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Cooperativos de Producción

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COOPERATIVOS DE PRODUCCIÓN

Consiste en un conjunto de personas asociadas voluntariamente con el objetivo de


desarrollar un negocio o actividad económica usando una compañía para ello. 

Se basa en el principio de ayuda mutua, para la consecución de los objetivos generales


del conjunto de los miembros y mejorar las condiciones de todos los socios también.

Características
La propiedad de la empresa tiene carácter de conjunto, es decir, la empresa la poseen
todos los miembros, todos los socios gobiernan, los cuales tienen igualdad en cuanto a
derechos y obligaciones y el peso de las decisiones en un voto por miembro. 

Estas decisiones se toman de forma totalmente democrática.

Hay multitud de tipo de cooperativas: de servicios, pesqueras, agrícolas, etc. Además, el


número de socios es ilimitado y comparten una cultura muy fuerte y arraigada basada en
la ayuda mutua, responsabilidad colectiva, igualdad, solidaridad, etc.

Objetivos de una cooperativa


 Dar un servicio determinado y buscar el beneficio de todos, creando una
interdependencia.
 Ofrecer servicios de calidad a precios económicos.
 Compartir el riesgo y beneficiarse del apoyo mutuo.

Ideales de la cooperativa

Las cooperativas se basan en los valores de ayuda mutua, responsabilidad, democracia,


igualdad, equidad, solidaridad. Siguiendo la tradición de sus fundadores, los miembros
de las cooperativas creen en los valores éticos de la honestidad, transparencia,
responsabilidad social y preocupación por los demás.
Principios de la cooperativa
Principios actuales
Los principios actuales fueron aprobados en la Asamblea de la Alianza Cooperativa
Internacional en Mánchester, el 23 de septiembre de 1995

1. Adhesión abierta y voluntaria. Las cooperativas son organizaciones


voluntarias, abiertas para todas aquellas personas dispuestas a utilizar sus
servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades que conlleva la condición
de socios, sin discriminación de género, raza, clase social, orientación sexual,
posición política o religiosa.
2. Control democrático de los socios o miembros. Participación activa, con
responsabilidad ante la asamblea general y los socios por parte de las
autoridades electas. Cada socio siempre tiene derecho a un solo voto,
independientemente a su aporte.
3. Participación económica de los socios o miembros. Equidad. Compensación
limitada. Los excedentes de cada período contemplan en primer lugar reservas,
educación y solidaridad.
4. Autonomía e independencia. Asociarse sin hacerse dependiente, y sin
responder a intereses externos.
5. Educación, entrenamiento e información. A socios, dirigentes, gerentes y
empleados. Pero también, informar a la comunidad sobre el cooperativismo.
Este principio se une al 7º.
6. Cooperación entre cooperativas. A través de estructuras locales, regionales y
nacionales; con el fin de servir mejor y de dar apoyo a nuevas entidades.
7. Compromiso con la comunidad. Desarrollo sustentable, solidaridad,
aceptación de los socios, responsabilidad social.
Principios clásicos
Los siguientes principios fueron sistematizados en el año 1937 por la Alianza
Cooperativa Internacional:

 Libre adhesión o puertas abiertas.


 Control democrático.
 Retorno de excedentes a cada miembro, en proporción a su contribución con los
mismos.
 Interés limitado del capital (gran diferencia con las sociedades).
 Neutralidad: principalmente en lo político y religioso. Modernamente se ha
extendido también la neutralidad al plano racial, étnico, por nacionalidad, sectario,
ideológico, sindical, etc.
 Venta al contado (principio que ha ido cediendo) y a precios de mercado.
 Fomento y educación cooperativa: difundir los valores cooperativos entre los
miembros y la sociedad en general.
Otros principios
Algunos autores reconocen otros principios:

 Mutualidad: sólo los miembros pueden hacer uso de los servicios de la


cooperativa, en tanto no sea una empresa comercial y por lo tanto no tenga afán de
lucro, ni hacerse de una clientela.
 Indisponibilidad de las reservas: en caso de liquidarse la cooperativa, aquellas
no pasarán a sus miembros. La capitalización sucesiva de excedentes (que forman
las reservas) está pensada en favor de la cooperativa, y no de sus integrantes.
 Integración cooperativa (o federalismo cooperativo): desde que adquiere su
fuerza en el número de sus miembros.

Cooperativismo en el Ecuador

Cooperación en el Ecuador tiene una larga tradición histórica que se remonta a las
épocas precoloniales, cuando constituyó un factor importante para el desarrollo
organizacional y cultural de su población. En efecto, en el antiguo Quito, hoy República
del Ecuador, antes y después de la dominación de los incas y de la conquista de los
españoles, existían formas de cooperación voluntaria de las colectividades agrarias para
llevar a cabo obras de beneficio comunitario o de beneficio familiar, denominadas de
diferentes maneras: minga, trabajo mancomunado, cambia manos, etc.

Esos antecedentes constituyeron indudablemente un elemento propicio para el


afianzamiento en el país de las organizaciones empresariales de tipo cooperativo, cuyo
cometido está reconocido y amparado por el Estado; pues, según lo establecido en la
Ley respectiva, se las define como: ".... sociedades de derecho privado, formadas por
personas naturales o jurídicas que, sin perseguir finalidades de lucro, tienen por objeto
planificar o realizar actividades o trabajos de beneficio social o colectivo, a través de
una empresa manejada en común y formada con la aportación económica, intelectual y
moral de sus miembros" (Art. 1).

Cabe señalar, sin embargo, que en el país aún se practican diferentes modalidades de
carácter asociativo que se remontan a las formas tradicionales de cooperación,
especialmente en el ámbito rural, a pesar de los intentos por involucrar a las
comunidades como cooperativas o de crear cooperativas al interior de las formas
organizativas comunitarias. La experiencia histórica demuestra que aunque ambas
modalidades se hayan entrelazado han mantenido su propia identidad (OIT, 1998:3).

En los últimos años, se han multiplicado a nivel local experiencias comunitarias que
han rescatado y revalorizado dichas prácticas ancestrales de ayuda mutua, con la
finalidad de propiciar la recuperación de la autoestima, la dignidad y la autonomía de
los pueblos marginados, así como su participación activa en la sociedad. En efecto, con
el abandono del modelo desarrollista, que implicaba un compromiso del Estado en
cuanto a la atención de ciertas necesidades básicas, se han ampliado los intentos en la
búsqueda de alternativas factibles de sobrevivencia y de lucha contra la degradación
social y económica, rompiendo con el viejo patrón paternalista y clientelista que
caracteriza la asistencia a los sectores pobres.

El conjunto de esas iniciativas empresariales asociativas, que se suelen definir como


‘economía solidaria’, han generado buenos resultados tanto en lo económico como, y
sobre todo, en lo organizativo-social, demostrando la validez y viabilidad de operar a
escalas más grandes e inclusive en el exterior, a través de redes de comercio equitativo.

Sin embargo, para fines de esta investigación resulta imposible abarcar todo el sector de
la economía solidaria por lo complejo de su naturaleza y composición así como por la
falta de información tanto estadística como analítica; por lo tanto, el estudio se centrará
en el movimiento cooperativo y sus diferentes sectores económicos, con el afán de
proporcionar una visión, lo más completa posible, de su surgimiento y desarrollo, así
como de su vivencia y las debilidades que todavía presenta.

Antecedentes históricos del cooperativismo ecuatoriano

Orígenes y primeras manifestaciones

En los orígenes y consolidación del movimiento cooperativo ecuatoriano se pueden


distinguir por lo menos tres etapas fundamentales: a) la primera se inicia
aproximadamente en la última década del siglo XIX, cuando se crean -especialmente en
Quito y Guayaquil- una serie de organizaciones artesanales y de ayuda mutua; b) la
segunda empieza a partir de 1937, año en el cual se dicta la primera Ley de
Cooperativas con el propósito de dar mayor alcance organizativo a los movimientos
campesinos, modernizando su estructura productiva y administrativa, mediante la
utilización del modelo cooperativista; c) la tercera etapa comienza a mediados de los
años sesenta con la expedición de la Ley de Reforma Agraria (en 1964) y de la nueva
Ley de Cooperativas (en 1966), aún vigente (Da Ros, 1985: 13).
El Estado ecuatoriano intervino directamente para incentivar el desarrollo de empresas
cooperativas solamente a partir de 1937, año en el cual se dictó la primera Ley de
Cooperativas (Decreto Supremo n. 10 del 30 de noviembre de 1937, publicado en el
Registro Oficial n. 8131 del 1ro. de diciembre de 1937); el respectivo Reglamento se
expidió un año más tarde.

Uno de los objetivos perseguidos por el gobierno de facto del General Alberto Enríquez
Gallo, su patrocinador, era racionalizar la tradicional economía campesina,
estableciendo medidas sociales y económicas tendientes a evitar posibles
levantamientos indígenas y a modernizar su estructura de producción, adoptando
formas de carácter cooperativo (Almeida Vinueza, 1981:218).

En efecto, la Ley de Cooperativas se emanó concomitantemente (el mismo año) a una


serie de leyes sociales patrocinadas por el Ministerio de Previsión Social -como la
primera Ley de Comunas y el Estatuto Jurídico de las Comunidades Campesinas- en las
cuales se planteaba la necesidad de transformar las formas ancestrales de organización
existentes en el agro; al respecto, se afirmaba: "El Poder Público adoptará las medidas
necesarias para transformar a las Comunidades en Cooperativas de Producción". En
particular, se promocionaban dos tipos de cooperativas: las de producción y las de
crédito; a estas últimas se les asignaba el papel de soporte financiero del fomento de la
agricultura (Art. 11 de la Ley de Cooperativas).
Estructura interna de la cooperativa
Las Asambleas:
La asamblea constituye la expresión por excelencia del gobierno democrático. En ella
participan todos los asociados con un estricto pie de igualdad, sin tener en cuenta el
capital que cada uno haya aportado. La generalidad y la igualdad de participación – un
asociado = un voto – constituyen rasgos esenciales de este órgano.
La cooperativa nace por virtud de una asamblea (la constitutiva) y termina su existencia
(salvo otras causas legalmente previstas) también por decisión de una asamblea.
Entre una y otra tienen lugar regularmente dos tipos de asambleas: las ordinarias y las
extraordinarias.
Asamblea Ordinaria: Se deben realizar una vez al año, dentro de los cuatros meses
siguientes a la fecha de cierre del ejercicio económico. Tratan sobre la Memoria del
Consejo de Administración (detalle de todas las actividades realizadas por la
cooperativa en ese año) los Estados Contables, los Informes del Síndico y el Auditor y
eligen a Consejeros y Síndicos.
Asamblea Extraordinaria: Esta asamblea puede reunirse siempre que la convoque el
Consejo de Administración, el síndico o lo solicite el número de asociados que
establezca el estatuto.
También, eventualmente, puede ser convocada por la Autoridad de Aplicación –INAES
– o por el Órgano Local Competente, cuando la medida fuera imprescindible para
normalizar el funcionamiento de la cooperativa o cuando el Consejo de Administración
no atendiera el pedido de convocatoria formulado por los asociados.
El Consejo de Administración:
La ley de cooperativas pone a cargo de un cuerpo colegiado, denominado “Consejo de
Administración” la dirección de las operaciones sociales.
Conforme con las disposiciones legales vigentes las atribuciones del consejo de
administración son:
 Las explícitamente asignadas por el estatuto
 Las indicadas para la realización del objeto social, aunque éstas no estuvieran
explícitamente mencionadas en el estatuto.
Las funciones del Consejo de Administración están definidas en la ley con amplitud
cuando le encarga la dirección de las operaciones sociales, dentro de los límites que fije
el estatuto.
El consejo tiene todas las facultades que la ley o el estatuto no reserven expresamente a
la asamblea (ley 20.337, art. 68) con lo cual se eliminan dudas acerca de posibles
conflictos de competencia entre órganos.
El Consejo de Administración actúa como delegado de la asamblea, de la cual emana su
nombramiento y a la cual debe informar sobre su actividad.
El funcionamiento del consejo se halla regido por el estatuto de cada cooperativa,
aunque la ley precise que debe reunirse una vez al mes por lo menos, con más de la
mitad de los consejeros y documentar en actas sus actuaciones (ley 20.337 arts. 69 y
38).
Compete también al Consejo de Administración, la designación de gerentes y demás
empleados que tendrán a su cargo la función ejecutiva de la administración.
Los gerentes no son órganos de la cooperativa sino funcionarios dependientes
designados y removidos en cualquier tiempo por el Consejo de Administración.
El estatuto puede establecer la elección de consejeros suplentes a fin de subsanar la falta
de consejeros por cualquier causa.
Si el estatuto no tuviera previsión al respecto o se produjera vacancia, una vez agotados
los suplentes corresponderá al Síndico la designación de los reemplazantes hasta la
reunión de la primera asamblea Ley 20.337, Art. 65, 2° párrafo).
En el caso de que la renuncia de los consejeros imposibilitara toda deliberación y
resolución válida del consejo de administración los consejeros renunciantes deberán
permanecer en sus cargos hasta tanto la asamblea se pronuncie (Ley 20.337, Art. 66)
La Sindicatura:
La ley pone la fiscalización privada a cargo de la sindicatura – individual o colectiva –
la cual debe estar complementada por una auditoria externa. (Ley 20.337, Art. 76 y 81).
Las funciones del Síndico se hallan especificadas en el Art. 79 de la ley de cooperativas,
sin perjuicio de otras que le confieran la ley o el estatuto. Las atribuciones de este
órgano son muy importantes y variadas pudiéndose clasificar de la siguiente manera:
a) De fiscalización estrictamente: fiscalizar la administración, examinando libros
y documentos siempre que lo juzgue conveniente; verificar periódicamente el
estado de caja y la existencia de títulos y valores de toda especie; informar por
escrito a la asamblea ordinaria sobre todos los documentos presentados por el
Consejo de Administración para su consideración; en general, velar por que el
consejo de administración cumpla la ley, el estatuto, el reglamento y las
resoluciones asamblearias.
b) Relacionadas con la asamblea: convocar, previo requerimiento al consejo de
administración, a asambleas extraordinarias cuando lo considere necesario y a la
asamblea ordinaria cuando omitiera hacerlo el consejo de administración una
vez vencido el plazo de ley (ley 20.337, art. 79, inc. 2°); hacer incluir en el
Orden del Día de la asamblea, mediante comunicación al consejo de
administración, los puntos que considere procedentes (ley 20.337, art. 79, inc.
7°)
c) De colaboración con los asociados y el consejo: asistir a las reuniones del
consejo de administración con derecho a voz (ley 20.337, art. 79, inc. 4°);
verificar y facilitar el ejercicio de los derechos de los asociados (ley 20.337, art.
79, inc. 5°).
El síndico debe llevar un libro rubricado, denominado Informes de Sindicatura,
donde vuelca todas las novedades que hacen a su gestión como órgano de
fiscalización privada.
Los asociados deben dirigirse al síndico para solicitar toda clase de información
vinculada a las constancias de los libros de la entidad, excepto en el caso del libro de
Registro de Asociados al que tienen libre acceso.
La auditoría externa: La ley 20.337, en su artículo 81, establece que las cooperativas
deben contar, obligatoriamente, con un servicio de auditoria externa, desde su
constitución y hasta que finalice su liquidación.
La auditoría estará a cargo de un Contador Público Nacional inscripto en la
matrícula respectiva. Los informes producidos deben adecuarse a lo establecido por
la resolución 155/80 y su modificatoria la res. 583/89 de la Autoridad de Aplicación.
Los informes de auditoría deben ser por lo menos trimestrales y se asientan en un
libro especial rubricado que todas las cooperativas deben llevar.
Por otra parte el informe de auditoría que corresponde al balance anual debe ser
sometido a la asamblea, en la cual el auditor cuenta con voz.
De esta manera, por una parte quedó documentada la actuación del auditor y puede
recurrirse a ella toda vez que sea necesario y por otra la asamblea ilustra su criterio
acerca de la situación de la cooperativa conociendo la opinión técnica del auditor.
Por último, debe remitirse copia de los informes anuales de auditoria al Órgano
Local Competente y a la Autoridad de Aplicación

Conformación de la cooperativa

Los organismos de Dirección que conforman la estructura básica de una Cooperativa


son:

 La Asamblea General de Socios.

 El Concejo de Administración.

 La Junta de Vigilancia y el Fiscal.

 El Comité de Educación.

 El Comité de Trabajo y otros Comités Especiales.

Los cargos de Administración son los siguientes:

 El Gerente.

 El Secretario.

 El Contador.

 El Tesorero.
 Otros Empleados.

Las funciones Específicas son:

La función común y principal es la de crear condiciones necesarias para que la


Cooperativa pueda funcionar en forma adecuada, desarrollarse y cumplir con sus
objetivos económicos y sociales.

Para lograr una adecuada administración se deben cumplir con los siguientes actos
administrativos:

Organizar:

Es decir; determinar la función de cada uno de los organismos y cargos y establecer las
relaciones que deben existir entre ellos, de tal manera que todos contribuyan a lograr el
objetivo que se busca.

Planificar:

Disponer por anticipado y con base en los recursos con los cuales se cuenta, QUE,
COMO y CUANTO producir o prestar en bienes y servicios.
En otras palabras planificar es mirar hacia el futuro y elaborar un programa o plan de
acción.

Dirigir:

Es lograr que el plan de trabajo se cumpla, es decir que todos los socios realicen las
actividades establecidas en dicho plan.

Coordinar:

Es armonizar todas las funciones de tal forma que se facilite el logro de los fines
propuestos.

Controlar:

Es velar porque todo se haga conforme a las normas establecidas y a los planes
aprobados por todos los socios.

Evaluar:

Es determinar si se están obteniendo o no los resultados esperados, estableciendo las


causas.

Responsabilidades de la cooperativa
Derechos de los asociados
 Utilizar los servicios de la cooperativa
 Participar en las asambleas con voz y voto
 Proponer iniciativas que sean de interés social
 Participar de los excedentes y decidir en Asamblea la forma de distribución de
los mismos
 Acceder libremente a las constancias del Registro de Asociados y a los demás
libros a través del Síndico
 Requerir conjuntamente con otros asociados la convocatoria a Asamblea
extraordinaria

Deberes de los asociados


 Cumplir con los compromisos que contraigan con la cooperativa
 Integrar las cuotas sociales suscriptas
 Acatar las resoluciones de los órganos sociales
 Participar activamente en la cooperativa
 Asistir a las asambleas
 Respetar el estatuto social y los reglamentos internos
 Cumplir con los principios y practicar los valores de la doctrina cooperativa

Requisitos para ser socios de una cooperativa


Podrán ser socios de una cooperativa las personas naturales (cualquier persona)
legalmente capaces o las personas jurídicas que cumplan con el vínculo común y
requisitos establecidos en el reglamento en la ley de Economía Popular y Solidaria y en
el estatuto social de la organización.
Se excepcionan del requisito de capacidad legal las cooperativas estudiantiles.
La calidad de socio nace con la aceptación por parte del Consejo de Administración y la
suscripción de los certificados que correspondan, sin perjuicio de su posterior registro
en la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria y no será susceptible de
transferencia ni transmisión.
a) Ser legalmente capaz de conformidad con las disposiciones vigentes.
b) Haber cumplido dieciocho años de edad.
c) Presentar una solicitud de admisión dirigida al Consejo de Administración y
aprobada por éste Organismo.
Expulsión del socio
La sanción más grave es la expulsión del socio trabajador, solo puede ser acordada por
el Consejo rector mediante expediente constituido al efecto y con audiencia del
interesado. No es aplicable la normativa cooperativa sino la de los despidos de la
normativa laboral común, con las siguientes especialidades derivadas de la condición de
socio:
Se sustituye la carta de despido por la entrega del escrito de comunicación de expulsión.
El acuerdo puede recurrirse en el plazo de 15 días desde la notificación ante el Comité
de recursos o en su defecto ante la Asamblea general.
Que una vez el acuerdo de expulsión es ejecutivo, hay un plazo de caducidad de 20 días
para interponer acción por despido ante la jurisdicción social.
Con carácter previo a la presentación de la demanda hay que agotar la vía interna en la
cooperativa mediante petición al consejo Rector
La indemnización que pueda corresponder por la improcedencia del cese se fija por el
juzgado según las trascendencias económicas de los perjuicios sufridos sin que en
ningún caso pueda imponerse la readmisión.
Durante el proceso de expulsión la cooperativa como medida cautelar puede suspender
al socio trabajador en su empleo, sin merma de sus derechos económicos que se han de
mantener como si continuase prestando sus servicios.

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