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Resumen Escritura Univercitaria

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Etiqueta y tratamiento de la información en los relatos periodísticos de corrupción

Este artículo en cabeza de Inmaculada Berlanga Fernández y Marta Sánchez Esparza,


adscritas a la universidad del rioja, denominado “ética y tratamiento de la información en
los relatos periodísticos de corrupción“ buscaba investigar si aquellos relatos o notas
periodísticas que trataban como tema específico la corrupción, seguían los lineamientos
éticos propios de la profesión. Se toma como precedente el caso malaya, la relevancia de
este caso radica en que significó un antes y un después para la información judicial respecto
a la corrupción política. En este caso tuvo una gran acogida periodística, inicialmente se
hicieron 95 detenciones y procesamientos, no obstante, la justicia encontró culpables a 43
personas. el eje central en esta situación es que estas 95 personas tuvieron un gran
escarmiento del ojo público. Quienes no fueron condenados o encontrados culpables en el
presente litigio, hoy dado el cubrimiento periodístico si tuvieron una Afectación a su
reputación para siempre.
La corrupción se ha vuelto una temática constante parte de la cotidianidad en nuestro
entorno social. Este flagelo va desde el comerciante que ejecuta acciones evasivas para ir
en contra de la ley favoreciendo su estatus, hasta el político que ejecuta contratos indebidos
para aumentar sus ingresos monetarios “sin que nadie se dé cuenta”. Como si fuese el peor
de los virus, la corrupción se ha instalado en todos los sistemas y áreas vitales para el
interés general y particular en la ciudadanía sin que exista una pronta solución a esta
problemática. de forma lamentable el periodismo también se ha visto involucrado en esta
situación, afectando el papel de los medios de comunicación dentro de los terrenos políticos
o culturales, e incidiendo de forma negativa en la percepción que tiene la ciudadanía
respecto a la labor periodística e informativa. Aquí radica la importancia de este trabajo de
investigación pues, se busca determinar las incidencias éticas a las que se enfrenta un
periodista en el ejercicio de sus funciones, respecto al tratamiento de sus fuentes para la
elaboración temporal de los hechos. Para el abordaje de este trabajo periodístico sobre la
corrupción, se van a acudir al origen de las fuentes y de los datos desde fuentes confiables -
fiscalía, policía, fuentes judiciales- recopilando los testimonios de las personas que
estuvieron en primera línea durante la cobertura del proceso malaya.
Primeramente, se tomaron los testimonios de los narradores o informadores y los
adaptadores. Estos fueron los responsables de filtrar el flujo informativo, provenientes en su
mayoría de la fiscalía o la policía, por lo que esta información no se ponía en duda. Al no
hacerse una pesquisa más exhaustiva de la información y su contenido incriminatorio, se
condicionó el punto de vista del periodista, forjando juicios de valor. Los relatos
periodísticos se fundamentaron principalmente en las informaciones preliminares dadas por
la policía, estas informaciones desdibujaron a los periodistas como héroes, villanos o
víctimas, según el caso, generando expectativas altas respecto de la opinión pública. Para
la ciudadanía estas perspectivas tan altas respecto a la decisión no fueron satisfechas con la
sentencia fallada por el tribunal. La forma como se abordó las narraciones periodísticas
dividieron las opiniones públicas pues abordaron estructuras dramáticas, haciendo
distinciones entre el bien y el mal, situando personajes como buenos o villanos y
conspirando respecto a las posibles decisiones o giros que podría tener el juicio, dando
puntos de interés para mantener activo el seguimiento de los consumidores.
Las partes coinciden en determinar que el giro narrativo de este cubrimiento periodístico
afectó la presunción de inocencia de los involucrados. Pues dadas las notas informativas, la
opinión pública se creó un juicio preliminar, mucho antes del dictamen judicial. Afectando
no sólo las expectativas respecto al fallo, sí no manchando la reputabilidad de los
implicados. Ahora bien, por parte de la fiscalía y los jueces del tribunal se determinó que
dando cumplimiento al derecho de información, desde los respectivos despachos las
referencias emitidas se basaron en puntos específicos con el fin de no afectar el desarrollo
de las investigaciones, por lo que los datos evidenciados al público no podían perjudicar o
nublar el juicio de las pesquisas. No obstante, tanto la fiscalía como los abogados coinciden
que la forma en la que se comunicó la información fue diferente a como se exponía la
misma dentro de la fase de instrucción, difiriendo de la verdad judicial; pues la misma es de
un inicio se hizo con matices inculpatorios.
Dicho esto, podemos concluir, que la información prevista dentro del presente caso
provenía de fuentes oficiales y no oficiales, pero que no habían sido confirmadas dentro de
la investigación. Aun cuando estas no habían sido corroboradas eran comunicadas a la
opinión pública, de formas dramáticas y exagerativas, creando juicios de valor y emitiendo
opiniones, generando presiones mediáticas sobre los sucesos afectando el desempeño de los
profesionales implicados. Como dato estadístico se pudo establecer qué, la información
divulgada en los medios de información fue superior 6 o 7 veces a las difundidas durante el
juicio oral. De las especulaciones realizadas, surgieron las diferentes probabilidades
respecto a la resolución mediática del juicio. Este relato dramático e incriminatorio sin
fundamento alguno, afecto el derecho a la presunción de inocencia de los implicados,
dañando su reputación para siempre. La construcción de relatos periodísticos haciendo
seguimiento a tramas de gran apogeo por el ojo público, ya sea notas criminales o
referentes a la corrupción, no siempre sigue el arquetipo ético que debe regir la información
profesional. La primicia, la obtención de fuentes y el tratamiento de la información, hacen
que se omitan arquetipos éticos afectando el derecho a la presunción de inocencia los
implicados.

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