Gestion Educativa
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De esta manera, la gestión educativa puede comprenderse a la vez como una disciplina, un
proceso y una estrategia, que interviene en el sistema educativo para mejorar sus diversas
etapas. Promueve la integración de los distintos elementos que componen el acto
educativo (alumnos, profesores y comunidad).
La organización escolar tiene como principios fundamentales una serie de objetivos que
persigue y debe cumplir. Estos elementos son:
La planificación u organización: incluye el aspecto más organizativo donde se
establece el propio funcionamiento del centro. Desde los objetivos a cumplir hasta
cómo establecer los horarios, repartición de aulas, coordinaciones, alumnos…
Los valores y normas que guíen el proceso de trabajo y educación de la comunidad
educativa del centro, definiendo sus metas.
Una buena relación, comunicación y coordinación entre los propios docentes y
también con las familias y el alumnado.
Establecer espacios donde todos puedan expresar sus ideas y aportar beneficios al
funcionamiento del centro. Para ello existen los distintos órganos colegiados y de
coordinación que se establecen en la escuela.
Estructurar las funciones de cada miembro del colegio y sus labores.
Distribuir las distintas tareas de coordinación que se deben llevar a cabo entre los
profesionales que ejercen docencia y trabajo en el mismo.
Un calendario donde se establezca cómo, cuándo y en qué momentos se deben
reunir, trabajar o realizar alguno de los trabajos que se le encomiendan.
Por las edades que reciben en los diversos centros, éstos se pueden clasificar
de la siguiente manera;
Las características de los niños y las niñas de 0 a 4 años, se ubican en tres esferas o
ámbitos de desarrollo: el físico y motor, el intelectual y el socio-emocional; el desarrollo en
cada esfera está en estrecha relación con el de las otras, por lo que los logros en una
provocan logros en otra.
Desarrollo físico motor: en los primeros 4 años de vida el cuerpo humano se desarrolla con
tal intensidad que no puede compararse con el de ninguna otra etapa de la vida. El desarrollo
motor, en niños y niñas, se ve regido por dos principios: el céfalo-caudal y el próximo-distal.
Los infantes pasan de conductas reflejas cuando son recién nacidos a adquirir cierta
independencia al desplazarse en el espacio y realizar diversas actividades motrices con
mayor soltura. Es importante resaltar que la calidad del desarrollo físico e intelectual está
determinada por la nutrición que recibe el infante.
Desarrollo intelectual: el niño y la niña de 0 a 2 años, se ubica en la etapa sensoriomotora.
Sus aprendizajes son el resultado de la exploración y del descubrimiento de su mundo por
medio de sus capacidades motrices y sensoriales. Buscan intensamente la satisfacción de
sus sentidos: viendo, alcanzando, probando los objetos. El significado que les atribuyen
depende, en gran medida, de la interacción que tienen con los adultos.
Entre los dos y los tres años de edad los niños y las niñas cambian a la etapa preoperacional
en la que el mayor logro incide en su capacidad para representar, mentalmente, acciones y
objetos. Su lenguaje pasa de la etapa prelingüística caracterizada por la emisión de laleos y
balbuceos a la etapa lingüística en la que expresa sus ideas, en forma progresiva, palabras,
frases y oraciones. Se nota un incremento en el vocabulario y la comprensión de los
mensajes se relaciona íntimamente con la estimulación que le brindan los adultos que le
rodean. Se hace evidente que sus capacidades lingüísticas le permiten comunicarse con
otras y otros, cada vez mejor. Esto facilita el establecimiento de relaciones sociales y la
expresión de sus ideas.
Desarrollo socio-emocional: las relaciones sociales se inician en el seno familiar al fundar
los vínculos afectivos con los cuales el niño y la niña van desarrollando la confianza y
seguridad básica para establecer relaciones posteriores; estos vínculos se pueden crear con
otros adultos que le prodigan el afecto necesario para un desarrollo saludable. En los
primeros meses manifiestan sus emociones por medio de expresiones faciales y según
aumentan sus posibilidades de expresión oral lo hacen por medio de las palabras. Durante
los tres primeros años, según los adultos fomenten conductas positivas, avanzan
gradualmente hacia el autocontrol de la conducta para ajustarla a las expectativas sociales.
Es importante destacar que las distintas etapas de la infancia se ven marcadas por las
llamadas “crisis de desarrollo”. En las etapas que abarca el nivel inicial, se pueden observar
al año y a los tres años.
La primera crisis ocurre durante el primer año de vida, la comunicación con el adulto se
constituye en la actividad fundamental y dirige el comportamiento del niño y la niña; esta
relación de calidad es de vital importancia, porque le permitirá saciar sus necesidades físicas
y afectivas, desarrollar su lenguaje y pensamiento, así como a conocer sus posibilidades.
Alrededor de los tres años se presenta la crisis más característica. Las ansias de
independencia, por las posibilidades de desplazamiento adquiridas, provocan en niños y
niñas cierto negativismo y terquedad al buscar su propio espacio para hacer las cosas.
Debido al nivel de independencia adquirido, entre los dos y los tres años, la actividad
fundamental y rectora es la relación con los objetos.