La Memoria
La Memoria
La Memoria
LA MEMORIA
La memoria es la capacidad de adquirir, almacenar y recuperar la
información. Somos quienes somos gracias a lo que aprendemos y recordamos.
Sin memoria no seríamos capaces de percibir, aprender o pensar, no
podríamos expresar nuestras ideas y no tendríamos una identidad personal,
porque sin recuerdos sería imposible saber quiénes somos y nuestra vida
perdería sentido.
La función principal de la memoria es proporcionar a los seres humanos los
conocimientos necesarios para comprender el mundo en el que viven. La
memoria conserva y reelabora los recuerdos en función del presente y actualiza
nuestras ideas, planes y habilidades en un mundo cambiante.
Neuropsicología de la memoria
La memoria no es una entidad unitaria y homogénea (no existe un lugar
concreto en el cerebro donde se almacenen los recuerdos), sino que consta de
varios sistemas que nos permiten adquirir, retener y recuperar la información
que nos llega del entorno. Cada memoria tiene su propio circuito anatómico,
y diferentes lesiones cerebrales borran recuerdos distintos.
Actualmente, sabemos que además de la corteza están implicadas en la
memoria otras zonas cerebrales, como el sistema límbico. Se ha comprobado
que el hemisferio derecho procesa la información visual, y el izquierdo, la
verbal. Y que la capacidad para recordar imágenes es mayor que la de
retener palabras.
El mecanismo que activa la memoria es la corteza frontal, pero existen
numerosos circuitos de conexión de esta zona con el sistema sensorial y el
sistema límbico, implicados en la consolidación de los recuerdos.
Procesos básicos de la memoria
Los seres humanos construimos y renovamos nuestra representación del
mundo a partir de tres procesos cognitivos fundamentales: la
percepción, el aprendizaje y la memoria. El aprendizaje consiste en
adquirir conocimientos sobre el mundo a través de la experiencia, y la
memoria es la retención y evocación de esos conocimientos.
La memoria tiene tres funciones básicas: recoge nueva información,
organiza la información para que tenga un significado y la recupera
cuando necesita recordar algo. El recuerdo de rostros, datos, hechos o
conocimientos consta de tres etapas: codificación, almacenamiento y
recuperación.
Codificación. Es la transformación de los estímulos en una
representación mental. En esta fase, la atención es muy importante
por la dirección (selectividad) y la intensidad (esfuerzo) con que se
procesan los estímulos.
Almacenamiento. Consiste en retener los datos en la memoria para
utilizarlos posteriormente. La organización de la información se realiza
mediante esquemas, unidades estructuradas de conocimiento que
reúnen conceptos, categorías y relaciones, formando conjuntos de
conocimientos.
Recuperación. Es la forma en que las personas acceden a la
información almacenada en su memoria. Puede ser espontánea,
cuando los recuerdos surgen de forma casual, o voluntaria.
Estructura y funcionamiento de la
memoria
Los psicólogos tratan de explicar y comprender cómo la memoria, que es una
función cerebral superior, registra los sucesos como recuerdos y cómo asociamos
unos recuerdos con otros.
Memoria sensorial (MS): registra las sensaciones y permite reconocer las caracterís
ticas físicas de los estímulos.
Memoria a largo plazo (MLP): conserva nuestros conocimientos del mundo para
utilizarlos posteriormente. Es nuestra base de datos permanente.
Memoria sensorial
Registra la información que proviene del ambiente
externo (imágenes, sonidos, olores, sabores y el tacto
de las cosas) durante un tiempo muy breve (un
segundo), pero el suficiente para que esa información
sea transmitida a la MCP.
La MS explora las características físicas de los
estímulos y registra las sensaciones. Los rasgos físicos
de los estímulos, su forma, color, intensidad, son
determinantes en el registro de la información.
La capacidad de la MS es grande y existe un subsistema
para cada sentido. La memoria icónica registra la
información en forma de iconos (imágenes o figuras) y
la memoria ecoica registra sonidos y palabras.
La duración de la información depende del sentido. En
la memoria ecoica la información permanece durante
dos segundos, mientras que la memoria icónica guarda
la información un segundo. Si la información que llega
a la memoria sensorial no es transferida a la MCP,
decae rápidamente.
Memoria a corto plazo (MCP)
La información almacenada en la memoria sensorial
se transfiere en parte a la memoria a corto plazo,
antes de pasar a la memoria a largo plazo. La
función de la MCP es organizar y analizar la
información (reconocer caras, recordar nombres,
contestar en un examen, etc.) e interpretar
nuestras experiencias.
La información es codificada en la MCP sobre todo de
forma visual y acústica, y en menor medida por signos
semánticos. Es una memoria de trabajo que integra
todos los conocimientos y recuerdos que importan en
la situación presente y ante los problemas del futuro
La capacidad de almacenamiento de la MCP es
limitada, no puede retener más de siete ítems a la vez
y eso si no se la distrae mientras los registra. Los
recuerdos de la memoria a corto plazo se pueden
alterar por nuevas experiencias
Memoria a largo plazo (MLP)
La memoria a largo plazo contiene nuestros
conocimientos del mundo físico, de la realidad
social y cultural, nuestros recuerdos
autobiográficos, así como el lenguaje y los
significados de los conceptos. Aquí la información
está bien organizada, facilitando su acceso cuando
es oportuno.
La MLP tiene una capacidad ilimitada, no existen
fronteras conocidas para la información que en
ella se pueda depositar, pero no garantiza su
recuperación. En una gran biblioteca, un libro
descolocado es un libro perdido. También es
crucial la organización de la información para su
recuperación. Pero la memoria a largo plazo goza
de una vida casi propia: lo mismo recuerda que
olvida cosas involuntariamente.
En cuanto a su duración, es una estructura de
almacenamiento estable y sus contenidos se
mantienen durante unos minutos, varios años o
toda la vida del individuo
Memoria declarativa
Almacena información y conocimientos de hechos y
acontecimientos; sirve, por ejemplo, para recordar un
rostro familiar o cuánto mide la superficie de la Tierra.
Esta memoria constituye el caudal de conocimientos de
una persona y permite expresar nuestros pensamientos.
Memoria procedimental
Es incidental, nos permite aprender cosas sin darnos cuenta y sin grandes
esfuerzos: montar en bicicleta, esquiar o conducir un coche.
El olvido
«Si lo recordáramos todo, estaríamos tan enfermos como si no recordáramos nada», decía
William James. Todo lo que alguna vez estuvo en la memoria y ya no está constituye el
olvido y, aunque parezca paradójico, la buena salud de la memoria depende del olvido.
El olvido es la incapacidad de recordar nombres, fechas, hechos o conocimientos. Se produce
por una saturación de información o fallos en la recuperación, aunque recordar todo sería tan
terrible como no recordar nada.
Para los psicoanalistas el olvido es un mecanismo psicológico de defensa: la mente se
defiende de las experiencias dolorosas excluyéndolas activamente de la conciencia, olvida
cosas desagradables o historias emocionales negativas. El pasado no puede ser reescrito, pero
se puede dominar su impacto.
Las causas del olvido
Interferencia.
Falta de procesamiento.
Contexto inadecuado
Recuperación de la información
Tiempo.
La memoria se debilita con el paso de los años, porque las nuevas experiencias
difuminan nuestros recuerdos.
Distracción.
se producen porque estamos preocupados en otros asuntos y no atendemos a lo
que debemos recordar.
Bloqueo.
Es una búsqueda de información frustrada. A veces, no recordamos el nombre de
un conocido cuando nos encontramos con él en la calle.
Atribución errónea.
Consiste en asignar un recuerdo a una fuente equivocada, por ejemplo, confundir
la fantasía con la realidad o recordar cosas que no han pasado.
Sugestibilidad.
Es la tendencia de un individuo a incorporar información engañosa que procede de
fuentes externas —otras personas, imágenes, medios de comunicación— a sus
recuerdos personales (formar memorias falsas).
Propensión.
Refleja la influencia de nuestros conocimientos y creencias actuales sobre el modo
de recordar el pasado.
Persistencia.
Consiste en recordar sucesos del pasado que preferiríamos desterrar de nuestra
mente, porque están ligados a nuestra vida emocional. Así, recordamos experiencias
difíciles de olvidar, como la muerte de un ser querido, el rechazo de un amante o un
fracaso en los estudios.
Alteraciones de la memoria