Urbanismo Popular

Este trabajo, en el campo más amplio de área de saber, en un primer nivel apunta a contribuir al debate sobre la necesidad de revisión del urbanismo y de las investigaciones urbanas y territoriales como campo disciplinar, especialmente en el contexto de las ciudades latinoamericanas (Pradilla, 2009, Novick, 2017).
En el marco del proceso de urbanización popular, y en el limitado y modesto espacio de una ponencia, la experiencia que aquí desarrollaremos implica a la siguiente pregunta: ¿En qué medida el campo de la teoría, métodos y prácticas de las denominadas tecnologías de inclusión social pueden contribuir a enriquecer la discusión sobre el problema de la democratización de la gestión urbana?
Se aplicarán métodos de análisis morfogenéticos territoriales y de las tecnologías de inclusión social en formatos de socio-gramas de redes de gestión que se desarrollarán en tres apartados: 1- Tecnologías de inclusión social: definiciones operativas a esta experiencia territorial; 2- Problemáticas de un sector excluido: barrio Nuevo Golf - Mar del Plata; 3- Resultados de una experiencia empírica: desarrollo de materiales, en base al rol de los vecinos, redes y procesos materiales.

En las periferias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se viene imponiendo desde los años 1990 un patrón de urbanización fragmentado y polarizado socioeconómicamente, observable incluso a pequeña escala. La expansión urbana dispersa y en baja densidad de sectores de ingresos altos mediante urbanizaciones cerradas se contrapone a la falta de producción de suelo y vivienda para los sectores populares y la consecuente urbanización precaria mediante loteos irregulares y asentamientos informales. Esto tiene como correlato el reparto profundamente desigual de los costos y beneficios económicos, sociales y ambientales del proceso de urbanización.
El objetivo de este trabajo es analizar la tensión entre dichos procesos tomando como referencia el conflicto territorial que se viene desarrollando desde el mes de julio de 2020 en la localidad de Guernica (municipio de Presidente Perón, zona sur del AMBA), que involucra a unas dos mil familias que luchan por el acceso al suelo y a la vivienda mediante la ocupación de 98 ha de tierras, parte de las cuales son reclamadas por una firma inmobiliaria que busca destinarlas a la construcción de un complejo de barrios cerrados. En primer lugar, a través del análisis de imágenes satelitales, se describe el avance de las urbanizaciones cerradas a nivel metropolitano en general, y en la zona sur en particular, durante las dos últimas décadas. Se destaca en ese sentido el notable impacto que viene teniendo en las tendencias de cambio en los usos del suelo la extensión del Camino del Buen Ayre hasta la Ruta Provincial N° 2. Esta obra, denominada Autopista Juan Domingo Perón y actualmente en ejecución, afecta las condiciones de accesibilidad y valorización de toda una franja de territorio que hasta hace pocos años estaba fuera del interés de los desarrolladores inmobiliarios de urbanizaciones cerradas. En segundo lugar, se describen los principales aspectos territoriales del conflicto de Guernica, identificando los actores e intereses en disputa y las características de los nuevos barrios generados a partir de la ocupación. Finalmente, se analizan algunos de los instrumentos de la ley provincial 14.449 de Acceso Justo al Hábitat que podrían aplicarse para encarar una solución al conflicto. Los mismos constituyen la base de un proyecto de urbanización elaborado desde las organizaciones sociales y el cuerpo de delegados y delegadas, a través de una Comisión de Urbanismo, el cual fue presentado ante la justicia y el poder ejecutivo provincial.
La principal conclusión es que el conflicto de Guernica expresa la tensión entre dos modelos divergentes de producción de la ciudad: por un lado, el de los capitales inmobiliarios volcados a la expansión urbana dispersa y en baja densidad mediante urbanizaciones cerradas para sectores de ingresos altos y, por otro lado, el camino que marca la urbanización popular que, basado en el consenso, la cooperación y el apoyo de los movimientos sociales, apunta a producir una ciudad integrada e inclusiva que sea capaz de albergar y satisfacer las necesidades de las mayorías.