 99 [Una socialidad y una personalidad...], llamado a explicitarse en los siguientes, encuentra en éste el ejemplo más claro de avance en un ángulo determinado pero máximamente medular.... more
Resumen El núcleo de la propuesta del trabajo del 99 [Una socialidad y una personalidad...], llamado a explicitarse en los siguientes, encuentra en éste el ejemplo más claro de avance en un ángulo determinado pero máximamente medular. Sobresale la propuesta específica de un concepto de “identidad” renovado, que se ofrece como recurso principal para interpretar los dilemas novedosos que irrumpen en la llamada “sociedad red”, que al “conectarse” parece “agolpar” trágicamente identidades. La virtud de ese concepto, que mira en directo a la tensa relación que una persona o un colectivo mantiene con su propia vida o su historia, es que facilita una imagen extremadamente móvil y tensa de la recursividad de lo social y hace más patente la inevitable centralidad del concepto de socialidad en acción autotransformadora y, a la vez, la de la política como dimensión y arte articuladora que se erige en la “intimidad” misma de lo social. Pero también contribuye a ello la sugerencia que se hace de una forma inédita de comprensión del lenguaje como institución.
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... | Ayuda. La intimidad de lo social. Avistado el carácter global de la solidaridad. Autores: Ignacio Sánchez de la Yncera; Localización: Las encrucijadas de la diversidad cultural / coord. porAntonio Ariño Villarroya, 2005, ISBN... more
... | Ayuda. La intimidad de lo social. Avistado el carácter global de la solidaridad. Autores: Ignacio Sánchez de la Yncera; Localización: Las encrucijadas de la diversidad cultural / coord. porAntonio Ariño Villarroya, 2005, ISBN 84-7476-393-2 , pags. 89-112. ...
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... Complejidad y teoría social. Información General. Autores: Alfonso Pérez-Agote Poveda ( coord. ), Ignacio Sánchez de la Yncera ( coord. ... págs. 129-160. Teeoría y complejidad. Jano y el ornitorrinco: aspectos de la complejidad... more
... Complejidad y teoría social. Información General. Autores: Alfonso Pérez-Agote Poveda ( coord. ), Ignacio Sánchez de la Yncera ( coord. ... págs. 129-160. Teeoría y complejidad. Jano y el ornitorrinco: aspectos de la complejidad social. Ramón Ramos Torre. págs. 163-201. ...
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LA TESIS SE CENTRA EN LA CONSIDERACION DEL MODELO ANTROPOLOGICO DE ACCION IMPLICITO EN LA FILOSOFIA DE MEAD. EN ELLA SE REVISAN LAS TESIS TRADICIONALES SOBRE LA HISTORIA DEL PRAGMATISMO NORTEAMERICANO MOSTRANDO COMO MEAD OCUPA EN DICHO... more
LA TESIS SE CENTRA EN LA CONSIDERACION DEL MODELO ANTROPOLOGICO DE ACCION IMPLICITO EN LA FILOSOFIA DE MEAD. EN ELLA SE REVISAN LAS TESIS TRADICIONALES SOBRE LA HISTORIA DEL PRAGMATISMO NORTEAMERICANO MOSTRANDO COMO MEAD OCUPA EN DICHO MOVIMIENTO UN LUGAR DE PRIMER ORDEN Y SE INSISTE ESPECIALMENTE EN EL HECHODE QUE LA INFLUENCIA DE MEAD FUE DECISIVA EN LA DERIVACION PRAGMATICA DEL PENSAMIENTO DE DEWEY. Y PRINCIPALMENTE SE DEFIENDE LA NECESIDAD DE RECONOCER LA TEORIA MEADIANA DE LA ACCION PARA ACCEDER AL SENTIDO CORRECTO DE SU TEORIA DE LA ACCION COMUNICATIVA.
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SANCHEZ DE LA YNCERA Ignacio y Rodríguez Fouz, Marta (2016), "Homo Tragicus y Homo Creator: un consorcio analizador”, REFERENCIA LIBRO: en TEJERINA, B. y GATTI, G. (Eds.), Pensar la agencia en la crisis, Madrid, CIS, Colección ACADEMIA.... more
SANCHEZ DE LA YNCERA Ignacio y Rodríguez Fouz, Marta (2016), "Homo Tragicus y Homo Creator: un consorcio analizador”,
REFERENCIA LIBRO: en TEJERINA, B. y GATTI, G. (Eds.), Pensar la agencia en la crisis, Madrid, CIS, Colección ACADEMIA. 2016, págs. 185-203. ISBN: 978-84-7476-719-3
Un primer paso ciñe el campo semántico del concepto «crisis»: la idea de cambio vinculada a una ruptura (más o menos brusca) con lo establecido; incluye también una noción de orden: las crisis zarandean determinadas formas de organizar el mundo que triunfaron temporariamente como paradigmas y se ven cuestionadas y debilitadas cuando irrumpen sus flaquezas y fisuras, cuando entran en crisis. Así, la crisis de estos quinquenios de 2000 se suele identificar como una fortísima crisis económica con consecuencias múltiples sobre la convivencia: habría provocado en cascada consecuencias muy dramáticas y enormes desajustes sociales, rompedores de cierto orden social. Discutimos el presupuesto: que con anterioridad, cupiera interpretar nuestro entorno desde las seguridades de un mundo ordenado (en lo material y en su representación); y, en consecuencia, también esa idea simplista de orden y la expectativa de mantenerlo en el tiempo que esconde. La idea idónea de orden no es esa, porque lo social (vivo) es un ordenamiento in fieri (fluido y problemático). Y a esa obsesiva deformación mental del mundo como un orden tranquilo, a la que la humanidad es propensa, la llamamos “ilusión normativa” (o “normalita”).
La ganancia en sensibilidad que aporta el énfasis en la dimensión trágica revela los límites de todo ordenamiento. Las situaciones no aparecen ordenadas jerárquicamente con valores compatibles, y lo agencial se configura en el mismo hacer. La sociología por la que apostamos no desfuturiza el futuro, y desenmascara las dos vertientes de las políticas anticrisis: su advertencia sobre la ingobernabilidad de los procesos sociales y sobre la irrupción del destino como tragedia se combina con su apertura a la novedad y a la continua reinstitucionalización de lo social -subrayada por el modelo de la acción creativa-, e inutiliza así cualquier acción encaminada a reintegrar órdenes desmoronados.
REFERENCIA LIBRO: en TEJERINA, B. y GATTI, G. (Eds.), Pensar la agencia en la crisis, Madrid, CIS, Colección ACADEMIA. 2016, págs. 185-203. ISBN: 978-84-7476-719-3
Un primer paso ciñe el campo semántico del concepto «crisis»: la idea de cambio vinculada a una ruptura (más o menos brusca) con lo establecido; incluye también una noción de orden: las crisis zarandean determinadas formas de organizar el mundo que triunfaron temporariamente como paradigmas y se ven cuestionadas y debilitadas cuando irrumpen sus flaquezas y fisuras, cuando entran en crisis. Así, la crisis de estos quinquenios de 2000 se suele identificar como una fortísima crisis económica con consecuencias múltiples sobre la convivencia: habría provocado en cascada consecuencias muy dramáticas y enormes desajustes sociales, rompedores de cierto orden social. Discutimos el presupuesto: que con anterioridad, cupiera interpretar nuestro entorno desde las seguridades de un mundo ordenado (en lo material y en su representación); y, en consecuencia, también esa idea simplista de orden y la expectativa de mantenerlo en el tiempo que esconde. La idea idónea de orden no es esa, porque lo social (vivo) es un ordenamiento in fieri (fluido y problemático). Y a esa obsesiva deformación mental del mundo como un orden tranquilo, a la que la humanidad es propensa, la llamamos “ilusión normativa” (o “normalita”).
La ganancia en sensibilidad que aporta el énfasis en la dimensión trágica revela los límites de todo ordenamiento. Las situaciones no aparecen ordenadas jerárquicamente con valores compatibles, y lo agencial se configura en el mismo hacer. La sociología por la que apostamos no desfuturiza el futuro, y desenmascara las dos vertientes de las políticas anticrisis: su advertencia sobre la ingobernabilidad de los procesos sociales y sobre la irrupción del destino como tragedia se combina con su apertura a la novedad y a la continua reinstitucionalización de lo social -subrayada por el modelo de la acción creativa-, e inutiliza así cualquier acción encaminada a reintegrar órdenes desmoronados.
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Se trata del estudio preliminar con el que el autor presentó su propia traducción del libro de Hans Joas, La creatividad de la acción, publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas en su Colección Clásicos Contemporáneos,... more
Se trata del estudio preliminar con el que el autor presentó su propia traducción del libro de Hans Joas, La creatividad de la acción, publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas en su Colección Clásicos Contemporáneos, Madrid, 2013.
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El trabajo aborda uno de los núcleos de mi línea de investigación en sociología fundamental. Esta primera síntesis [muy enlazada con los trabajos de 1999 y 2000 sobre todo] condensa algunas elaboraciones conceptuales que se vienen... more
El trabajo aborda uno de los núcleos de mi línea de investigación en sociología fundamental.
Esta primera síntesis [muy enlazada con los trabajos de 1999 y 2000 sobre todo] condensa algunas elaboraciones conceptuales que se vienen desplegando fecundamente en varias direcciones, tanto en una serie de tesis doctorales como en varias líneas de investigación colectiva del Grupo Cambios de la UPNA.
La principal propuesta/aportación directa es la de reelaborar los conceptos de socialidad, actividad social y colectiva, de identidad y de acción pública o política mediante la metáfora de la "intimidad de lo social".
Se avanza en la teoría sistemática por la vía de mayor potencial que ofrece la tradición post-meadiana, sustanciada en la teoría de la acción creativa y de la génesis de los valores de Joas, con la que sintonizo en gran medida.
Su expreso carácter de teoría de la gestión democrática destroza el prejuicio microsociologista que arrastra esta tradición.
En cualquier caso, y este es ya coto de mi estricta responsabilidad, mi idea es que si se presta atención a la actividad cooperativa en cuanto que se autoinfluye, cabe plantear, a partir de la constancia de esa influencia autoconfigurante, que la dimensión organizativa de los ámbitos de convivencia y la concomitante meta-función general de gobierno que aquella demanda, es decir, lo que se puede llamar la dimensión pública o plural de la convivencia, aparecen como
[la actividad social o conjuntiva por antonomasia].
Como en ellas se sustancia el efecto autodeterminante de la propia convivencia, por ello mismo conviene re-descubrirla como
[la intimidad de lo social].
Reparo, además, en que esa idea [de la referencia reflexiva de las actividades cooperativas hacia su propia autoconfiguración como ámbitos de actividad conjunta], enlaza con el poderoso concepto de identidad (creo que el mejor disponible) que encierra la noción de sí-mismo, y que reconstruye la idea de identidad como un proceso constante de reconstrucción de la forma que toma la relación personal con la propia vida o la de un colectivo con su historia.
[No obstante, esta perspectiva, cuya mejor virtud es el subrayado indispensable de las búsquedas identitarias como interiores a los ámbitos de convievencia debe corregirse con una rigurosa atención a la tríada sí-mismo/yo/persona que recibimos en su mejor ver de la psicología social que mejor ha heredado los avances post-freudianos y que voy encontrando en mi colaboración con el eminente psiquiatra amigo Narciso de Alfonso Arnau, aunque que aún no hayamos escrito sobre todo ello a día de hoy cuando publico este resumen. 2015/03/18].
Con tales ajustes la socialidad humana se entiende como un juego de convivencia cuya clave está en una coordinación u organización de las actividades que atienda a la realización conjunta de la diversidad de lo humano. De esa manera, la dimensión pública de lo social subraya lo social como ámbito general de la acogida y de la articulación de lo humano diverso, y potencia el reconocimiento de la socialidad como una diversidad englobante, en cuyos ámbitos parciales se pone en juego, ante todo, la calidad del convivir medido según la potenciación realizativa de todos sus miembros (mejor vida y más común: más ámbito convivencial).
Esta primera síntesis [muy enlazada con los trabajos de 1999 y 2000 sobre todo] condensa algunas elaboraciones conceptuales que se vienen desplegando fecundamente en varias direcciones, tanto en una serie de tesis doctorales como en varias líneas de investigación colectiva del Grupo Cambios de la UPNA.
La principal propuesta/aportación directa es la de reelaborar los conceptos de socialidad, actividad social y colectiva, de identidad y de acción pública o política mediante la metáfora de la "intimidad de lo social".
Se avanza en la teoría sistemática por la vía de mayor potencial que ofrece la tradición post-meadiana, sustanciada en la teoría de la acción creativa y de la génesis de los valores de Joas, con la que sintonizo en gran medida.
Su expreso carácter de teoría de la gestión democrática destroza el prejuicio microsociologista que arrastra esta tradición.
En cualquier caso, y este es ya coto de mi estricta responsabilidad, mi idea es que si se presta atención a la actividad cooperativa en cuanto que se autoinfluye, cabe plantear, a partir de la constancia de esa influencia autoconfigurante, que la dimensión organizativa de los ámbitos de convivencia y la concomitante meta-función general de gobierno que aquella demanda, es decir, lo que se puede llamar la dimensión pública o plural de la convivencia, aparecen como
[la actividad social o conjuntiva por antonomasia].
Como en ellas se sustancia el efecto autodeterminante de la propia convivencia, por ello mismo conviene re-descubrirla como
[la intimidad de lo social].
Reparo, además, en que esa idea [de la referencia reflexiva de las actividades cooperativas hacia su propia autoconfiguración como ámbitos de actividad conjunta], enlaza con el poderoso concepto de identidad (creo que el mejor disponible) que encierra la noción de sí-mismo, y que reconstruye la idea de identidad como un proceso constante de reconstrucción de la forma que toma la relación personal con la propia vida o la de un colectivo con su historia.
[No obstante, esta perspectiva, cuya mejor virtud es el subrayado indispensable de las búsquedas identitarias como interiores a los ámbitos de convievencia debe corregirse con una rigurosa atención a la tríada sí-mismo/yo/persona que recibimos en su mejor ver de la psicología social que mejor ha heredado los avances post-freudianos y que voy encontrando en mi colaboración con el eminente psiquiatra amigo Narciso de Alfonso Arnau, aunque que aún no hayamos escrito sobre todo ello a día de hoy cuando publico este resumen. 2015/03/18].
Con tales ajustes la socialidad humana se entiende como un juego de convivencia cuya clave está en una coordinación u organización de las actividades que atienda a la realización conjunta de la diversidad de lo humano. De esa manera, la dimensión pública de lo social subraya lo social como ámbito general de la acogida y de la articulación de lo humano diverso, y potencia el reconocimiento de la socialidad como una diversidad englobante, en cuyos ámbitos parciales se pone en juego, ante todo, la calidad del convivir medido según la potenciación realizativa de todos sus miembros (mejor vida y más común: más ámbito convivencial).
Resumen El núcleo de la propuesta del trabajo del 99 [Una socialidad y una personalidad...], llamado a explicitarse en los siguientes, encuentra en éste el ejemplo más claro de avance en un ángulo determinado pero máximamente medular.... more
Resumen
El núcleo de la propuesta del trabajo del 99 [Una socialidad y una personalidad...], llamado a explicitarse en los siguientes, encuentra en éste el ejemplo más claro de avance en un ángulo determinado pero máximamente medular. Sobresale la propuesta específica de un concepto de “identidad” renovado, que se ofrece como recurso principal para interpretar los dilemas novedosos que irrumpen en la llamada “sociedad red”, que al “conectarse” parece “agolpar” trágicamente identidades. La virtud de ese concepto, que mira en directo a la tensa relación que una persona o un colectivo mantiene con su propia vida o su historia, es que facilita una imagen extremadamente móvil y tensa de la recursividad de lo social y hace más patente la inevitable centralidad del concepto de socialidad en acción autotransformadora y, a la vez, la de la política como dimensión y arte articuladora que se erige en la “intimidad” misma de lo social. Pero también contribuye a ello la sugerencia que se hace de una forma inédita de comprensión del lenguaje como institución.
El núcleo de la propuesta del trabajo del 99 [Una socialidad y una personalidad...], llamado a explicitarse en los siguientes, encuentra en éste el ejemplo más claro de avance en un ángulo determinado pero máximamente medular. Sobresale la propuesta específica de un concepto de “identidad” renovado, que se ofrece como recurso principal para interpretar los dilemas novedosos que irrumpen en la llamada “sociedad red”, que al “conectarse” parece “agolpar” trágicamente identidades. La virtud de ese concepto, que mira en directo a la tensa relación que una persona o un colectivo mantiene con su propia vida o su historia, es que facilita una imagen extremadamente móvil y tensa de la recursividad de lo social y hace más patente la inevitable centralidad del concepto de socialidad en acción autotransformadora y, a la vez, la de la política como dimensión y arte articuladora que se erige en la “intimidad” misma de lo social. Pero también contribuye a ello la sugerencia que se hace de una forma inédita de comprensión del lenguaje como institución.
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El Consejo Editorial del CIS me encargó en 2007 la edición de ese relevante libro clásico de Mead. [Una obra póstuma, sí, pero también lo más parecido a un libro del propio Mead que se haya publicado. En Francia se tradujo con buen tino... more
El Consejo Editorial del CIS me encargó en 2007 la edición de ese relevante libro clásico de Mead. [Una obra póstuma, sí, pero también lo más parecido a un libro del propio Mead que se haya publicado. En Francia se tradujo con buen tino como Filosofía de la socialidad].
Se me pidió un extenso estudio preliminar ( a la vez, que su exigentísima traducción).
Dicho estudio lo abordé queriendo que expresara la significatividad del libro en el conjunto de la aportación de Mead a las ciencias sociales, y que mostrara su directa conexión con las aportaciones actuales de mayor potencial para la teoría general de la socialidad y de la acción colectiva.
Sostengo que la concepción sociológica de Mead “del nexo entre individualización y socialización” (Joas) supera los enfoques clásicos que confunden “la sociedad” con su estructuración reglamentada, y la oponen a la libertad y a la creatividad individual y colectiva. La etiqueta microsociológica que arrastra su recepción pierde de vista su hallazgo de que "no existe ni la individualidad extrasocial ni la socialidad supraindividual".
Es el desafío, de rotundo alcance sociológico, que Mead enfrenta con su imponente imagen de lo social como un “organismo de personalidades” que sólo se afirma (como conjunto) con la afirmación plena y simultánea de esas personalidades diferenciadas (o de las realidades colectivas parciales), que se nutren de él y lo constituyen.
Las ciencias sociales necesitan ese modelo, que distingue los niveles de explicación referidos a lo individual y los relativos a lo social sin diluir ninguno de ellos; un modelo que hace ver cómo la socialidad, el juego social, es susceptible, simultáneamente, de expandirse en la voluntariedad creativa de las acciones personales [al afirmar la identidad e incluso la intimidad del yo] y de incrementar el reconocimiento y la afirmación solidaria de lo otro (el otro generalizado) como propio.
Tal sería la exigencia de la sociología, con un nivel de generalidad que impide identificar los procesos de cambio social con la diferenciación, y que renueva el concepto de institucionalización. Ahí mismo arraiga la idea de que la convivencia, como la actividad científica, se pone en juego entera en cada “presente”, que salta a un futuro desconocido y reabre el pasado.
Los delicados avances epistemológicos que ocuparon a Mead ofrecen un encuadre exquisito para esa sociología: la interpretación (postpositivista) de la causalidad y del tiempo a partir de los avances de la física einsteiniana, y la prolongación de las inesquivables pesquisas postdawinianas sobre la realidad natural de la emergencia de la mente humana, que anidan en su insólita sensibilidad para poner de relieve la capacidad de respuesta inédita, creativa, de los seres humanos, en cuya socialidad la historia natural se vuelve autoconsciente con el propio despertar de la conciencia humana como parte de la historia natural. Un horizonte ilimitado para la investigación actual.
Se me pidió un extenso estudio preliminar ( a la vez, que su exigentísima traducción).
Dicho estudio lo abordé queriendo que expresara la significatividad del libro en el conjunto de la aportación de Mead a las ciencias sociales, y que mostrara su directa conexión con las aportaciones actuales de mayor potencial para la teoría general de la socialidad y de la acción colectiva.
Sostengo que la concepción sociológica de Mead “del nexo entre individualización y socialización” (Joas) supera los enfoques clásicos que confunden “la sociedad” con su estructuración reglamentada, y la oponen a la libertad y a la creatividad individual y colectiva. La etiqueta microsociológica que arrastra su recepción pierde de vista su hallazgo de que "no existe ni la individualidad extrasocial ni la socialidad supraindividual".
Es el desafío, de rotundo alcance sociológico, que Mead enfrenta con su imponente imagen de lo social como un “organismo de personalidades” que sólo se afirma (como conjunto) con la afirmación plena y simultánea de esas personalidades diferenciadas (o de las realidades colectivas parciales), que se nutren de él y lo constituyen.
Las ciencias sociales necesitan ese modelo, que distingue los niveles de explicación referidos a lo individual y los relativos a lo social sin diluir ninguno de ellos; un modelo que hace ver cómo la socialidad, el juego social, es susceptible, simultáneamente, de expandirse en la voluntariedad creativa de las acciones personales [al afirmar la identidad e incluso la intimidad del yo] y de incrementar el reconocimiento y la afirmación solidaria de lo otro (el otro generalizado) como propio.
Tal sería la exigencia de la sociología, con un nivel de generalidad que impide identificar los procesos de cambio social con la diferenciación, y que renueva el concepto de institucionalización. Ahí mismo arraiga la idea de que la convivencia, como la actividad científica, se pone en juego entera en cada “presente”, que salta a un futuro desconocido y reabre el pasado.
Los delicados avances epistemológicos que ocuparon a Mead ofrecen un encuadre exquisito para esa sociología: la interpretación (postpositivista) de la causalidad y del tiempo a partir de los avances de la física einsteiniana, y la prolongación de las inesquivables pesquisas postdawinianas sobre la realidad natural de la emergencia de la mente humana, que anidan en su insólita sensibilidad para poner de relieve la capacidad de respuesta inédita, creativa, de los seres humanos, en cuya socialidad la historia natural se vuelve autoconsciente con el propio despertar de la conciencia humana como parte de la historia natural. Un horizonte ilimitado para la investigación actual.