4 Medio - Filosofía Política - Contractualismo
4 Medio - Filosofía Política - Contractualismo
4 Medio - Filosofía Política - Contractualismo
Ovalle
Dpto. de Lenguaje y Comunicación
Objetivo de aprendizaje:
Comprender el concepto de “Contractualismo”
Conocer los postulados de tres pensadores representantes del Contractualismo
EL CONTRACTUALISMO CLÁSICO
El contractualismo es una doctrina filosófico-jurídica que sostiene que la sociedad y el
Estado nacen de un pacto. Ese pacto lo establecen los individuos que comienzan a ser
parte de esa sociedad, dirigida por el Estado. Esta doctrina se opone a la idea de que la
sociedad o el Estado son algo natural o preexistentes a la voluntad de los individuos.
En la antigüedad hubo algunas posturas que pueden considerarse cercanas a la idea del
contractualismo, como la de los sofistas o Epicuro. Sin embargo, el contractualismo tal
como se entiende normalmente es una corriente filosófica que se desarrolla en los siglos
XVII y XVIII.
El contractualismo intenta explicar la legitimidad del Estado negando que este sea natural.
Por el contrario, es fruto de convenciones humanas, de pactos entre individuos que
acuerdan organizar la sociedad mediante leyes (no naturales) e instituir un gobierno con
poder coactivo, legislativo y ejecutivo (el tipo de gobierno que las distintas posiciones
defienden es muy variado, tal como tendremos ocasión de ver en el cuadro). Al contrario
que para la concepción naturalista (organicista) el Estado es una abstracción y sólo existe
por la voluntad de los individuos, es posterior a ellos y está a su servicio, para
salvaguardar los derechos individuales.
La propiedad privada
Contrariamente a Hobbes también, Locke estima que . Esta teoría de la
propiedad ocupa en Locke un destacado lugar: atestigua los orígenes
burgueses de su pensamiento. La propiedad privada, según Locke no sólo
beneficia al propietario privadamente, sino a todos los hombres: "El que se apropia
de una tierra mediante su trabajo no disminuye sino que aumenta los recursos
comunes del género humano".
La propiedad produce felicidad y la mayor felicidad coincide con el mayor
poder: "La mayor felicidad no consiste en gozar de los mayores placeres, sino en
poseer las cosas que producen los mayores placeres". De esta forma queda
definido un "hedonismo capitalista".
Un individuo tiene derecho la propiedad privada de tanta tierra cuanta
pueda labrar, sembrar y cultivar para aprovechar sus productos. La propiedad
privada es un derecho natural tan primitivo como el derecho a la vida, a la
libertad, a la salud y a la integridad.
A causa de la instauración de la propiedad, la sociedad humana se hace más
compleja y aparecen en ella riesgos cada vez más numerosos de
conflictos. Los hombres se mantendrán en ese estado hasta que, por su propio
interés, decidan establecer un pacto para garantizar derechos y libertades frente
a los posibles conflictos que en el estado de naturaleza puedan surgir.