A través del tiempo
Por Shawna Delacorte
()
Información de este libro electrónico
Habían pasado quince años desde que Ry Collier le rompiera el corazón siendo sólo una adolescente. Quince años durante los que Ry había amasado una fortuna y Jean Summerfield se había convertido en una mujer impresionante que, a juzgar por la cara de Ry al verla, poco tenía que ver con la torpe jovencita de otro tiempo. Pero no tardó en darse cuenta de por qué aquella cara le resultaba tan familiar y, a pesar del pasado, se acostaron juntos. Y aquello trajo consecuencias...
Shawna Delacorte
Shawna Delacorte is from Los Angeles, California. It may sound a little weird, but she started her writing career as a photographer. While trying to market her photographs, she found that she had a better chance of having them published in magazines if they were accompanied by articles. So...she started writing. Non-fiction articles at first such as travel destination pieces, then she tried her hand at fiction. The result was twenty-one published novels with Harlequin Intrigue and Silhouette Desire. Over the last few months, Harlequin has reissued 13 of her backlist titles in ebook. Shawna loves to travel and has renewed her interest in photography. In some ways making the change from film to digital is like starting all over again. And that's just camera operation. Add to that all the computer graphics and effects that need to be mastered.
Lee más de Shawna Delacorte
Un compromiso inevitable Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con A través del tiempo
Títulos en esta serie (100)
Un viejo amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesProposición de matrimonio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5MENTIRAS PERFECTAS Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPor una apuesta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVolveré a seducirte Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Aventura de escándalo: 'La seducción del dinero' Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesComo la primera vez Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Pasión argentina: 'La seducción del dinero' Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesALGO IRRESISTIBLE Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLealtad o chantaje: 'La seducción del dinero' Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl príncipe de sus sueños Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Seducida por el millonario Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEres para mí - El amor del jeque Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El rey ilegítimo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rumor imposible Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTreinta días de romance Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Amante en la oficina Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Embarazada del playboy - Propuesta de matrimonio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Profunda atracción Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El amor del multimillonario Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBELLA Y VALIENTE Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Entre las sábanas del italiano Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El príncipe de mis sueños Calificación: 5 de 5 estrellas5/5NOTAS DE SEDUCCIÓN Calificación: 1 de 5 estrellas1/5A primera vista Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn amor impulsivo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5No dudes de mí Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDOMAR A UN JEQUE Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La seducción del jeque Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La venganza del príncipe Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Libros electrónicos relacionados
Para protegerte y amarte Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuando te conocí Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Intensa pasión Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNoche de amor en Río Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDespués del resplandor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos besos del príncipe Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Su gran secreto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBajo las sábanas: Los Danforth (4) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNoche robada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSeducción a medianoche Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl príncipe secreto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRendición ardiente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTrayecto hacia el deseo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOcurrió en una isla Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un secreto desvelado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstrella de corazones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Robar un corazón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna isla en el corazón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa noche inolvidable Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPLANES ROTOS Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Citas arriesgadas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn busca de una princesa: Entre la realeza (2) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn secreto millonario Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa cantante y el millonario Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna familia feliz Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna noche para el recuerdo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Chantajes y secretos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn sentimiento especial Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn favor muy íntimo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Besos en Navidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Romance contemporáneo para usted
La Asistente Virgen Del Billonario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un orgullo tonto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Después de Ti: Saga infidelidades, #1 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La esposa olvidada Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Fiesta de empresa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Vendida al mejor postor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Soltero más Codiciado de Atlanta Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Matrimonio por contrato: Lorenzo Bruni, #2 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dos Mucho para Tí Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Déjame amarte. Los hermanos Montgomery: Los hermanos Montgomery Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una noche con ella Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vaya vaya, cómo has crecido Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Todo es posible... menos tú Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Padre a la fuerza Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una virgen para el billonario Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Tres años después Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un capricho del destino Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Resiste al motero Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La cabaña Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDrácula: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una y mil veces que me tropiece contigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las tres reglas de mi jefe Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Sin compromiso Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Al Borde Del Deseo: Romance Contemporaneo: Los Secretos Del Multimillonario, #1 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un café con sal Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Salvada Por El Alfa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Rey Oscuro: La Cosa Nostra, #0.5 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un trato con el billonario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Matrimonio de conveniencia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para A través del tiempo
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
A través del tiempo - Shawna Delacorte
Editado por Harlequin Ibérica.
Una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Núñez de Balboa, 56
28001 Madrid
© 2003 SKDennison, Inc.
© 2015 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
A través del tiempo, n.º 1283 - julio 2015
Título original: Having the Best Man’s Baby
Publicada originalmente por Silhouette® Books
Publicada en español 2004
Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial.
Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.
® Harlequin, Harlequin Deseo y logotipo Harlequin son marcas registradas propiedad de Harlequin Enterprises Limited.
® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia.
Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.
Imagen de cubierta utilizada con permiso de Harlequin Enterprises Limited. Todos los derechos están reservados.
I.S.B.N.: 978-84-687-6879-3
Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.
Índice
Portadilla
Créditos
Índice
Capítulo Uno
Capítulo Dos
Capítulo Tres
Capítulo Cuatro
Capítulo Cinco
Capítulo Seis
Capítulo Siete
Capítulo Ocho
Capítulo Nueve
Epílogo
Si te ha gustado este libro…
Capítulo Uno
Jean Summerfield se quedó helada. Sintió que no podía respirar. Lo vio en cuanto entró en el salón del hotel donde se estaba celebrando la fiesta. Se quedó mirando aquel rostro entre la multitud de invitados. Inmediatamente, dolorosos recuerdos se apoderaron de ella. El corazón le dio un vuelco y se le secó la boca.
No podía ser… Ryland Collier… No podía ser después de tantos años. Ry Collier… el chico que la había humillado y le había roto el corazón hacía quince años.
–¿Te pasa algo, Jean? Te has quedado como si hubieras visto a un fantasma.
Jean giró la cabeza hacia su mejor amiga, Susan Brundage.
–Yo… eh… sí, no. Estoy bien. Me había parecido ver a alguien que conocía, pero me he equivocado.
Volvió a mirar en la dirección en la que estaba Ry. El estómago se le hizo un nudo. La garganta, también. Creía haber olvidado el pasado, pero en una fracción de segundo las inseguridades de la adolescente que había sido, sin pecho y gordita, volvieron a apoderarse de ella.
Susan la tomó del brazo y la sacó de sus pensamientos.
–Te quiero presentar a una persona. Acaba de llegar esta tarde de Chicago –rió su amiga–. Es el típico chico al que tu madre te advierte que no te debes acercar, ¿sabes? Es un guapo, encantador y con mucho dinero. Una combinación peligrosa, desde luego. ¿Y sabes qué? ¡Es soltero!
A medida que avanzaba guiada por Susan hacia el hombre que había creído que nunca volvería a ver, Jean sintió que el nudo del estómago se le hacía cada vez más prieto.
Tomó aire para tranquilizarse, pero no le sirvió de nada. Notó que se le tensaban todos los músculos del cuerpo y se dio cuenta de que no sabía qué iba a pasar.
–Ry, te quiero presentar a mi madrina de boda, Jean Summerfield. Jean, éste es el padrino de Bill, Ry Collier. Me apetecía mucho que os conocierais porque os vais a ver mucho esta semana, hasta que llegue la boda.
Una sonrisa de lo más sensual iluminó los atractivos rasgos de Ry y un brillo especial se apoderó de sus ojos color plata mientras hacía un balance del cuerpo de Jean.
–Es un placer conocerte, Jean –le dijo extendiendo la mano.
Jean se la estrechó. Al instante, sintió una descarga por todo el cuerpo y se apresuró a retirarla, aliviada porque no la hubiera reconocido.
Tal vez, el doloroso trauma del pasado no saliera a la luz después de todo.
–El placer es mío –sonrió recobrando la compostura.
–¿De verdad? –bromeó Ry con una inmensa sonrisa–. Vamos a tener que hablar más detenidamente de este asunto del placer –rió–. ¿Bailas?
La agarró de la mano, la condujo a la pista de baile y la tomó entre sus brazos. No había dado muestras de conocerlo, pero Ry estaba seguro de que sus caminos se habían cruzado en algún momento.
Claro que si hubiera conocido a una mujer tan bella jamás la habría olvidado. ¿Cómo olvidar aquella melena castaña, aquellos ojos color miel y una figura que el amplio traje de chaqueta que llevaba no podía esconder?
Al instante, sintió una punzada en el pecho y supo que aquella mujer era mucho más que una mujer para pasar el rato. Sabía que la conocía de algo, pero no era capaz de recordar de qué.
Lo que sí estaba claro era que había despertado su libido.
Cuando percibió su delicado perfume, no pudo evitar quedarse prendado. Bailar con ella le había subido la tensión arterial por las nubes, seguro.
Había algo en Jean que le había llamado poderosamente la atención y le había hecho desear mucho más que bailar con ella en una fiesta.
–Se supone que la novia tiene que ser el centro de atención, pero deja que te diga que la mujer más guapa de esta fiesta eres tú –susurró abrazándola un poco más.
Jean miró a su alrededor completamente turbada y sonrojada.
–Qué va –contestó–. Susan es guapísima. Con esa melena rubia que tiene y sus preciosos ojos azules… va a ser una novia espectacular.
–Me gusta más la madrina –insistió Ry dándose cuenta de que estaba avergonzada de verdad.
¿No se daba cuenta de lo guapa que era? ¿Sería que no estaba acostumbrada a que se lo dijeran? Nada que ver con las mujeres que solía conocer, muy preocupadas por su apariencia externa pero en absoluto de la interna.
Mientras bailaban, su mente retrocedió quince años. En el colegio, había una chica que le gustaba mucho. Tenía una belleza interna difícil de igualar y con ella Ry se sentía muy a gusto porque podían hablar de todo.
Sin querer, había acabado con aquella bonita amistad de forma tan rotunda como si le hubiera dicho que no quería volver a verla. Había pasado mucho tiempo, pero la angustia y la culpa seguían vivas dentro de él.
Ry apartó aquellos recuerdos negativos y concentró su atención en la preciosidad con la que estaba bailando.
–Es una idea buenísima, ¿verdad? –comentó–. Me refiero a dar una fiesta para que todos los invitados de la boda se conozcan antes de la ceremonia. ¿Hace mucho que conoces a Susan y a Bill?
–A Bill no porque llegó a Seattle hace cuatro años, pero Susan y yo somos las dos de aquí y nos conocemos hace más de ocho. Somos del mismo grupo de teatro. ¿Y Bill y tú?
–Fuimos compañeros de universidad en la UCLA. Compartimos habitación el primer año y nos hicimos inseparables. Sin embargo, cuando terminé, me fui a vivir a Los Ángeles porque allí es donde tengo mi empresa.
–¿A qué te dedicas?
–Analizo los procedimientos y los sistemas de gestión de las empresas, localizo las pérdidas de tiempo y activos y, según los datos de la operación, aconsejo cómo mejorar el negocio. Acabo de firmar un contrato para quedarme cuatro semanas aquí, en Seattle, a partir del lunes siguiente a la boda. ¿Y tú? ¿Qué haces aparte de dedicarte al teatro y a dejar con la boca abierta a los hombres?
Jean volvió a sonrojarse.
–Por favor, para ya. Me estás desconcertando –contestó intentando mantener la calma–. Soy directora de personal en una empresa de manufacturación –le explicó preguntándose qué la molestaba más, la facilidad con la que le soltaba los cumplidos o el hecho de que fuera él, Ry Collier, el que se los dijera.
Ry la apretó todavía un poquito más contra él de manera que sus cuerpos estuvieran pegados mientras bailaban.
Lo último que le apetecía era ponerse a hablar de trabajo con ella. Le pareció que las curvas de aquel cuerpo eran perfectas. Debía de ser su perfume lo que lo estaba volviendo loco porque estaba empezando a tener todo tipo de deseos sexuales.
Se moría por besarla, tomarla en brazos, depositarla en la cama más cercana y pasarse toda la noche haciéndole el amor de manera desaforada.
Tuvo que hacer un esfuerzo tremendo para volver a la conversación. Cuanto más tiempo pasaba, más convencido estaba de que se conocían de algo.
–Yo también soy de aquí –dijo buscando alguna reacción en ella.
Le pareció que se tensaba un poco, pero seguramente habían sido imaginaciones suyas.
Jean dejó que su mente divagara mientras bailaban.
Habían pasado quince años, pero por fin había conseguido bailar con Ry Collier. Tenerlo tan cerca resultaba intoxicante. Su magnetismo sensual era tan fuerte que la confundía. Todas las fantasías que había tenido sobre él se estaban cumpliendo, pero no era suficiente para borrar el dolor y la humillación de aquella noche de hacía tantos años.
Sintió una punzada en el corazón mientras volvía a la conversación.
–¿Quieres cenar conmigo? –le estaba preguntando Ry.
–¿Cómo? –contestó ella frunciendo el ceño.
–¿Por qué no nos despedimos de Bill y de Susan y nos vamos a cenar a un restaurante pequeño donde podamos conocernos mejor? –le propuso Ry–. O, mejor todavía, podríamos subir a mi suite y pedir al servicio de habitaciones que nos llevara la cena –añadió, acercándose tanto a su oído que a Jean le pareció sentir sus labios en el pelo.
Al instante, sintió una energía desconocida seguida de una oleada de recelo.
–¿Estás en este hotel? –consiguió decir–. Te debe de salir muy caro para tanto tiempo –comentó.
–Teniendo en cuenta que todas las celebraciones del enlace, incluida esta fiesta, la pedida y el banquete, se celebran aquí me pareció el mejor hotel para hospedarme. Además, he decidido quedarme también durante las cuatro semanas que voy a estar en la ciudad trabajando.
¿Cinco semanas en total? El recelo de Jean se tornó angustia. ¿Cómo iba a estar cinco semanas en contacto con él sin que el dolor y la humillación afloraran por algún sitio? Intentó tomar aire para calmarse.
Se dijo que el hecho de que él fuera a estar en la ciudad cinco semanas no quería decir que fueran a verse después de la celebración de la boda de sus respectivos amigos.
Al terminar la canción, salieron de la pista de baile.
–¿Qué me dices de la cena?