Elogio Roma Elio Aristides
Elogio Roma Elio Aristides
Elogio Roma Elio Aristides
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Buono-Core Varas, Raúl. “El elogio a Roma de Elio Arístides y su relación con Adriano y Antonio Pío frente al
problema de la romanización”. [en línea], Stylos, 14 (2005).
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consulta:..........]
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EL ELOGIO A ROMA DE ELlO ARÍSTIDES
Roma al Tercer Milenio: la pervivencia del Derecho Común, celebrado del 9 al 11 de mayo de
2005 en la Pontificia Universidad Católica Argentina "Santa María de los Buenos Aires".
1 A. PIGANIOL, en "La politique agraire d'Hadrian", Les empereurs romains d'Espagne. (Paris,
1965), pp. 135-146; R. SYME. Greeks lnvading the Roman Government. en "The Seventh
Stephen J. Brademas, Sr. Lecture", (Mass. 1982), pp. 9-28; Hadrian as Philhellene; Neg[ected
2 P. PETIT, La crise de [,Empire. (París, 1974); Le Haul Empire (27 avant J.-C.-161 apres J.
C.), (París, 1974).
dichas provincias, aunque sin dejar por ello de ayudar y proteger a ltalia3• Esta fue la
razón de que viajase continuamente por su Imperio con el objeto de conocerlo
personalmente, exaltando sus peculiaridádes positivamente. Este fue el motivo que
impulsó su política sistemática de urbanización de las regiones, que por su situación,
eran base de las principales fronteras militares, ~n un intento continuo por crear
nuevos núcleos de civilización y progreso y fijar la población.
Álvaro D'Ors afirma que, aunque Adriano sea de origen español, su ideología es
helenística, y su gobierno aplicó, desarrollándola, la idea de su predecesor César, la
basileia, que el tradicionalismo de Augusto había hecho abandonar. Hay que destacar
especialmente su ideal de leyes comunes y racionales, cuyo panegírico hará
Aristides4 • La política tiende a uniformar a Italia y a las provincias, para lo cual
adoptó una serie de medidas que propendieron a dar unidad al Imperio. Reorganizó
el consilium principis, convirtiéndolo en un órgano oficial y estable de gobierno, por
lo que a partir de ese momento es dificil precisar qué se debió a la acción directa del
soberano, y qué a sus consejeros. La misión de este consejo fue asistir al emperador
en materia jurídica; de ahí que los prefectos del pretorio, que presidieron el consilium
en ausencia del princeps, tuvieron cada vez más un carácter marcadamente jurídico
en vez que militar. Es en el seno del Consejo donde se. perfilaron y precisaron las
. leyes, y donde se determinaron las reglas permanentes del derecho. A las decisiones
así elaboradaS se les dio el nombre genérico de constítutiones, que puedéÍ1 ser, según
las circunstancias de su emisión, edicta, (prescripciones imperativas), decreta,
(sentencias de justicia), rescripta (respuestas a preguntas previamente formuladas), y
mandata (instrucciones dadas a los gobernadores provinciales). La creación de dos
escuelas de jurisconsultos, los Proculianos y los Sabinianos, desempeñaron un gran
papel en la unificación del mundo romano, sobre todo en un momento en que el
derecho de ciudadanía romana se extendió más y más por las provincias,
ofreciéndose, muchas veces, como un premio otorgado por servicios a quienes
previamente habían accedido al escalón administrativo de ciudadanos latinos carentes
del ius connubio Para permitir un más rápido ascenso a la ciudadanía, Adriano creó
además un derecho latino ampliado, según el cual, en las ciudades latinas a las que
se concedió este derecho, no fue necesario desempeñar una magistratura para ser
ciudadano, sino que bastaba con ser decurión; o sea, miembro del Senado local. Las
ventajas civiles y políticas de que gozaron los ciudadanos romanos, que fueron los
3M. J. ROSTOVTZEFF, Historia social y económica del Imperio Romano, (Madrid, 1937).
4A. D'ORS, en La signification et l'oeuvre d'Hadrian dans l'histoire du droit romain, en "Les
empereurs romains d'Espagne". Paris, 1965, pp. 147-161.
únicos que pudieron acceder a los puestos del Estado y apelar al Emperador en caso de
condena capital (ius provocationis), hizo que los provinciales, sobre todo en el
Occidente, buscasen en el servicio público, la equiparación a la clase de ciudadanos
romanos, que era la que dirigía los destinos del Imperio.
reduciendo los gastos. Entre el 133 y 136 fue procónsul en Asia, donde adquirió
experiencia, ganó prestigio y alcanzó una gran reputación. Fue muy generoso con las
ciudades de Asia donde se encontraba el mayor nivel de riqueza del Imperio. Renovó
los tratados con los reyes del Cáucaso e incluso recillió embajadas de Bactriana y de la
India, con quienes el comercio, que enlazaba con el de China, era entonces muy
floreciente, a juzgar por los conocimientos geográficos que poseía sobre la zona
Claudio Ptolomeo y que debían de remontar en buena medida a Marino de Tiro,
contemporáneo de Adriano. Los senadores de origen oriental . serán, entre los
provinciales, más mayoritarios que antes; alcanzaron, según las estimaciones de
Hammond, el 56,5 % del total 6 • De regreso en Roma, Adriano lo nombró miembro del
consejo imperial por sus cualidades personales y por la trayectoria en altos cargos
gubernativos; fue además, un rico e influyente senador. No tenemos información de su
preparación, participación y experiencia militar7 •
A los 51 años fue investido emperador, razón por la cual las fuentes elogian sus
cualidades personales, su humanidad, virtuosismo, moderación, rectitud, cortesía
capacidad de trabajo y el temperamento a la hora de tomar decisiones. Alejado del lujo
y del' ceremonial imperial vivió en sus propiedades rústicas, rodeado de la familia y
de algunos amigos. Limitó el uso de la tortura y se interesó por los esclavos obligando
a los propietarios a un buen comportamiento. Se preocupó también por la situación de
las mujeres y niños proporcionando los cuidados necesarios y oportunos. Julio
Capitolino, biógrafo de la Historia Augusta, señala que "llevó la dignidad imperial al
más alto grado de moderación"'. En su administración imperial sobresalió su carácter
humanitario en los problemas de la vida municipal9 .Continuador de la política de
Adriano, se preocupó particularmente del evergetismo imperiapo: congiarum,
donativum y los alimenta. Desarrolló gran cantidad de trabajos públicos entre los que
destacaron su preocupación por mantener las grandes vías del imperio, construcción
9 S. SEGENNI, "Antonino Pío e le cittA deIl'Italia", en Athenaeum, 89, (2001), pp. 355-405.
está obligado por una especie de moral de clase a la munificencia con sus ciudadanos"; ver P.
VEYNE. 1I pane e iI circo; Sociologia storiea e plUralismo politleo, trad. it Milán. 1984.
dans les cités de ['Oecident Roman (/61-244), Roma, 1984, pp. 699-712 ; F. JACQUES y J.
SCHEID, Roma e iI suo impero; Istituzioni, eeonomia, religione, Roma, 1992, pp. 416-424.
Las relaciones del emperador con el Senado fueron buenas, a pesar de los
desacuerdos que tuvo en sus inicios con la asamblea por ciertos actos en el gobierno de
Adriano. El Senado multiplicó sus pruebas de buena voluntad, concediendo honores al
príncipe y su familia, honores que Antonino Pío rechazó, con la excepción del
cognomen de Pius, que se le confirió oficialmente y que desde entonces figuró en su
titulación l2 . Es necesario que me detenga algunos segundos para. referirme a la
controversia que se ha generado con el calificativo de Pius, 'Pío'. Siguiendo la
narración de la Historia Augusta "el Senado le otorgó el nombre de Pío porque. ante
todos los senadores, ayudaba a levantarse a su suegro ya fatigado por la edad,
ofreciéndole su mano, aunque esto no constituye una prueba de piedad tan relevante
como para exhibir este título, puesto que es más bien impío quien no realiza estas
acciones, que piadoso el que cumple con lo que está obligado; o porque salvó a
aquellos a los que Adriano había obligado a darse la muerte cuando ya se hallaba
enfermo; o porque decretó que se tributaran a este emperador, contra la voluntad
.. genéral, infmitos e inm~nsos honores después de su muerte; o por'\,ue, cuando Adriar¡o
intentó suicidarse, consiguió que no lo llevara a efecto merced a que se le sometió a
una vigilancia intensa y meticulosa; o porque fue realmente clementísimo por
naturaleza y no realizó durante su vida ninguna maldad"13. Por su parte, Orosio nos
señala que "en el año 888 de la fundación de la ciudad fue nombrado emperador, en
decimotercer !ugar después de Augusto, Antonino de sobrenombre Pío; durante 23
años no completos, gobernó juntamente con sus hijos Aurelio y Lucio, tan pacífica y
honradamente que con razón recibió el título de Pío y padre de la Patria"". Así
entonces, Pius no significa exactamente piadoso, que tiene un sentido mucho más
restringido, sino el calificativo adecuado para quien cumplía escrupulosamente sus
deberes morales, en especial para con los dioses, pero también con sus padres l5 • Según
Santo Mazzarino, Antonino tiene el sobrenombre de Pío, por su pietas hacia Adriano
y por la presión de Antonino sobre el Senado con el propósito de conseguir la
14 OROSIO, Hist.• 7, 1.
Elio Arístides nació el 117 d. C. en la Misia Oriental; esto es en Asia Menor, aun
cuando el lugar exacto no se ha podido identificar, debido principalmente a la
reorganización de esos territorios que el emperador Adriano hiciera al poco tiempo de
su nacimiento. Su padre Eudemón, figura en la nómina de los amigos del emperador
Adriano y además forma parte del circulo de aristócratas griegos que encontraron su
posición en la corte gracias a su calidad intelectual. El padre de Aristides fue un
hombre de personalidad atractiva, por lo que posiblemente su memoria influyó en la
formación intelectual del joven. Es probable que Eudem6n haya tenido la ciudadanía
romana, lo que se explica por el hecho de que cuando nació Arístides recibió de su
padre la ciudadanía romana y esmimea l9 • En la Misia, el culto más fuertemente
asentado fue el de Zeus Olímpico, y el padre de Arístides fue el sacerdote del templo.
Además, él se adaptó al proyecto panhelénico de Adriano, que lo transformó en un
ciudadano de mucha importancia.
1& Hist. Aug., Ant. Pío, 13, 4. Sobre este mismo tema últimamente revisar A. BANCALARI,
19 SHA, Vito Hadr., 4.7.C. Behr, Aelius Aristides and lhe Sacred Tales, Amsterdam, 1968,5,
considera que Eudemón recibió la ciudadanía el 123; pero como en esa fecha ya había nacido
50.73. AlgUnas fuentes lo consideran como de Esmirna: Prolegomena. t 11.15 (=III, 737, D).
En Esmirna tiene una casa (48,43) YWla finca en los arrabales (48.38 Y50.2); "Studies on the
Biography of Aelius Arístides", enANRW, 11,34.2, pp. 1140-1233.
El 125 fue el año en que el emperador formuló por primera vez su intención de
reunificar a todos los griegos del Imperio bajo una nueva comunidad. El anunció se
hizo durante una reunión de la Anfictionía Délfica, por la cual Augusto había
demostrado cierta predilección, hecho muy explicable dada la influencia política que
ella había ejercido en la Antigüedad y por el carácter de eje religioso panhelénico que
siempre detentó2o • Durante un viaje del emperador al Asia Menor, en Éfeso se
procedió al levantamiento de un Olympieum consagrado al emperador. Así, se
aseguró la lealtad de Misia al Imperio y se le garantizó un lugar en la nueva
comunidad de los griegos21 . Por las noticias que tenemos, es probable que Arístides
heredara la función del padre al frente del culto panhelénico, yeso es lo que explicaría
por qué sus primeros años de existencia aparecen tan marcados por la actividad del
emperador viajero, algo que permanecerá en la espiritualidad del sofista, cuando, ya
adulto, se convierte en un hombre profundamente religioso. Una de sus experi~ncias
más transcendentes fueron los oráculos y los augurios, muchos de los cuales los
recibió en sueños y se esforzó por darles cumplliniento. Marco Aurelio describirá a
este grupo de intelectuales griegos vinculados con el emperador Adriano como
"gentes capaces de adivinar el futuro". Durante los años de formación retórica, la
sombra de Adriano no abandonó nunca a Arístides. Como estaba comprometido con
el proyecto panhelénico,' fue elegido para pronunciar el discurso inaugural del
. Dlympleum de Atenas ..
Stylos.2005; 14 (14)
14 RAÚL BUONO-CORE VARAS
22 La mayoría de los autores no creen que su enfermedad haya sido obstáculo para su
presentación el Elogio a Roma.
23 Dentro de esta categoría existen dos tendencias: aquellos que usan el ténnino en un sentido
lato, sin que este exija una clasificación precisa en la categoría retóríca, que sería el caso de J.
BLEICKEN, "Der Preis des Aelius Aristides auf das romischen We1treich", eh Nachrichten der
Akademie der Wissenschaften in Gottingen, Phil.-hist. Klasse, 7 (1966), pp. 225-277; Y R.
KI.EIN, "Zur Datierung der Romrede des Aelius Aristides", en Historia, 30, pp. 337-350; Die
Romrede des Aelius Arislides ,Darmstadt, 1981, y otros que utilizan la denominación en su
estricto significado. J.H. OLIVER, "The Ruling Power. A Study ofthe Roman Empire in the
Second Century afier Christthrough the Roman Oration of Ae1ius Arístides", en Transactions
and Proceedings oflhe American Philosophical Society, 43 (1953). pp. 870-1003; es quien
inicia esta vía de interpretación: en la creenda mantenida a lo largo de su comentario de que el
fondo argumental está constituido por el pensamiento platónico y el discurso no parece sino un.
poema cosmológi~o a través derque se da expresión a la última etapa de la Creación: d
Imperío R o m a n o . · . .
24 Entre los primeros están A. Boulailger, Aelius Arisiíde el la sophistique dans ia province
d'Asie au 11 siecle de nolre ere, (París; 1923) ; Lucien el AeliusAristide, en « RPh ». "7, pp.
144-151 ; G.W. Bowersock y R. Syme; entre los segundos están U. Wilamowitz, T.
Mommsem y M. LJstovtzeff. A. Boulanger le reconoce la visión clara y precisa de lo que el
Imperío significa, aU'1que pobre en ideas; G. W. BOWERSOCK, Augustus and the Creek World,
Oxford, 1965; "The Proconsulate of Albus", en HSCPh, 72, (1968), pp. 289-294; Greek
Sophists in the Roman Empire, Oxford, 1969; "Greek Intellectuals and the Imperial Cult in the
Second Century A. D.", en Le culte des souverains dans l'Empire Rdmain, Entretiens sur
I'Antiquité Classique, 19, Vandoeuvres-Ginebra, 1973, pp. 177-206; 'The Mechanics of
Subversion in the Roman Provinces", en Opposition el Résistances a ¡'Empire d'Auguste a
Trajan, Entretiens sur l' Antiquité Classique, XXXIII, Vandoeuvres-Ginebra, 1986, pp. 308
311; "Filóstrato y la Segunda Sofistica", en P. E. EASTERLING-B.M.W. KNOX(EDS.) Historia de
la literatura clásica. L Literatura Griega, Madrid, 1989, pp. 704-711; Y R. SYME, "Greeks
Invading the Roman Governement", en The Sevenlh Stephen J Brademas. Sr. Lectures, Mass.,
1982, pp. 9-28 =RPIV, (Oxford, 1988), pp. 1-20; "The Proconsuls of Asia under Antoninus
Pius", en ZEP, (i 983), 51, pp. 271-290; "Hadrían as PhilheIlene, Neglected Aspects", en
Bonner Hist. Aug. Colfoquium, 1982-1983, Bonn, 1985, pp. 341-362; sostienen que la
suposición de que Arístides pretendía entrar en el Senado romano carece de cualquier apoyo. U.
WILAMOWITZ, "Der Rhetor Aristeides", en SB, Berl. Alead', 28, (1925), pp.333-353; infonna
del interés de T,H. MOMMSEM, "Die Conscriptionsordnung der romischen Kaiserzeit", en
2S J.M. CORTÉS, Elio ArÍ$tides. un sofista griego en el imperio Romano. Madrid, 1995, p. 43.
26 Para la insuficiencia conceptual del mundo helenístico ver: M. PAVAN, "Sul significado
storico dell'Encomio di Roma di Elio Aristide", en Parola del Passato, LXXXIII (1962), pp.
Historia y civilización de los Griegos. VII. La sociedad helenística. Marco político, Barcelona,
1980, 99-103. Para la inexistencia de un modelo retórico para elogiar a un Imperio: E. RAm,
"Impero Romano e annonia dell'Universo nella pratica retorica e nella concezione religiosa di
Elio Aristide; Una recerca per l' EIL pnMHN", en Mem. Di istilulO Lombardo, CI. Di lett.,
sc. moral estor., 31, (1971), pp. 283-361. El elogio de las ciudades: L. PERNOT, La rhétorique
de l'éloge dans le monde Greco-Romain, 2 vols., Paris, 1993; Les Discours Siciliens d'Aelius
Aristide (Or. 5-6): Étude littéraire et paléographique, (New York, 1981. Sobre el discurso
CORE, "La noción del hombre de Estado en Elio ArÍstides", en Archivum, 1 (1999), pp. 95-102;
"El significado histórico del Elogio a Roma de Elio Arístides: una discusión abierta", en
27 26.4-6.
13 Para el tema retórica e historiografia ver R. NICOLAI, La storiograjia ne/l 'educazione an/ica
Pisa. i 992, pp. 32-176. Sobre la constitución en el elogio de la ciudad: L. PERl'lOT, La .
rhétorique de l'éldge dans le monde Greco-Romain, 2 vols., París, 199:3. pp. 2-21.0. ?vlENp.
Rhet. 1,359. Para la evolución del concepto de democracia: J.A.O.LARsEN.·Representation and
Democracy in Hdlenistic Fed.:ralisIri", en CPh, 40 (1945), pp. 65-97; CH. G. STARR, "The
Perfect Democracy of the Roman Empire", en AHR, 58, 1 (1952), pp. 1-16; CH. WIRZUBSKI, .
Libertas. 11 concettn di liberta a Roma tra Republica e Impero, Bari, 1957; G.E.M. DE STE.
CROIX, La lucha de clases en el mundo griego antiguo. Barcelona. 1988. pp. 377-381. Acerca
de la concesión de la ciudadanía: C. NICOLET, Le metier de citoyen dans la Rome républicaine
, Paris, 1976, pp. 7-32. La ciudadanía en la éPoca de los Antoninos: A.N. SHERWIN-WHITE, The
Roman Citizenship Oxford, 1973, pp. 74-264.
29 26 59-60. Dice: "Después de haber dividido en dos partes a todos aquellos que están en el
Imperio, y al decir esto me refiero a toda la ecúmene-por una parte a todo aquel que fuese muy
elegante, linajudo y poderoso en cualquier parte lo hicisteis ciudadano y hasta vuestro
congénere, mientras que el resto quedó corno súbdito y condenado. Y ni el mar ni toda la tierra
que se interponga impiden obtener la ciudadanía, y aquí no hay distinción entre Asia y Europa.
Todo está abierto para todos. Nadie que sea digno de una magistratura o de confianza es
extranjero, sino que se ha establecido una democracia común a la tierra bajo el dominio de un
solo hombre, el m~or gobernante y regidor, todos se reúnen aquí como si fuera el ágora común,
cada uno para procurarse lo debido."
JO P"ra la sucesión de los imperios ver: J. W. SWAIN, "The Theory of the Four Monarchies.
Opposition History Under the Roman Empire", en CPh, 35 (1940), pp. 1-21; F. GASCÓ, "La
teoría de los cuatro imperios. Reiteración y adaptación ideológica. 1. Romanos y griegos", en
Habis, 12 (1981), pp. 176-196; A. MOMIGLlANO, "Daniel y la teoría griega de la sucesión de
;7 Agust. 18, 1. Relata que "Hizo sacar del interior del templo y exponer ante sus ojos el
sarcófago y el cuerpo de Alejandro Magno y le rindió homenaje poniéndole en la cabeza una
corona de oro y cubriéndolo de flores; se le preguntó si quería ver la tumba de los Ptolomeos,
pero contestó que había querido ver a un rey, no a unos cadáveres".
38 MASSIMILIANO PAVAN, "Sul significato storico dell'Encqmio di Roma, di Elio Aristide", en
Parola del Passato, LXXXIII (1962), pp. 81-93.
39 ARiSTIDES, Elogio ... 26, 63-65. Dice: "Habéis hecho que la palabra romana pertenezca no a
una ciudad, sino que sea el nombre de una especie de raza común, y esta no una separada de
todas razas, sino un equilibrio para todas las que quedan. Ahora no dividís las razas entre
griegos y bárbaros ...habéis dividido a la gente en romanos y no romanos. Pese a ello ninguna
envidia recorre vuestro imperio. Porque vosotros mismos fuisteis los primeros en no escatimar
nada, toda vez qu~ lo pusisteis todo a disposición de todos en común y concedisteis a los que
están capacitados no ser súbditos sino gobernantes a su vez". Cfr. además GARNSEY, P. y
SALLER, R., El Imperio Romano, Economía. Sociedad y Cultura, Barcelona, 1991, pp. 26-31.
40 ALEJANDRO BANCALARI, "La Constitutio Antoniniana: aproximaciones, significado y
características", en Semana de Estudios Romanos, Vol. IX (1998), pp. 57-67.
41 MASSIMILIANO PAVAN, arto cit., .p95.
Stylos.2005; 14 (J4)
20 RAÚL BUONO-CORE VARAS
Tertuliano, hacia fmes del siglo II a. c., utilizó el concepto de Romani como
sinónimo de cives43 • Al igual que Arístides no hizo mayores diferencias entre los
miembros del imperio. Tertuliano cree en un imperio que tiene un cuerpo común,
representado por la ciudadanía romana. Utilizó también el término romanitas en
cuanto la importancia de ser romano, en cuanto a eives del imperio44 • Entonces a la
vigilia de la Constitutio existió una convicción de la común pertenencia de ciudadanos
y provinciales en una única civitas45 • Los súbditos se transformaron poco a poco en
cives romanos, sintiéndose parte de la vida y grandeza del imperio. Es aquí donde la
acción civilizadora de Roma promovió el fenómeno de la municipalización y de la
42 ALEJANDRO BANCALARI, ano cit; V. CAPOCCI, "La Constitutio Antoniniana", en Mem. Line.,
ser. 4, I (1925), pp. 5-136; E. BICKERMANN, Das Edikl des Kaisers Caracalla in P. Giss. 40.
Diss. Berlíri, 1926; G. SEGRE, "Note sull editto di Caracalla", en Rend. Ponto Acc. Arch", XVI
(1943), pp. 297-337 Y XXIV (1956), pp. 1-26; ID., "Nuevos estudios sobre la Constítutiol
1966, pp.408-432; CH. SASSE, Die CC{1Slitutio Antoniniana. Eine Untersuchung über den
SESTON -M. EUZENNAT, "La citoyennité romaine au temps de Marc Aurele et de Cornrnode
d'apres la Tabula Banasitana", en CRAI (1961), pp. 317-323; MrLLAR, F., "The date ofthe
Constitution Antoniniana", en JOURN. EG. ARCH., XLIII, (1962), pp. 124-180; GILLIAM, J. F.,
"Dura Rosters and the Constitutio Antoniniana", en Historia, 14, (1965), pp. 74-92; DE
MARTINO, F., Storia della Costituzione Romana, IV, 2 Napoles, 1975, pp. 771-779; WOLFF,
H., Die Constitutio Antoniniana und Papyrus Gissensis 40 1, Diss,. Koln, 1976; WILLIAMS, W.,
"Caracalla and the authorship of imperial edict and epistles", en Latomus, 38, (1979), pp. 67
89; LETTA, C., "Le dediche ~'dis deabusque" e la Constitutio Antoniniand', en Rev. Di St.
Class. E Or., XXXIX (1989), pp. 265-274; KUHLMANN, P. A., Die Giessener litersrischen
Papyri und die Caracalla Erlasse (1994) y SPAGNUOLO VlGORITA, T., "Cittadini e sudditi tra II
44 TERTIJLIANO, Palio, 4, 1: "Quid nunc, si est Romanitas omni salus, nec honestis tamen
modis ad Graios estis? ". Revisar también a BARNES, T. D., Tertulian; A historical and literary
45 BARRER, E., "El concepto de Imperio", en el Legado de Roma, dirigido por Bailey, C.,
Madrid, 1956, pp. 61-123. También D'ORs, A., Estudios Constitutio, (1943), p. 322, hace
referencia a una nueva ciudadanía universal. SHERWIN WmTE, A.N., Roman Citizenship, pp.
279-280.
46 GoZZOLl, S., "Fondamenti ideali e pratica politica del proceso de romanizzazione neJle
province", en Athenaeum, LXV (1987), pp. 81-100; también GRACCO RUGGINI, L., "La citta
47 ROSTOVZEFF, M., Historia Social y Económica del imperio romano, 1, n. Madrid, 1973, p.
17; además GARNSEY, P. y SALLEJ>. R., ob.cit., pp. 218.222, señalan que un fenómeno clave de
50 DESIDERI, P., "La romanizzazione dell'impero", en Storia di Roma, 2, 11, Turio, 1991, pp.
577-626.
Constitutio fue recibida por los ciudadanos del imperio, de aquí en adelante cives
romanos, como una más de las innumerables disposiciones imperiales y con una
reducidísima publicidad, se debió a que no afectó orgánicamente la estructura y las
bases internas del imperio. En la teoría fue un cambio total, político, social y jurídico,
sin embargo en las praxis de la dinámica imperial romana, el hecho fue contemplado
como una metamorfosis que se desarrolló n::.turalmente, producto del proceso de
romanización del imperio. Las palabras de Modestino en el siglo III d. C., "Roma
communis nostra patria est "51, debemos interpretarlas como el pensamiento e ideas de
la gran mayoría de los miembros del imperio romano, sea a la vigilia, o después de
dictarse la constitución.
1992), pp. 365-367. Para A. D'ORS, "Estudios sobre la Constitutio Antoniniana", en Emerita,
. RESUMEN
ABSTRAe
The artiele mention the period in \\'hich emperors Hadrianus and Antoninus Pius
rule. Aristides emphasizes in Hadrianus' ideal of cornmon laws and his politics of
" 26.109.