Narraciones etimol6gicas: los origenes
y el nombre del Peru '
Firbas
Stony Brook University
Estados
En el dhilogo Cratilo. Platon se ocupo del problema de la nominacion en ellenguaje y 1a rectitud de los nombres propios: lcuales nombres son verdaderos?
Uno de los dialogantes, Hermogenes, sostiene que 1a nominacion es convenciona1 y que si "cambiamos los nombres a
criados, no sigue siendo menos correcto e1 nombre puesto desque el de antes". En cambio, Cratilo defiende una posicion
naturalista 0 esencialista, donde los nombres, para ser tales, deben
ser correctos respecto a 1a cosa nombrada. Socrates agrega que Ia
correccion depende no tanto de Ia forma del nombre, sino de que
este retenga "el caniter esencial (tjpos) de la cosa n •
Socrates y Cratilo deriva finalmente a una discusion sobre las palabras y el aprendizaje del mundo: iconocer bien los nombres es
conocer las cosas bien? (2002: 75, 141, 145).
I,
Partiendo, de algun modo, de la reflexi6n del Cratilo, conviene
subrayar aqui dos asuntos: la vio1encia implicita en el cambio de
nombres, segun e1 ejemplo de Hermogenes y sus criados ("esclaen otras traducciones); y 1a 1arga tradicion que hace de 16s
Una elaboraci6n inicial de este trabajo apareci6 con el titulo "La geograffa antartica
yel nombre del Peru'; el cual incluia adem as una reflexi6n sobre el mapa imaginario de
la Misceldnea antdrtica de Cabello de Balboa (Firbas 2003). EI presente articulo retoma
el problema del nombre del Peru y su relaci6n con la cosmograffa e incluye algunos
nuevos abordajes a este viejo problema.
36
37
nombres verdaderos una forma privilegiada de aprehension de la
cosa. Asl, el estudio del origen de las palabras y sus etimologias se
convertir en una manera de acceder al sentido verdadero y
de la cosa 0 el ser. En Cratilo, Socrates revisa los etimos de
investigando como los nombres
Por tanto, en las siguientes paginas propongo pensar el nombre del Peru desde dos de sus narraciones etimologicas: la del Inca
Garcilaso de la Vega, publicada en la primera parte de sus Comentarios reales (Lisboa, 1609) y la del historiador peruano Raul Porras
Barrenechea, publicada a mediados del siglo XX.
Entre los usos dellenguaje mas intimamente ligados al
y a la historia del colonialismo se encuentran, como en cl ejemplo de Herm6genes, los cambios de nombres, especificamente los
toponimos. EI presente ensayo sigue ese rumbo, explorando las
narrativas alrededor de la formacion 0 el cambio de un nombre en
el contexto colonial andino.
trata de rdatos que bien denuncian el caracter falso 0 espurio del top6nimo "Peru" 0 bien buscan
restituir una supuesta esencia, un sentido correcto y una relacion
verdadera entre el nombre y la cosa: territorio
comunidades humanas anteriores y presentes que se
ese toponimo.
El problema del discutido nombre dd "Peru" no es, sin duda,
unico. Su origen opaco recuerda otras palabras formadas tambicn
durante la expansion imperial espanola, como "caribe", "cimao "baqlliano", las cuales se resisten a llna etimologia estable
La imoosibilidad de fijar el origen de este nombre ha
XVI, una larga historia de conjeturas y rdatos. Desde que el termino se inventa y compite con otros,
"Peru" se convierte en un tropo del discurso colonial: un uso particular dellenguaje en la empresa de expansion, conquista y colonizacion; asi como tambicn en una posibilidad de su critica. 2
2 En las reales cedulas de mayo a julio de 1529 prevalece el nombre de 'Tumbez';
o ·provincia de Tumbez' para designar el territorio bajo la jurisdicci6n de Francisco
Pizarro. Uno de estos documentos, citado por Porras Barrenechea, muestra la comde la nominaci6n: "las tierras e provincias de Tumbez de la mar del sur, lIamada Castilla del Oro a la parte dellevante" (1968: 79). En la capitulaci6n de Toledo
se impone el nombre del Peru, pero en cedulas posteriores se usaba todavla Tumbez.
AI crearse la gobernaci6n para Diego de Almagro en 1534 (cuyo territorio comprendla doscientas leguas hacia el estrecho de Magallanes, partiendo desde los ilmites
de la gobernaci6n de Pizarro), senala Porras que surgen entonces "las gobernaciones
rivales de Nueva Castilla y Nueva Toledo" (1968: 79-82). Debe recordarse ademcis que
hacia 1537 se escribe La conquista de 10 Nueva Castilla, poem a an6nimo en 283 octavas de arte mayor a imitaci6n de Juan de Mena. Vease la edicion de F. Rand Morton
(1963) y Marrero-Fente (2008).
No me interesa apuntar cual es 0 puede ser el ctimo "verdadero", si es que esto fuera posible. No busco restituir una esencia detras del nombre, sino que persigo otro objetivo. Parto de
la hipotesis de que la construcci6n del origen de una palabra, especialmente de los toponimos y los americanismos en general, va
acompanada de un relato, de una narraci6n breve, a veces oculta. El
relato etimol6gico refiere asi la historia del encuentro primigenio de
una palabra y una realidad donde puede cifrarse la "esencia" de la
cosa. De este modo, estudio aqui las dos narraciones sobre "Peru",
considerandolas no desde su verdad, sino como construcciones de
ofrezco un relatn nuevo, una hipotesis que espero abra ia CllSCUSlon a otros posibles origenes y tradiciones. Este
nuevo relato debe considerarse como una provocaci6n, hecha sobre
la base de documentos que muy probablemente
importante en el proceso de extension colonial desde
Sudamerica. Se trata, sin embargo, de aceptar el error y las
lecturas como agentes constitutivos del origen de los nombres; y de
abrir el problema del toponimo "Peru" a una trama cosmografica de
principios del XVI, pero de larga tradicion clasica.
sugerido, "Peru" comparte con otras palabras la
'ucablos acunados en cl mismo proceso de acciones y textos que establecieron las colonias.
palabras se resisten
a la quietud de un ctimo, rechazan la homogeneizacion, y no se
acomodan a una sola verdad. Nos acercan por 10 menos a dos aspectos de un fenomeno complejo: muestran la heterogeneidad de
tradiciones, lenguas y nombres involucrados en la conquista y la
colonia; y revel an el deseo de reducir esa misma diversidad a ul!a
unidad gobernable cifrada en el nuevo nombre, palabra nueva de
la retorica del colonialismo. El imperio borra asi identidades y crea
a su servicio.
nuevos sujetos
Conviene asimismo recordar que, en
del Peru esta asociado desde sus prim eros usos al
I
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a la imaginaria linea equinoccial V, por tanto, aparece vinculado a
un saber cosmografico mas que a los accidentes naturales visibles
por los conquistadores. ASi, todavia en 1598, Luis Jeronimo de
Ore escribe brevemente sobre la geografia del Peru: " ... toda esta
tierra comienza desde la linea equinoccial adelante hazia el mediodia" (f. 27v). En segundo lugar, "Peru" (0 "Piru"), hasta donde sabemos, no fue un termino autodescriptivo de ningun grupo etnico
americano ni se uso como toponimo en ninguna lengua aborigen.
Esta palabra vino a borrar diferencias Va reemplazar una multitud
de nombres V de gente detras de otros nombres. Al despojar a los
nativos de su propia adscripcion etnica para hacerlos "indios peruanos", se les estaba asignando e inventando otras genealogias. 1
indio tenia por nombre propio "Beru" Vque en su lengua, hablada
por los "indios barbaros que habitan entre Panama V Huavaquil",
la palabra "Pelu" significaba "rio". Al ser capturado e interrogado
por los espanoles, Garcilaso especula que el indio habria contestado: "Si me preguntais como me llamo, Vo me digo Beru, Vsi me
preguntais donde estava, digo que estava en el rio" (1943: I, 8).
Garcilaso y el indio Beru
El Inca Garcilaso trabajo su narraClon sobre el origen del
nombre del Peru en Espana a finales del siglo XVI, V la incluvo
en los primeros capitulos del Libro I de sus Comentarios reales. 4 El
historiador Raul Porras Barrenechea, al referirse a est a narracion,
la despacha calificandola de "conseja infantil digna de figurar en
los textos menores de historia" (1968: 18), sin advertir que esa
"conseja" es una reflexion sobre el acto mismo de nombrar en el
contexto de la conquista.
Garcilaso refiere el origen de la palabra con una escena sobre
el contacto entre los espanoles V un indio, ocurrido mas de diez
anos antes de la toma de Cajamarca. EIInca relata que ese primer
3 EI uso del toponimo "Biru" en la Relaci6n de Pascual de Andagoya debe leerse con
cuidado. Andagoya escribe en 1542 su viaje de 1522, en el cual, segun nos dice, navego hacia el sur de Panama y lIego a la "provincia que se dice Biru" (277). Maticorena
en un trabajo sobre Andagoya cita un documento de 1523 que dice: "Pascual de Andagoya, que fue a la provincia del Peru" (l 979, 39). No he podido verificar esta datacion. Por otra parte, no he encontrado ninguna mencion en los textos del XVI 0 XVII
de ningun pueblo con el nombre"Viru': La localidad que hoy lIeva este nombre en la
costa norte del Peru parece haber recibido el toponimo a finales de la colonia. Este es
un asunto que aun no he podido aclarar. 50bre la alternancia entre "Peru" y "Piru'; Jose
Durand serialo que la forma mas antigua en los escritos del Inca Garcilaso era "Peru':
vease Durand 1949. En general, los usos de "Piru" antes dell 550 son muy escasos. En
los primeros impresos europeos no castellanos sobre el Peru, asf como en la primera
cartografia, se usa invariablemente "Peru'; nunca "Piru':
4 Para la cronologfa de los escritos del Inca, vease Durand 1962.
La respuesta "estaba en el rio" parece un sin sentido, puesto que
los espanoles encuentran Vcapturan al indio justamente en ese lugar, desde donde Beru miraba el paso de una embarcacion espanola,
puesta alli como celada para capturarlo. Garcilaso se demora en la
descripcion de est a imagen primigenia entre Beru Vsus captores:
El indio, viendo en la mar una cos a tan estrana, nunca jamas vista en aquella costa, como era navegar un navio a todas velas, se
admiro grandemente Vquedo pasmado Vabobado, imaginando
que pudiesse ser aquello que en la mar veia delante de si. Y tanto se embevecio Venajeno en este pensamiento, que primero 10
tuvieron abra<;:ado los que Ie ivan a aprender que ellos sintiesse
llegar, V assi 10 llevaron al navio con mucha fiesta V regozijo de
todos ellos (1943: I, 18).
Esta presa humana, el primer indio "peruano" en el relato de
Garcilaso, es un ser enajenado e incapaz de actuar ante la vision
del barco. Su lenguaje se reduce a la repeticion de su nombre propio V su lugar en la geografia: "Beru", "Pelu"; "vo", "aqui", como
si enunciara esa relacion entre el indio Vsu tierra que la conquista
borra Vdesconoce. Con esta narracion elinca marca el origen impropio, ajeno V viciado del toponimo; V adem as constituve una escena
fundacional de la incomprension V las asimetrias, como 10 sera despues la de Atahualpa V el libro en la toma de Cajamarca. El mismo
Inca enfatiza esta peculiar situacion comunicativa en su relato:
el indio comprendia que Ie preguntavan, mas no entendia ·10
que Ie preguntavan, Va 10 que entendio que era el preguntarle,
respondio a priessa (antes que Ie hiziessen alglin mal) V nombro su propio nombre, diziendo Beru, Vanadio otro Vdixo Pelu
... Los cristianos entendieron conforme a su desseo, imaginando que el indio les havia entendido V respondido a propos ito,
40
como si el v ellos huvieran hablado en castellano, Vdesde aquel
tiempo... llamaron Peru aquel riquissimo Vgrande imperio, carrompiendo ambos nombres, como corrompen los espanoles
casi todos los vocablos que toman dellenguaje de los indios de
aquella tierra (1943: I, 18).
En otras palabras, en el origen de este nombre, Garcilaso ve un
fisicamente reducido Vmentalmente enajenado, quien ofrece con su lengua la materia sonora que los espanoles transforman
en una palabra de la conquista, borrando el "vo" V el "aqui" del
indigena.
escena pone en primer plano el uso colonizador
acto de nombrar, 10 desnuda para exponer el cuerpo Vel territorio
violentados, Vla mente enajenada del indio. Esta escena etimol6gica es un relato de violencia, corrupci6n lingiiistica Venajenacion
mental; Vde borramieI1to de toda relacion cultural del nativo Vsu
tierra: cl VO estoV aqui del
De alguna manera, al ser capturado Beru se convierte en una
sistema colonial, en un indio peruano vasallo del imperio, sometido desde ese momenta a su aparato legal. Asimismo,
la nominaci6n opera en otro sentido al confundir el rio V el indio en un mismo nombre.
nueva palabra, el apelativo espurio
que sen ala Garcilaso, convierte al indio en naturaleza. EI acto de
nombrar puede asi entenderse como un tropo fundamental del
discurso colonial.
Porras Barrenechea y el mote burlesco
trabajo mas detallado sobre el nombre del Peru 10 public6
en 1951 Raul Porras Barrenechea en la revista Mar del Sur. 6 En
5 EI relato de Garcilaso posee semejanzas con la que imagina Louis Althusser para explicar su discutida formaci6n de un "sujeto': Como se recordara, Althusser imagina un
individuo en la calle que es interpelado por la ley:"lquhf!n es usted?': En el momento
en que el individuo vuelve el rostro al poder se convierte en un "sujeto" (Althusser 174).
No pretendo aquf discutir la validez de esta escena althusseriana en la constituci6n de
un 5ujeto (legal). Me interesa, en cambio, la imaginaci6n narrativa en el pensamiento
hist6rico, filos6fico 0 politico.
6 Fue despues publicado en forma de libro bajo el titulo EI nombre del Peru, Lima,
1968. EI ensayo se present6 ーセイ@
primera vez en el Primer Congreso Internacional de
Peruanistas, reunido en Lima en 1951.
41
su estudio, Porras repasa las diversas hipotesis sobre eI origen
nombre, las cuales se pueden esquematizar en dos grandes grupos.
EI primero deriva el toponimo "Piru" de un anagrama del nomhre
patriarca biblico Ophir, como puede leerse en el humanista
sevillano Arias Montano, va partir de esa autoridad, en Cabello
de Balboa, Gregorio Garcia V Francisco Montesinos. El segundo
grupo, mas nutrido V heterogcneo, 10 conforman todos
autores que derivan "Peru" de alguna palabra indigena, generalmente del rio "Biru" 0 de un indio del mismo nombre, ubicados
imprecisamente entre la zona del golfo de Panama 0 en la region
ecuatorial. Los autores que proponen estas etimologias son Pascual
de Andagova, Lopez de Gomara, Fernandez de Oviedo, Garcilaso,
Martin de Morua, entre otros.
Lo mas novedoso del trabajo de Porras se encuentra en el rastreo documental del toponimo, entre los papeles relacionados a la
Hamada "Armada del Levante", nombre oficial en Panama de la
expedicion descubridora de Pizarro VAlmagro.
region deseada
por conquistar se denominaba oficialmente entre 1524 V1527 "La
costa del levante",
porque desde Panama la costa se dibuja
hacia el oriente, V porque se desconocia todavia el contorno del
continente en direccion austral.
Segun Porras, en los documentos del primer viaje de Pizarro,
realizado entre 1524 V 1525, no se menciona nunca el nombre
"Peru". En cambio, aparece por primera vez hacia 1527, en las
declaraciones hechas en Panama por los soldados desertores del segundo viaje de descubrimiento. Porras encuentra en la mirada vel
ingenio de esos soldados el
del toponimo. La escena
del nombre -V de alguna manera la esencia de 10 peruano para Parras- Ie pertenece al "pueblo de la conquista", segun el historiador
a los soldados asentados en Panama que escuchaban Vveian
las desventuras de los primeros viajes del "carnicero" Pizarro:
Frente a la vaguedad del nombre oficial [la Armada del
vante]' surge entre los vecinos de Panama, los soldados desertores de la empresa, el mote burlesco de "los del Peru",
aplicados a los que iban Hevados por el recogedor Almagro
a morir en el marasmo del tr6pico, en manos del carnicero
Pizarro (1968: 86).
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La hip6tesis de Porras posee un contenido narrativo intenso,
aunque no este desarrollado. Puede leerse como un cuento brevisimo,
un relato en su forma minima, en la cuallos soldados picarescos y
la atmosfera colonial recuerdan las Tradiciones
Ricardo Palma.
nombre, Porras senala
quiz;\, conciliatorio.
que "Peru"
de una palabra sino dentro de un relaro. En el caso de la
de un nombre que designa a un grupo humano, la narracion etimologica puede adquirir un peso fundacional: de un mito cuya
fundon es poner en escena la ideologia de una sociedad (Dumezil
1971: 15) 0 puede, par el contrario, desconstruir esos relatos para
proponer otros ウ・ョエゥ、ッNセ@
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aporta un vago TPh'rpnh>
terial -un indio, un rio, un pueblo-, y el
soLdadesca espanola lo modela y Ie da su espmtu. t.s deClr, posee
1a forma del discurso ctiollo sobre el
En cambio, en d
relato del Inca, segun hemos visto, el
de nombrar aparece
como una usurpaci6n del nombre propio, un acto de violencia
fisica y corrupcion lingtiistica.
EI Peru antartico
EI estudio del origen del toponimo "Peru" debe tambien tomar
en cuenta la cosmografia, geografia y cartografia europeas de La epoca. La palabra "Pertl" forma parte del vocabulario de los diferentes
textos y generos que componen el discurso colonial, particularmente de aqueLlos que conectan los territorios recien descubiertos del
lemisferio sur con el antiguo conocimiento sobre Las regiones anpensar "Peru" desde
recuperar
tradiciones que,
la formacion
Como ya se ha mencionado, la especulaci6n etimol6gica tiene
1a forma de una narraci6n. Quiza no sea posible imaginar el origen
7 Recordemos que medio siglo despues de la formaci6n del virreinato del
Peru, cuando otros estados europeos mostraban sus banderas en el estrecho
de Magallanes entre los anos de 1579 y 1617, 10 antartico sale ala superficie
en textos como la Misceianea antartica, las Armas antarticas, el Parnaso antartico, en las supuestas sesiones I iterarias de la Academia antartica en Lima,
etc. Ver Firbas 2000.
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Frente a las narraciones de Garcilaso y Porras, propongo una
que asuma la incertidumbre del origen. No busco una esencia en
el nombre, sino la evocacion, la inestabilidad, la multiplicidad de
tradiciones y posibilidades. El exito inmediato de la palabra "Pen)"
en la imaginacion europea no puede explicarse por un significado
sino por su apertura, resonancia y poder de construccion del
, en principio, fue un espacio
europeo y para el: posee la forma de
recordar que la poblacion indigena rehusaba
1943: I, 19). "Peru" significaba el
usar este
y el allanamiento de las
vocabulario
complejidades del mundo que
como bien 10 condensa la
narracion del Inca Garcilaso.
Podemos suponer que los avances coloniales en los territorios
americanos se hicieron sobre la base de un muy heterogeneo conjunto de textos, desde informaciones orales de espanoles e
8 Ellinguista Rodolfo (erron Palomino ha publicado una excelente nota etimologica
sobre el nombre de la ciudad de Lima, escrita rigurosamente desde la ftlologia, la dialectologia andina y la historia. (erron escribe que "Lima" Ie debe su nombre a la palabra
quechua "Iimaq" que signiftca "el que habla': en referencia a la huaca u "oraculo preinca
instalado en 10 que hoy es el Cercado de la ciudad" «(erron 2000: 156). No hay una "narracion etimol6gica" en la nota de (erron, ya que propiamente no cuenta el origen de la
palabra, sino la evoluci6n de su forma: como el toponimo quechua original "rimac" habria cambiado en "limaq" a eonseeuencia del sustrato aimara y luego, castelianizado, en
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La tesis de (erron es que la costa central tam bien habria formado parte, junto con
el Valle del Mantaro y la sierra centro surefia, de los territorios de habla aimara, "mucho
antes de la expansion preinca del quechua" (2000: 154). Sin embargo, la complejidad
historica y los niveles lingGisticos detras de este top6nimo sf revelan la eonstrucci6n de
otra narracion: el aimara emerge desde el nivel profundo del nombre de Lima, a pesar
de que se trata de una lengua y cultura poco presentes en el imaginario nacional peruano. Respecto a la designacion de "el que habla" en referencia al rio, esta se remonta al
tiempo colonial y al olvido del oraculo. Para Porras Barrenchea "rimae" era el "rio habla、ッイセ@
a 10 cual agregaba:hdenominacion la mas apropiada para el canal que distribuye
las aguas a la ciudad murmuradora y parlante" (citado por Cerron 2000: 156, n.o 6).
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44
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(con toda la incomprension inherente en estos prabables "dialogos"),
relaciones manuscritas hechas por otras conquistadores, mapas y
portulanos dibujados en los dos lad os del Atlantico e impresos variados que pudieran ofrecer alguna informacion sobre las geografias
del hemisferio sur y el arte de navegar en general. Y tambien otras
libras: cosmografias y textos religiosos que podian ordenar los nuevos espacios y dades sentido en una narracion mayor.
En su Comentario, Macrabio describe la Tierra como una esfera con cuatra grandes continentes 0 Islas. Europa, Asia y el Norte
de Africa, es decir, todo el Viejo Mundo ocupa solo una de estas
regiones. Las otras tres grandes islas son conjeturales y corresponden a un balance de territorios entre el norte y sur de la linea
equinoccial. Los mapas que acompaflan el Comentario muestran
una cara de la tierra dividida en dos masas insulares y cinco zonas
climaticas: dos zonas templadas y habitables al norte y sur; y tres
regiones inhabitables: los extremos frigidos en los dos polos y una
zona torrida, llamada tambien "perusta" (quemada), que como
una faja ardiente recorre ambos lados de la linea ecuatorial. Asi
puede verse en el mapa universal impreso en la edicion titulada
In Somnium Scipio expositiones, publicada en Brixie, en el norte de
ltalia, en 1485: 11
Es importante recordar e insistir en la funcion del libra y del
mapa impresos en este contexto. Si bien la historia de la humanidad esta llena de experiencias coloniales, la del siglo XVI es la
primera en la que la letra impresa acompaflo a las armas europeas.
Dentra de los libras que avanzaran con la conquista, cabe destacar
que durante las primeras decadas del siglo XVI las cosmografias
anterio res a los nuevos descubrimientos estaban en plena vigencia,
10 cual puede notarse, por ejemplo, en las numerasas ediciones del
Comentario de Macrabio al "Sueflo de Escipion", texto escrito en
el siglo VY
El Comentario al Sueiio de Escipi6n es una detallada exegesis del
breve texto con que Ciceron cierra el libra VI en su De republica.
Ciceron relata el viaje en sueflos del joven Escipion hasta las regiones celestiales de los muertos para visitar a su abuelo, Escipion el
Africano. Desde esa posicion excepcional y omnisciente, el joven
Escipion observa obsesivo la esfera terrestre, mientras su abuelo 10
invita a contemplar las estrellas y a escuchar la musica de las esferas. El texto muestra esta tension entre la armonia y plenitud del
lugar celestial que habita el viejo y los deseos imperiales del joven:
entre el mito y la historia. lO
9 La obra de Macrobio Comentarius exCieeronis in Somnium Seipionis fue escrita probablemente hacia el ano 430 d.C. Los manuscritos mas notables son los que se conservan
en Paris y el Escorial. Yease la introducci6n de Stahl a su edici6n y traducci6n de
(Macrobius 1990: 3-65).
10 EI joven Escipi6n, desde las alturas, no puede sino mirar la Tierra y pensar en terminos politicos. Su abuelo 10 invita a contemplar el espectaculo de las esferas, pero el
ve la pequenez del planeta y la insignificancia del mismo imperio romano. En el texto
latino se lee:"iam vero ipsa terra ita mihi parva vista est, ut me imperii nostri, quo quasi
punctum eius attingimus, paeniteret" (Cicero 1989: 22-3). En su excelente edici6n y
traducci6n inglesa de los Comentarios de Macrobio, Stahl incluye tambien el texto de
Cicer6n y traduce asi este fragmento:"From here the Earth appeared so small that I was
ashamed of our empire, which is, so to speak, but a point on its surface" (Macrobius
1990: III, [7], 72). He utilizado preferentemente la edici6n de Stahl para los textos de
Cicer6n y Macrobio.
Mapa universal de Macrobio: Brode, 1485
11 Tomo las ilustraciones de los facsimiles que public6 Carlos Sanz en su libro EI primer
mapa del mundo con 10 representaci6n de los dos hemisferios, coneebido por Macrobio.
Estudio crftieo y bibliogrdfieo de su evoluci6n (1966).
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Se ha senalado que la imagen que presenta Macrobio de las
zonas habitables de la tierra influy6 desde el siglo XV en la expansi6n europea, e inclusive puede suponerse que\ Crist6bal Co16n la haya tenido en cuenta al trazar la ruta de su primer viaje
(Stahl 1942: 252). Al mismo tiempo, como es sabido, los nuevos
descubrimientos geograficos producian tambien nuevas lecturas
y miradas de los textos clasicos. Asi, una mirada oblicua sobre los
mapas impresos de Macrobio puede leer fcicilmente el nombre de
"Peru" en ellos. Oblicua en mas de un sentido: se trataria probablemente de una mirada de soldado a principios del XVI, de un
lector incompetente en latin, de alguien que lee el mapa de Macrobio fuera de contexto. Pero tambien puede ser la mirada del
erudito que reconoce el "peru" como una cifra secreta dentro de
una palabra latina y ve en el un signo mas que anuncia y legitima
la expansi6n europea.
La palabra "Peru" esta y no esta en el mapa_ En sentido estricto, no es "peru", sino la voz latina "perusta" la que nombra
la zona ecuatorial de un hipotetico continente austraL "Perusta",
derivado del verbo "peruro", significa literalmente quemado, consumido por el fuego. En otras palabras, la zona perusta es la regi6n
inhabitable por excelencia, arrasada por el calor del soL
El Comentario de Macrobio al "Sueno" de Cicer6n se imprimi6
con mapas al menos en 12 ediciones entre 1485 y 1550. Estos mapas seguian, con algunas variantes, las ilustraciones de los manuscritos medievales: muestran siempre una forma circular y las cinco
zonas climciticas mencionadas. Estas ediciones pudieron haber
ejercido una influencia profunda, mas alla de Col6n, aunque no
siempre visible, en la expansi6n europea durante la epoca de los
llamados "grandes descubrimientos" Y El texto del Comentario, esCfito en latin, se leeria preferentemente entre humanistas, eruditos
yen los talleres cosmograficos del siglo XVI. En cambio, los mapas
pudieron muy bien fascinar la mirada de distintos personajes letrados y no letrados, soldados que desconocian ellatin y poseian una
relaci6n no institucionalizada con la cultura dellibro. Los mapas
de Macrobio debieron "leerse" muchas veces descontextualizados,
ajenos a los comentarios, impregnados del aura nueva del libro
impreso, como imagenes que, en efecto, desde el cielo dictaban las
formas ocultas de las tierras desconocidas del sur del mundo.
Desde 1485, cuando se edita en Italia el primer impreso de
Macrobio ilustrado con un mapamundi, hasta 1527, ano en que
la palabra "Peru" asoma en los documentos panamenos estudiados por Porras, existen por 10 menos diez ediciones del Comentario
acompanadas de un mapa grabado. Desde nuestra perspectiva, entre estos grabados la variante mas notable es la disposici6n visual
de la palabra "perusta", la cual, en la segunda decada del XVI,
se separa y segmenta sobre el espacio de un hipotetico continente del sur: "peru-sta". Asi, por ejemplo, la edici6n florentina de
Mapa de Macrobio: Florencia, 1515
12 Carlos Sanz lista 39 ediciones del Comentario publicadas entre 1472 y 1607, de las
cuales al menos quince lIevan un mapa impreso. Este "famosfsimo mapa del mundo';
seiiala Sanz, "sin duda alguna debi6 repercutir en el desarrollo, y tal vez en la propia
iniciaci6n de los grandes descubrimientos transoceanicos que cronol6gicamente coinciden con la maxima expansi6n de este libro precioso del que no sabemos que haya
sido traducido aun a nuestra lengua castellana" (1966: 13).
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pudo servir en Panama para trasladar la
tierras que se iban descubrienque lee "peru" donde
se ha grabado "perusta" -como una
rota- reconoce quiza una tierra al sur que empiezaba a llamarse
con ese nombre.
Referencias bibfiogrMicas
El nuevo orden del mundo que se inida desde finales del XV
sup one una diferenda entre el sur y el norte prevista ya en los textos antiguos que especulaban sobre la existenda de las antipodas.
Los nuevos descubrimientos geograficos y la probable presencia
del nombre del Peru en la zona torrida del mapa medieval, confirmarian la larga duracion de los discursos cosmograficos, asi como
una tierra por primera vez
el orden y las jerarquias
La creacion del Peru para Europa seria asi mucho mas antigua que
los viajes de Andagoya 0 Pizarro. La tierra quemada, arrasada, el
llano en llamas, pertenece a una antigua geografia, a una escritura
sobre la tierra que se mantuvo vigente y cargada de significados
para la expansi6n imperial durante el siglo XVI.
De cua1quier forma, el origen del nombre Peru permanece esquivo a 1a estabilizaci6n y abierto a las complejidades, a los cruces y
1a diversidad. En la posibilidad de que el top6nimo "Peru" inc1uya
un ingrediente de las
tramas cosmograficas se nos revela,
por un lado, la importancia que tuvieron en esos an os las narraciones e imagenes geograficas impresas, cuando ano a ano se iba
completando el
de un mundo acabado para la mirada europea. Por otro lado, la trama cosmografica es una provocacion y
una vindicaci6n de las "malas lecturas", de las posibilidades
error, de los malentenidos y violencia que fueron construyendo el mundo coloniaL Aceptar que en la "esencia" del nombre
del Peru se encuentra esa falsa lectura latina es, de algun modo,
adoptar el relato del Inca Gardlaso, quien denuncia la corrupcion de las palabras indigenas en la violencia del bautizo civil del
primer indio peruano. La narracion etimologica no tecupera la
esencia de la cosa, pero encontramos en su trama, en sus
pIes origenes, los muchos hilos y cortes con los que se compuso
el mundo coloniaL
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