Mercantilización De La Cultura

Tesis presentada para obtener el título de Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Se analiza el proceso histórico que llevó a los grupos rurales y especialmente los grupos indígenas a la mercantilización de su cultura. Especialmente, se aborda el análisis de dos programas realizados por el gobierno de México: por un lado la campaña turística internacional "Vive México" y por otro el programa nacional "Pueblos Mágicos" en la que se pueden encontrar similitudes en tanto ambos programas son parte del proceso  de mercantilización cultural a través del turismo.

Este artículo analiza el jaripeo considerando dos aspectos interrelacionados. El primero se refiere al proceso de profesionalización, en el cual se han incorporado instrumentos en la monta que han mejorado la calidad del espectáculo, pero incrementado el riesgo del jinete. Argumento que este mecanismo de violencia y la posibilidad de la muerte del jinete hacen más atractivo el espectáculo. El segundo se refiere al jaripeo como espectáculo social que contiene y genera estereotipos raciales y de clase, para lo cual se realiza una comparación con la charrería y se presentan algunas reflexiones sobre la cultura ranchera relacionada con estos espectáculos. Este estudio se sustenta en los datos recabados mediante entrevistas y trabajo de campo en tres municipios del suroeste de Puebla, México (Piaxtla, Axutla y Tulcingo). En esta región, los jaripeos se han profesionalizado con mayor fuerza desde los años noventa como una actividad ligada a la ganadería.

A b s t r a c t This article examines jaripeo (bull riding) through two interrelated elements. On the one hand, I analyze the professionalization process of jaripeo, through the use of special tools, which even though have helped improve the quality of the spectacle, have also created a greater risk for the bull rider. I argue that this mechanism of violence has generated a greater appeal, and fascination among the public, and the development of the business. On the other hand, I describe jaripeo as a social spectacle that illustrates racial and class stereotypes in comparison with Mexican charrería. This view of the spectacle reflects the inequalities of today's Mexican society. This research is based on data collected in three villages in the southwest of Puebla, Mexico (Piaxtla, Axutla, and Tulcingo). In this region, jaripeos have become professionalized with greater forcesince the 1990s in relation to the cattle breeding economy.

En este trabajo buscamos presentar a la Ley Rouanet como principal
política cultural del Estado brasileño actual y analizar las consecuencias de su forma de operación en las propuestas artístico-culturales. Consideramos que un determinado tipo de política cultural direcciona y permite, como tendencia, un tipo específico de creación. Así, la Ley Rouanet, que posibilita el patrocinio de propuestas artísticoculturales
por medio de la renuncia fiscal de empresas públicas y privadas, está
inmersa en un entramado de relaciones entre los productores culturales, el Estado brasileño y las empresas financiadoras. Buscamos evidenciar algunas consecuencias de esta forma de funcionamiento, tratando a la cultura como imbricada en el ámbito de lo político –planteamiento central de los Estudios Culturales británicos–, desde una perspectiva interdisciplinaria que considera principalmente a la sociología del arte y de la cultura y la teoría crítica latinoamericana. Tocamos temas como el Estado dependiente latinoamericano –a partir del caso brasileño–, la subyugación de los proyectos a dinámicas mercantiles y las prácticas artístico-culturales como acciones comunicativas que imprimen sentido a nuestra realidad.

Coincidiendo con la reforma universitaria española, que llega con la creación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), también conocido como Proceso de Bolonia, algunos antropólogos claman para sí y la disciplina que profesan un protagonismo, hasta ahora denegado, en la organización de la mediación cultural, el codesarrollo, el patrimonio cultural, la cooperación al desarrollo en los Países del Sur, o el desarrollo local en las regiones y nichos socioeconómicos de la periferia occidental. Las cartas de presentación que en los portales digitales universitarios explican la utilidad sociolaboral de los nuevos títulos de grado en antropología sociocultural dan razón de ello. Podemos explicar este reclamo desde dos posiciones contrapuestas: desde la acción cultural militante; o desde los modelos de gestión administrativa. Los activistas culturales defienden que la cultura es un terreno donde intervenir en aras de un compromiso solidario con la justicia social, y proponen actividades culturales alternativas, políticamente críticas y contestatarias, desafiantes de las pautas y modelos socioculturales reinantes. En contra de esta tesis están las grandes empresas y sociedades anónimas de nuestros días. Las compañías económico-financieras apelan a la libertad de mercado, esto es, al intercambio comercial sin sujeción a las prescripciones políticas de los Estados ni al control civil de las asociaciones ciudadanas. Asimismo, preconizan una imagen pública de sí mismas en la que la esfera económica se circunscribe a un mero asunto de calidad, de buena o mala gestión y administración de los recursos disponibles. Significativamente, esta visión gestora de la economía se ha extendido al campo de la cultura, la política y la educación.

Carmen Hernández. 2008. "Introducción" y "La mercantilización de la cultura y la práctica artística como rebeldía discursiva", en Carmen Hernández (Coordinadora): I Coloquio Crítica de arte: prácticas institucionales y artísticas en la contemporaneidad, Editado por el Iartes, Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Caracas, pp. 7-14 y 72-86. Ponencia presentada en el Coloquio Crítica de arte: prácticas institucionales y artísticas en la contemporaneidad, Iaime, Valencia, estado Carabobo, 27 de mayo de 2007

Resumen
Este título corresponde de una reflexión sostenida sobre el escepticismo que se observa en algunos críticos contemporáneos con relación al papel positivo que podría jugar el arte en la actualidad, en momentos en que se observan crecientes procesos de mercantilización de la cultura, que han afectado su comprensión como fenómeno reflexivo, liberador y de disfrute.
La producción simbólica o las prácticas artísticas que todavía se inscriben en las convicciones de imaginar un mundo mejor, en un amplio sentido, ya sea cuestionando estructuras dominantes o imaginando formas más generosas, sin compromisos previamente establecidos, son aquellas que podrían reconocerse como prácticas artísticas diferenciadas, porque se desenvuelven de manera relativamente autónoma frente a la escala valorativa del mercado y del sistema categórico del mundo académico, dos de los ámbitos más determinantes en su posible sumisión.
Dentro de esa tendencia crítica se inscriben numerosas propuestas que no presentan una homogeneidad estilística ni territorial, pero coinciden en abordar de manera directa o indirecta el derecho a la diferencia como una disputa simbólica que, en el campo artístico, se sustenta en un rechazo a las tradicionales perspectivas de universalidad y se activa como un deseo de hacer visibles signos culturales específicos, asociados a problemas identitarios, muchas veces entroncándose con diferencias étnicas, de género y de clase social.
Propongo que algunas prácticas artísticas sean vistas como discursividades que asumen una lucha por la redistribución del poder y su acción política o de intervención, puede ser entendida como la manera de ofrecer visibilidad a aquellas formas que han quedado postergadas por los modelos dominantes de ciudadanía y que, de manera deliberada o no, se cuestiona el rol diferenciador que el campo del arte ejerce en lo social (cuando asigna una diferencia distintiva entre los sujetos) y en el sistema valorativo de mercado (cuando jerarquiza los objetos culturales). Estas prácticas artísticas que asumen un rol emancipatorio con respecto a las reglas establecidas, desestabilizan la supuesta autonomía del campo artístico y su condición autorreferencial como lugar de prestigio, para incorporar nuevas textualidades, sujetos y prácticas.
Las prácticas artísticas concebidas como resistencia cultural comprenden, como primer paso, los obstáculos que deben enfrentar al formar parte de un sistema que distribuye lugares de poder y por ello, parte de sus objetivos se dirigen a erosionar el arte como categoría diferenciadora (en lo social y en lo valorativo) y problematizan el propio sistema desde su interior al recurrir a estrategias representacionales dislocadoras, a la vez que pueden involucrar a otros actores sociales en una labor de resignificación de ciudadanía. Además, algunas de estas prácticas que llegan a trabajar directamente con los actores sociales, no abandonan los espacios institucionalizados del arte para ejercer también acciones dentro del sistema.

En el presente trabajo queremos rastrear la lógica economicista y productivista que, en buena medida, definió el desarrollo de la modernidad occidental. Y para ello recurriremos a tres figuras muy distantes entre sí que, sin embargo, nos ofrecen de distinto modo y en diferentes contextos un contrapunto muy nítido a esa misma lógica. En ese sentido, creemos que la filosofía económica de Aristóteles, la intervención crítica de Karl Polanyi y algunos saberes del universo cultural prehispánico vinculados a la noción quichua de Sumak Kawsay, representan tres contrafiguras muy potentes de ese devenir social y espiritual propiciado por el triunfo arrollador de la economía de mercado y de la visión del mundo a ella vinculada. Trataremos de mostrar el hilo conductor que subyace a tres pensamientos tan alejados en el tiempo y en la geografía, toda vez que en ellos encontraremos elementos comunes que pueden ser empleados para construir un dibujo preciso y una crítica fundada de los desmanes de esa lógica economicista y productivista propia de las modernas sociedades de mercado.

Espacio, fiesta y turismo en Tlacotalpan, Veracruz ROSALBA QUINTANA BUSTAMANTE* INTRODUCCIÓN S EGÚN HENRI LEFEBVRE, el espacio se produce según los tiempos que imponen los modos de producción de cada época. 1 Hoy en día, el tiempo que nos orienta es el de la globalización, en cuyos objeti-vos se encuentra la terciarización de la economía, como el sector turístico. Pero este tiempo está marcado por la expansión global del capitalismo, el cual ha encontrado nuevas formas de resolver la sobreacumulación del capital , como la capitalización de todo bien que se pueda comerciar. David Harvey se ha referido a este proceso como acumulación por desposesión, para decir que la acumulación originaria del capital sigue vigente y es continua. 2 Vigente mediante procesos de desposesión contemporáneos, como puede ser la desposesión de recursos naturales, de derechos sociales, de instituciones públicas y de prácticamente todo lo que se pueda capitalizar. Por ello, las cosas que antes se consideraba que no tenían ningún valor para el capital, como bienes patrimoniales, prácticas culturales, creencias religiosas y hasta identidades, están siendo retomadas y reconfiguradas para transformar su valor de uso por su valor de cambio. 3 El presente artículo sigue la línea planteada por Ángeles López y Gus-tavo Marín en cuanto a los procesos de mercantilización de la cultura, 4 para entender los cambios socioculturales, políticos y económicos de la fiesta de la Virgen de Candelaria, pero en relación a la producción del espacio turístico de Tlacotalpan. Al respecto, los autores explican que la

La industria turística actual, en concordancia con los modelos productivos post-fordistas, ofrece al viajero como factor decisivo en su elección de destino de viaje, lo que ha denominado experiencias turísticas valiosas. Tales experiencias se promueven como
únicas e irrepetibles, por lo tanto, de alto valor para el turista, en las que la cultura local en los diversos sitios de destino turístico juega un rol protagónico.
En el presente documento se argumenta conceptualmente y haciendo referencia al caso de la isla de Cozumel, que existe al menos un modo de experiencia turística, el denominado de interés, que es compatible con el proceso de mercantilización de la cultura, en la cual el valor simbólico original es reemplazado por el valor comercial de los
productos culturales.
La industria turística mercantiliza la cultura con la finalidad de ofrecer
experiencias de valor para el turista, lo cual pudiera verse como  paradójico, no obstante, resulta totalmente pertinente cuando se trata de producir una experiencia turística de interés.

El fútbol representa una de las mayores pasiones de la cultura popular argentina. Pero antes de significar una pasión, este deporte se desarrolla en los barrios como un juego. Como consecuencia de la extremada profesionalización e industrialización de la disciplina, los valores comunitarios asociados al fútbol recreativo ceden terreno ante los intereses capitalistas de lucro. El siguiente trabajo propone analizar la mercantilización de niños que juegan al fútbol en organizaciones comunitarias, vecinales y barriales.

Primer i darrer paràgrafs en comptes de resum:

El 1988 el director de cinema i fotografia australià Dennis O’Rourke donà a conèixer Cannibal Tours, un documental amb bones dosis de ficció que havia filmat onze anys abans, al 1977, al llarg de les ribes del sud del riu Sepik a Papua Nova Guinea. El film tracta del viatge fluvial que realitza un grup relativament reduït de turistes benestants d’origen europeu i nord-americà i de com aquests es relacionen amb els habitants papus locals de l’ètnia iatmul que es van trobant pels poblats visitats. Sense entrar en afirmacions polítiques explícites, bona part del documental està dedicat a mostrar el passat idealitzadament bàrbar dels iatmul, pe. les seves extingides pràctiques caníbals.
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Per si no fos poc, aquesta comercialització dependrà cada cop més d’àmbits de decisió individuals. Aquí, com amb els papus de Cannibal Tours, la relació econòmica no s’amaga però encara hi trobam continuïtats amb les representacions nadiues d’IBATUR i de l’Arxiduc; com ara el fet que la fidelitat turística és un afer intern abans que no pas extern. I és que la comercialització turística dels habitatges necessita de  la participació activa dels petits propietaris rendistes fins a l’extrem de fer de la seva col·laboració un col·laboracionisme incondicional. Ja els hi hem donat els paisatges i les cases, ara només és qüestió de temps per a que ens fotografiïn els cossos i, qui sap?, que se’ls mengin.