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Haciendo un paralelo con el aula, que es el lugar que nos convoca, conviene plantearnos en qué lugar nos colocamos frente a los discursos del saber que instituyen los estudios superiores, porque esto nos va a ayudar a clarificar algo... more
Haciendo un paralelo con el aula, que es el lugar que nos convoca, conviene plantearnos en qué lugar nos colocamos frente a los discursos del saber que instituyen los estudios superiores, porque esto nos va a ayudar a clarificar algo acerca de la construcción de nuestra identidad como docentes, investigadores y estudiantes. Por nuestra parte, los docentes ¿explicamos para la comprensión o para la obediencia? ¿para aclarar o para atontar (Ranciere: 2002)?
El objetivo del presente trabajo es ofrecer una propuesta de actividades basadas en preguntas críticas que permitan el reconocimiento y desmontaje de estereotipos por parte de los alumnos. El objetivo final que persigue la experiencia es... more
El objetivo del presente trabajo es ofrecer una propuesta de actividades basadas en preguntas críticas que permitan el reconocimiento y desmontaje de estereotipos por parte de los alumnos. El objetivo final que persigue la experiencia es la incorporación de hábitos de lectura reflexiva y la producción crítica de textos argumentativos. En este punto y tomando en cuenta el valor de la conformación de la zona de desarrollo próximo (Vygotsky, 1934), el rol docente es muy importante. Proponemos entonces, describir una serie de actividades guiadas que permititan a los estudiantes no sólo detectar la presencia de estereotipos sino también desmontar sus estrategias de producción. El trabajo en clase, pensado en términos de proceso, posibilita hacer un seguimiento, a través de los trabajos escritos de los estudiantes, de las modificaciones que la incorporación de estas estrategias produce en su competencia argumentativa.
BERTHOUD, Anne-Claude; MONDADA, Lorenza. Traitement du topic, processus énonciatifs et séquences conversationnelles. Cahiers de linguistique française, 1995, vol. 17, p. 205-228. Preámbulos La problemática del "tópico" es un terreno... more
BERTHOUD, Anne-Claude; MONDADA, Lorenza. Traitement du topic, processus énonciatifs et séquences conversationnelles. Cahiers de linguistique française, 1995, vol. 17, p. 205-228. Preámbulos La problemática del "tópico" es un terreno ejemplar en el que se pone (se impone) la cuestión de la puesta en relación de diferentes niveles de análisis. En tanto que trayectoria discursiva definida colectivamente por la dinámica de los aportes de los interlocutores, el tópico pone en juego un espacio de intersubjetividad que contribuye a construirlo; en tanto que fenómeno discursivo complejo, explota diferentes niveles de marcación y de estructuración, yendo de la morfosintaxis a la organización del discurso. Las aproximaciones que han privilegiado un solo nivel de análisis (por ejemplo las de las marcas morfosintácticas) no hicieron más que bosquejar las relaciones con otros niveles, de los que se han constatado el carácter no sistemático y variable: se ha incluso subrayado la polifuncionalidad pragmática de las formas morfosintácticas, por ejemplo de la dislocación, impidiendo toda correlación simple entre forma y función. Manifestándose en los materiales discursivos en contexto y no en frases o enunciados aislados, las dinámicas topicales, requieren una aproximación que integre los diferentes niveles de análisis y de complejidad. Aprehender la construcción de los tópicos desde una perspectiva integrada nos conduce entonces a apartarnos de modelos que fundan el análisis del discurso sobre un conjunta de paradigmas aislados los unos de los otros y donde no se comprende las "claves" del pasaje. Se trata de mostrar no sólo cómo cada dimensión-y más particularmente aquí, las dimensiones temática, enunciativa e interaccional-interviene en la organización del discurso, más aún, cómo estas se articulan, se interpenetran en el detalle del desarrollo discursivo. Esto conduce a una concepción dinámica e integrada de la construcción discursiva, aprehendida a través de las prácticas enunciativas e interaccionales; desde esta concepción las dicotomías clásicas (lengua/habla, competence/performance, frase/discurso) se disuelven en provecho de la actividad de producción de dos (o varios) co-enunciadores y de los rasgos que deja esta actividad en el hilo del discurso. La aproximación que propondremos en esta intervención focaliza los procedimientos, los "métodos", los procesos puestos en juego por los locutores y que se manifiestan a través de marcas secuenciales. Estos procesos provienen de la enunciación, concebida como estructuración interaccional de la producción discursiva. Esta concepción procedural se concretiza para nosotros en una aproximación de dos caras, provenientes de
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En el curso de estos últimos años, se vio aparecer un florecimiento de los escritos que tratan la argumentación, en general y los falsos razonamientos, en particular. En este breve ensayo, sin arrogarme totalmente la obligación de referir... more
En el curso de estos últimos años, se vio aparecer un florecimiento de los escritos que tratan la argumentación, en general y los falsos razonamientos, en particular. En este breve ensayo, sin arrogarme totalmente la obligación de referir mis comentarios a todos esos textos, quisiera sostener que remontando trabajos recientes sobre los esquemas de argumentos hasta la concepción aristotélica de los lugares comunes y luego, recuperando la noción de ley de pasaje de Toulmin, es posible construir un esquema de análisis susceptible de arrojar alguna luz sobre la discusión de los falsos razonamientos informales. En lo que sigue, hablaré de argumentos en el sentido estricto y no de la actividad compleja de la argumentación, de la cual, los argumentos constituyen el elemento central. Walton definió en este sentido el argumento, como "la afirmación que una proposición (...) deriva de otras proposiciones o se establece en virtud de otras proposiciones" (Walton, 1987: 329). En este sentido restricto, un argumento es, en parte, una invitación hecha a un auditorio para hacer una inferencia o para sacar una conclusión a partir de un conjunto de proposiciones. Esquemas Se puede clasificar a los argumentos puntuales en categorías tales como "argumentos causales", "argumentos de autoridad", "argumentos sintomáticos", y así. Típicamente, tales clasificaciones son construidas en vistas de la evaluación de los argumentos: se supone que cada tipo de argumento tiene sus virtudes propias y sus defectos típicos (van Emeren & Kruiger, 1987). Estas grandes categorías se subdividen en toda una variedad de sub-categorías que, a su turno, pueden ser aún subdivididas. Por ej. entre los argumentos causales, se pueden distinguir argumentos que sostienen afirmaciones causales concernientes a casos particulares, argumentos que sostienen generalizaciones causales, así como también argumentos fundados sobre casos particulares causativos o sobre generalizaciones causativas (cfr. Plantin 1990: 217-221). Entre estos, los que sostienen generalizaciones causales hay, entre otros, argumentos puramente estadísticos, argumentos fundados sobre experiencias controladas y estudios de casos. Los argumentos por analogía comprenden los argumentos inductivos por analogía y los argumentos por analogía a priori (Govier, 1992: cap.10). Los argumentos de autoridad pueden tomar la forma de apelaciones a la experiencia, o apelaciones a individuos que tengan un acceso privilegiado a la información o apelaciones a conocimientos generales, a la práctica corriente o la tradición, entre otros. Veamos un muy pequeño muestreo de las categorías y sub-categorías de argumentos. Quisiera sostener que todo argumento local es un caso o encarna una forma identificable o un esquema, y que las características que definen cada especie de argumento están ligadas a estos esquemas. Así, los argumentos son sub-categorías diferentes si los esquemas asociados son diferentes. He aquí un ejemplo de un tipo de argumento causal y del esquema asociado que tomé de van Emeren y Kruiger (1987: 74) y modifiqué. Primero el argumento: (1) Ella puede tener todos los hombres que quiera: ella es magnífica (y si una mujer es magnífica, todos los hombres son atraídos)
La reflexión sobre el lenguaje y sobre la relación entre lenguaje y conocimiento son preocupaciones importantes de la semiótica, en tanto disciplina que presenta como uno de sus objetos la identificación de los caracteres generales... more
La reflexión sobre el lenguaje y sobre la relación entre lenguaje y conocimiento son preocupaciones importantes de la semiótica, en tanto disciplina que presenta como uno de sus objetos la identificación de los caracteres generales compartidos por los diferentes lenguajes, sean éstos naturales-las lenguas-como artificiales-los creados por el hombre para cumplir con una función comunicativa y/o expresiva-, así como las características que los diferencian en lo que hace a su potencial en tanto productores de sentido. Diversas investigaciones han demostrado la relación entre escritura y conocimiento. Escribir es una actividad que compromete múltiples operaciones cognitivas que inciden en los procesos de aprendizaje de los estudiantes (Scardamalia y Bereiter, 1992). El desarrollo de habilidades lectura y escritura especializadas cobra particular interés en el ámbito universitario, dadas las características de los géneros discursivos que circulan en su seno. La adquisición de estrategias de comprensión y elaboración de los géneros académicos son procesos graduales y su dominio resulta insoslayable en la práctica universitaria, en especial, tratándose de estudiantes formados en Ciencias de la Comunicación. Con el objetivo de mejorar las competencias profesionales requeridas en nuestra comunidad discursiva, la cátedra del Coto de Semiótica II propone incorporar el parcial domiciliario como instancia de evaluación. Definimos el parcial domiciliario como un texto expositivo de tipo explicativo/argumentativo, basado en un corpus bibliográfico dado y cuya escritura planificada se da fuera de la situación áulica. Los parciales forman parte de las prácticas destinadas a exponer la adquisición de conocimientos y para que un docente pueda evaluarlos en el marco de las comunidades académicas. De manera que aprender estos géneros no significa solamente adquirir una técnica sino incorporarse a una práctica social (Farias y Quipildor, s/d). Inscriptos en sus campos científicos, este conjunto de géneros académicos presenta un gradiente de dificultad que va desde el parcial presencial, el parcial domiciliario, el informe de lectura, el proyecto de investigación hasta la monografía, las tesinas y las tesis. De acuerdo con esto y considerando el valor epistémico de la escritura, se puede afirmar que el parcial domiciliario ofrece una excelente oportunidad de entrenar a los estudiantes de manera gradual en producciones de mayor grado de complejidad. Tal como lo define Liliana Grigüelo, "el parcial universitario es un género que responde a una de las prácticas académicas destinadas a evaluar los conocimientos adquiridos por los alumnos en el transcurso de la cursada de una materia" (Grigüelo, 2004: 111). Se pueden establecer algunas diferencias entre los parciales presenciales y los domiciliarios. En primer lugar, los parciales presenciales son individuales y los domiciliarios pueden ser grupales. Los presenciales son manuscritos y los domiciliarios son procesados en computadoras, lo que aumenta la posibilidad de mejorar la diagramación, la distribución de las partes del texto, el diseño gráfico y tipográfico, así
Los discursos sociales, tales como ciertas producciones de la prensa mensual o semanal, actúan tanto sobre el texto como sobre la imagen o la puesta en página para construir su identidad. Este artículo propone un tipo de análisis que,... more
Los discursos sociales, tales como ciertas producciones de la prensa mensual o semanal, actúan tanto sobre el texto como sobre la imagen o la puesta en página para construir su identidad. Este artículo propone un tipo de análisis que, respetando el objeto estudiado, construye puntos de referencia que permiten integrar lo bidimensional (imagen) y lo lineal (texto) en una aproximación lo suficientemente generalizable como para que se pueda aplicar a otros corpus que presenten características similares. Tratar con corpus heterogéneos como los de la prensa escrita plantea, de entrada, un problema a la vez teórico y metodológico como, sin caer en la simple glosa, dar cuenta de conjuntos compuestos donde fenómenos como la imagen y la puesta en página se mezclan con lo escrito. La elección de una aproximación está aquí ligada al hecho de que tratamos con "paquetes" que comportan un entrelazamiento de agenciamientos significantes, los que reenvían, cada uno de ellos, a operaciones de naturaleza diferente. Es necesario, por lo tanto, elaborar un andamiaje lo suficientemente potente como para abarcar, al menos, tres modos de funcionamiento: uno que remita al orden estricto de un recorrido (la lectura de caracteres, de la escritura); otro (el de las imágenes fotográficas) que le permita al lector organizar el abordaje visual según un orden que no es lineal; un tercero (el de la puesta en página y las variaciones tipográficas) que implica, como la imagen, un haz de recorridos no lineales pero que no reenvía a un proceso de reconocimiento de formas asociado a operaciones de referenciación sino, antes bien, a un campo de modalizaciones comparable (aunque solo en parte) al de las variaciones de entonación 1. En este sentido, un análisis puramente lingüístico sólo puede ofrecer un abordaje absolutamente insuficiente sobre esta clase de materiales. En un texto publicado ya hace más de diez años, que se proponía tratar conjuntamente una secuencia lingüística de carácter argumentativo y su soporte gráfico (el anuncio publicitario en tanto objeto percibido como un todo), nos habíamos propuesto un análisis de los procedimientos lingüísticos de los efectos de sentido que un destinatario en una aproximación más o menos sutil podía percibir 2. Este ejercicio había resultado, además, más sencillo por la elección (fácil) de una publicidad cuya anomalía residía justamente, en la preeminencia de lo escrito sobre lo figural. Se trataba de localizar allí la huella de operaciones lingüísticas que pudieran ser reconstruidas como tantos puntos de vista de enunciadores diferentes delante/frente a un texto, lo cual implicaba un trabajo en reconocimiento. La cuestión que se plantea ahora es la de no limitarnos solamente a las secuencias lingüísticas e integrar la configuración percibida. Incluso si una página de  Texto publicado en Etudes de Lettres. Lenguaje y conocimiento, revista de la Facultad de Letras, Universidad de Lausanne, octubre-diciembre de 1986, 71-92. Agradecemos a la Revista el habernos dado la autorización de reproducirlo aquí. 1 Sobre estos tres niveles de funcionamiento ver E. Verón, Production de sens. Fragments d´une sociosémiotique, Tesis de Estado, Universidad de Paris VIII, 1985, Ed. Université de Paris VIII. 2 Sophie Fisher y Eliseo Verón, "Baranne es una crema", Communications, 20, 1973, pp. 160-181 (ver en este mismo volumen).
Durante mucho tiempo y desde sus orígenes la retórica ha tenido una mala prensa. Se la ve como la ciencia de "lo confuso". Su terreno es lo incierto y lo vago, lo dudoso y lo conflictivo. Es así como apareció en Sicilia, una vez abatida... more
Durante mucho tiempo y desde sus orígenes la retórica ha tenido una mala prensa. Se la ve como la ciencia de "lo confuso". Su terreno es lo incierto y lo vago, lo dudoso y lo conflictivo. Es así como apareció en Sicilia, una vez abatida la tiranía, cuando les fue posible a los propietarios despojados, defender su causa para recuperar sus bienes. Los primeros abogados fueron los intelectuales llamados Sofistas, que profesaban la sagacia para defender la suerte de las víctimas abusadas. Pero pronto se vendieron a cualquier causa. Esto les valió el desprecio de Platón, que no cesaba de oponer la retórica (falsa sabiduría o sofística) a la filosofía, que se reusa a sacrificar la verdad a las apariencias para decir todo y a la vez, su contrario, lo cual aunque rentable, es condenable. De ahí, la idea de que el sofisma es un razonamiento falaz y engañoso pero que no lo parece. Tiene todos los rasgos de la verdad salvo uno, que es el que cuenta: es erróneo. El sofista es, entonces la antítesis del filósofo, así como la retórica es lo contrario del pensamiento justo. La condena de Platón ha sido un factor determinante en la historia de la Retórica. Ya sea que se la considere en relación con la propaganda o con la seducción, la retórica es frecuentemente asociada a la manipulación de los espíritus, mientras que la filosofía los libera, como a los prisioneros de la caverna. Dicho esto, la retórica hubiera podido sobrellevar la suerte de este oprobio si hubiera estado dotada de una definición precisa. Pero ese no fue el caso ni siquiera en Aristóteles, quien fue incluso más lejos en su empresa, que Platón. Aristóteles, no obstante, la toma en serio y le reconoce un rol positivo. Para él la retórica es el reverso necesario de la ciencia : esta confiere certidumbre a sus conclusiones, aunque gran cantidad de cuestiones de la vida cotidiana y de la intelectual no ofrecen ninguna certeza. ¿Deben las certezas, entonces, surgir del campo de la razón? Las opiniones se confrontan, los puntos de vista se combaten y en política como en moral, los individuos tienen visiones divergentes y legítimas. Si bien es cierto que se puede manipular y engañar, también se puede adherir de buena fe y con convicción a proposiciones que los otros no comparten. No todos tenemos los mismos intereses, las mismas concepciones, los mismos puntos de vista, pero es bueno vivir juntos y que se debatan los problemas para arribar a un esbozo de bien común en la Ciudad. Por consiguiente, la retórica puede se un mal, pero un mal necesario que se parece más a un hacer saber que a un hacer hacer. De la política al derecho y a sus alegatos contradictorios, del discurso literario al de la vida cotidiana, el discurso y la comunicación son indisociables de la retórica. Si bien tiende una trampa, también ofrece la posibilidad del desciframiento y la desmitificación. El mejor antídoto a la retórica resulta entonces, la retórica misma.