Garcia Lorca

En este artículo estudio la imagen que de Federico García Lorca se construyó a través de textos de intelectuales argentinos de 1936. Presto atención a textos en prosa y en verso escritos por éstos fundamentalmente para la prensa boanerense. Me centro en aquellos intelectuales que conocieron a García Lorca en persona. El objetivo es mostrar el impacto de la muerte de García Lorca en la vida intelectual de Buenos Aires.

son conocidos dramaturgos, el primero por sus sainetes y tragedia grotesca, el segundo por sus tragedias de drama rural repletas de personajes femeninos principales. Al parecer se nos muestran para el teatro y para la historia literaria como dos autores dispares, el uno trabaja la comedia, la sátira y lo provinciano, con un tono siempre humorístico; mientras el otro, muestra la crudeza trágica en sus obras dramáticas. Por lo que, ¿qué podrían tener en común? Esto lo podremos ver en sus obras cumbres La señorita de Trevélez (1916) y La casa de Bernarda Alba (19452). Arniches crea la tragedia grotesca donde enmascara con fragmentos cómicos la despiadada sociedad del momento y el sufrimiento de una mujer adulta que es burlada y engañada por un grupo de jóvenes, quienes buscan gastar la mayor broma nunca vista. Por su parte, Lorca revelará la cruda realidad de las mujeres cautivas por la sociedad patriarcal y las apariencias en su drama. En este, tanto las mujeres jóvenes como las maduras son obligadas por la matriarca a pasar ocho años de encierro por luto, privándolas del contacto con el mundo.

El estímulo inicial del artículo surgió en situación didáctica: leyendo el poema "La aurora" en una clase de Literatura Española en la Universidad Nacional de Cuyo emergió la idea de recurrir a los zombis para hacer ver a los estudiantes la realidad del monstruo urbano que Lorca percibe en 1929 y nos deja leer en su poemario transformado por los procesos de la imaginación. Posteriormente se comprobó que a otros lectores les había ocurrido lo mismo y que convocaban al pasar la figura de los zombis o la fórmula "muerto-viviente" para explicar algunas imágenes del poemario. Eso permitió diseñar el objeto de análisis del trabajo: el objeto no es solamente el libro de Lorca y su relación con el género zombi, sino esa relación como producto de una lectura social. En ese sentido, el trabajo puede describirse como el desarrollo de algo encontrado de manera incipiente en el discurso de otros lectores. Luego de recurrir a un marco teórico socio-cognitivo y de explicar esas lecturas como activación de estereotipos presentes para la interpretación de textos pasados, el artículo se ocupa de examinar las similitudes (pero también ciertas diferencias) entre las imágenes del poemario y el estereotipo "zombi" partiendo de la hipótesis de que puede asignarse al libro de Lorca un lugar en la historia del género.

Bulletin of Hispanic Studies, LXXVIII, n.º 1, enero de 2001, pp. 47-56; luego reproducido en Correa Ramón, Amelina, Hacia la re-escritura del canon finisecular. Nuevos estudios sobre las direcciones del modernismo, Granada, Univ. de Granada, 2006

Traducción al italiano de Gianni Ferracuti, publicada en Studi Interculturali. Rivista quadrimestrale a cura di Mediterránea, Centro di Studi Interculturali - Università di Trieste, 3, 2016, pp. 63-79. (El PDF incluye el número completo de la revista).
La versión original, mi artículo "El poema 'Elegía'. Una reinterpretación lorquiana de los prototipos femeninos de fin de siglo", se puede consultar aquí mismo:
https://www.academia.edu/23429820/_El_poema_Elegía_Una_reinterpretación_lorquiana_de_los_prototipos_femeninos_de_fin_de_siglo_

Lorca's works have not been completely available due to governmental (Spanish) censorship, in the Franco period, and the manipulative censorship of his family, intended to make his works with homosexual themes unavailable, and to hamper researchers who called the family's Denial of his homosexuality into question.

Ian Gibson's account of Lorca's death has serious shortcomings: he has made invaluable contributions of facts, but slips on the interpretation of these facts. See my review of his </i>The Death of Lorca</>, which he pointedly never mentions in any of the reprints of his book, or subsequent biographical studies.

Se reconstruye aquí la trayectoria inicial de una figura tan fundamental en la vida de Federico García Lorca como es la de su madre, Vicenta Lorca, de la que -paradójicamente- no se conocen hasta la fecha demasiados datos. En este artículo se ofrecen datos basados en documentos por completo inéditos -que se reproducen en el texto- de su trayectoria como maestra en la escuela de Fuentevaqueros, donde ejerció la docencia hasta que, casada ya con Don Federico García, se quedó embarazada de su primogénito, el futuro poeta.

Para la configuración de Federico García Lorca como poeta y como ser humano resultará fundamental ese mundo primigenio experimentado en su infancia, donde un contacto íntimo con la naturaleza y la armónica medida de un universo en equilibrio configurarán para siempre su sustrato más profundo. Pero la geografía rural que ha arropado los días de su niñez y que conformará siempre, de un modo u otro al poeta, se transforma abrupta y bruscamente en una geografía urbana; aunque no se tratara de la amable o asequible geografía de una urbe habitable, como la Granada de su primera juventud, o incluso como el Madrid de las primeras décadas del XX que resultará tan fundamental en las vivencias de Federico. Por el contrario, tras su viaje a América -Nueva York y luego Cuba- entre 1929 y 1930, y coincidiendo con la asunción de los postulados del surrealismo, la acogedora geografía rural pasa a transformarse en la cartografía de una megalópolis deshumanizada, oscura, teñida de agresividad, y hostil hacia el poeta que la recoge en sus versos.

Resumen. El presente artículo aporta argumentos para rechazar definitivamente el supuesto apoliticismo con que se ha querido definir al poeta Federico García Lorca, demostrando que se trata únicamente de un rumor que extendió el régimen de Franco para enmascarar su asesinato como revuelta callejera o rencilla familiar. La base documental aportada, desde sus propios testimonios hasta el último informe oficial publicado, revela, por el contrario, un indudable compromiso con los valores democráticos republicanos y la tradición ideológica de la izquierda.

Abstract. This article presents evidence that rejects the supposed apolitical position in which the poet Federico García Lorca has often been categorized. A widespread slander , from the Franco dictatorship, has been to cover up the poet's terrible murder as the result of a street riot or a family quarrel. Furthermore, extensive records—from personal statements to recently published official papers—clearly reflect Lorca's political engagement, his unquestionable tendency to support the left in politics, and his Spanish Republican and democratic values.

Resumen: En este artículo se reflexiona sobre cómo García Lorca incorpora elementos de la tradición española en Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, al mismo tiempo que cuestiona dicha tradición. Es decir: mediante un procedimiento de lo que podemos llamar —siguiendo a Gebauer y Wulf— mimesis diacrónica con El médico de su honra, de Pedro Calderón de la Barca, la obra rompe con el modelo y al mismo tiempo construye una identidad femenina distinta a la del contexto español de finales de la década de 1920.


Abstract: In this work I propose to show how García Lorca in the play Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín incorporates the Spanish tradition as a significant element on its composition and, at the same time, it questions and subverts this tradition. With a procedure which can be named —following Gebauer and Wulf— diachronic mimesis in relation to El médico de su honra, by Pedro Calderón de la Barca, the play breaks up with the Barroque model and brings up a new insight to feminine identity, that challenges norm of the Spanish Society of 1920’s age.

"At vos, deductae quibus est fallacia lunae…"
Sesto Properzio, Elegie, I, 1, 19

« Nel corso dei secoli, la luna è stata osservata con strumenti complessi, mappata con precisione, esplorata con orgoglio. All'indagine prettamente astronomica si aggiunge, tuttavia, una storia parallela: quella della luna nell'immaginario e nella letteratura. Cinquant'anni dopo la sua conquista, resta suggestivo ricordare che la relazione tra l’umanità e l’unico satellite naturale della terra presenta anche una “faccia oscura”, un versante nascosto, di carattere onirico e immaginativo.
La luna ha polarizzato l’attenzione e la sensibilità dell’uomo arcaico ben prima del sole. Mentre l’astro diurno simboleggia quel che è incorruttibile e invincibile (il faraone, l’eroe, il regnante), il corpo celeste notturno, che cresce, decresce, scompare e ricresce – in altre parole, che attraversa un ciclo di perenni morti e rinascite – rispecchia maggiormente la caducità del destino umano. Molte delle contemplazioni lunari nella poesia occidentale sono pervase da questa malinconica consapevolezza. A Saffo, quando la luna “tramonta”, si stringe il cuore, la sua scomparsa dal cielo, infatti, rammenta l’inesorabile scorrere del tempo. In Leopardi, la vista della luna fa riaffiorare i ricordi legati alla fanciullezza ineluttabilmente trascorsa. Nerval, negli enigmatici versi di apertura di "Artemide" (“La Tredicesima ritorna…è ancora la prima”), ci mostra come la governatrice del divenire ciclico scandisce le ore. Baudelaire, in una delle sue più celebri poesie, si fa cantore delle “tristezze della luna”.
Poiché la luna è quintessenza della pluralità, le divinità lunari non sono mai univoche. Spesso, costituiscono delle triadi: nell'Antichità classica Selene, Artemide ed Ecate sono tutte e tre la luna, incarnando le diverse fasi del suo “dramma”. Sebbene la luna non sia sempre femmina – infatti il dio lunare sumerico, Nanna, era maschio – è la sua caratterizzazione femminile ad aver goduto di maggior fortuna nella letteratura: nelle "Laudes creaturarum" di San Francesco d’Assisi – e successivamente nel Purgatorio dantesco – è detta sorella; in un celebre passo shakespeariano è invidiosa della raggiante Giulietta; da Petrarca a Hölderlin e da Keats a Rilke echeggia il mito greco che la vuole innamorata di Endimione.
L’immagine primigenia della luna che comanda le acque si riflette, in modo cifrato, nei memorabili versi tassiani sul delirio amoroso di Erminia per Tancredi, nei quali la “sorgente luna” sparge i suoi raggi luminosi; nonché in quelli goethiani, in cui essa riversa la bruma nella valle, sciogliendo l’anima dell’io poetico. Un esito parossistico è racchiuso invece nei versi di García Lorca: “quando spunta la luna / il mare copre la terra / e il cuore diventa / isola nell’infinito”; il cataclisma è sia naturale che interiore.
Giacché mutevole, la luna è anche il disordine. Ne deriva quel proverbiale accostamento alla follia ben reso da Shakespeare nell'"Otello": “si avvicina alla terra più del solito, e fa impazzire gli uomini”. Meno di un secolo prima, la mitopoiesi ariostesca ci aveva regalato il resoconto di un singolare viaggio oltremondano: quello di Astolfo sulla luna per recuperare il senno di Orlando.
Nel suo elogio della luna quale imperatrice della metamorfosi, Apuleio ne presenta un lato funereo, descrivendola come una “dea che atterrisce con i suoi ululati notturni, che nel [s]uo triplice aspetto plac[a] le inquiete ombre dei morti e chiud[e] le porte dell’oltretomba”. In quanto dotata del potere di transitare dalla vita alla morte e dalla morte alla vita, la luna appartiene difatti e al Cielo e agli Inferi: ne deriva un’irriducibile ambiguità dei suoi tratti e di conseguenza il possesso di un lato nefasto, che in termini junghiani si traduce nell'attributo archetipico femminile “terribile” e mortifero. Non tutte le lune dei poeti sono, in effetti, soavi o propizie: il romantico Shelley la paragona a “una signora morente emaciata e pallida”; una luna baudelairiana è “intossicante madrina”; Borges turba il suo lettore quando – riesumando lo scenario dell’Apocalisse biblica – menziona una putrescente “luna di sangue”; Hughes ritrae una madre celeste che minaccia di liberare sulla terra “tempeste e terrori lunari”.
Se la luna-satellite si è lasciata sondare rivelando molti dei suoi misteri, la luna-mito – custodita nei sogni – non smetterà mai di sedurre la fantasia poetica e questa, sotto il suo influsso, continuerà a concepire mistiche visioni e immortali incanti ».

Programa oficial del Congreso Internacional "Federico García Lorca: 100 años en Madrid (1919-2019)", dirigido por Emilio Peral Vega y que se celebrará en Madrid, entre el 18 y el 23 de febrero de 2019. "Grandes lorquistas y grandes espectáculos para avanzar en la investigación del mayor creador español del siglo XX".

Empezando con un análisis de temas recurrentes y omnipresentes, como la honra, la maternidad y la identidad femenina en la obra de Federico García Lorca, Yerma, se atiende a un interés específico por desentrañar las raíces creativas del autor. A lo largo de su producción poética y teatral, hace uso de la sangre como vehículo para expresar su cosmovisión y una realidad antropológica que se pierde en los anales de la historia y que se remonta a la noche de los tiempos.

El poeta que lleva sus raíces en la sangre y cuyo modo de expresividad es lo que le mueve dentro, manifiesta su duende a través de sus obras, su arte. De consecuencia, no se debería de dejar de tener en cuenta a la hora de analizar, que vivió en una sociedad intolerante en dónde se le negó algo tan importante y fundamental para él, su homosexualidad.

The clearest statement ever published on the relation of Lorca's death with sexuality. Schonberg at that time well-known and controversial, not to say disreputable, in Lorca circles because of his 1966 book, in which he clearly says that Lorca was not assassinated for historical motives, although he does not reveal his documentation.  Schonberg is a pseudonym; his true name is Louis de Stinghamber Schonberg. After visiting Schonberg at his home near Nice, he shared his documentation. He was somewhat of a crackpot seen in person.

The other two items in the book are not reproduced here because they were súbseqienly republished elsewhere. The article on Schonberg was never reprinted (and who would have wanted to publish it?), and needed "rescueing" here.

Con motivo de la conmemoración en 2020 del Día de las Librerías, el Centro Andaluz de las Letras (Junta de Andalucía) me encargó, bajo el título genérico de "Espacios de emoción",  que organizase y guiase el 13 de noviembre un "Paseo literario por las librerías granadinas". Finalmente, debido a las restricciones debidas a la pandemia, el paseo no se pudo llegar a efectuar, pero me pidieron un texto en que lo narrara y describiera, para subirlo a su página web: http://www.juntadeandalucia.es/cultura/caletras/content/paseo-literario-por-las-librerias-granadinas-por-amelina-correa?fbclid=IwAR1FUQPMXCdnbHQvxVwGf1x2LZFQ2TIWuaCljjM3ixNTgKxuqIVNCyzOSyw

In this article I propose to show how Garcia Lorca incorporates the Spanish tradition as a significant element on its composition in the play Amor de don Perlimplin con Belisa en su jardin , and, at the same time, he questions and subverts this tradition. By means of a procedure which can be named —following Gebauer and Wulf— diachronic mimesis in relation to El medico de su honra , by Pedro Calderon de la Barca, the play breaks up with the Baroque model and brings up a new insight to feminine identity, that challenges the norm of the Spanish society of the 1920s.

Para entender cómo se produce el cambio radical en la identidad expresiva de la obra de Federico García Lorca,  debemos acercarnos a los testimonios artísticos más importantes que nacen como resultado de su viaje, en 1929, a New York: Poeta en Nueva York, monumento de la nueva poesía; y El público, reto dramático en el que intenta alcanzar el verdadero teatro.  En ambas obras, la necesidad de definirse y encontrar la propia identidad coincide con la búsqueda de una nueva estética.

Prólogo al volumen "García Lorca en los dramas del pueblo", de Antonio Ramos Espejo, estas páginas comentan el ideal juanramoniano de llevar lo andaluz a lo universal, que continuaría Federico a través de su poesía y, muy especialmente, a través de sus dramas.

Federico García Lorca en Buenos Aires arroja luz sobre la vida y la obra del autor granadino en el contexto de su estancia en la capital argentina durante seis meses entre 1933 y 1934, tiempo que contribuyó de manera decisiva a la difusión de su teatro, al afianzamiento de su personalidad literaria, a su independencia económica y a la creación de lo que posteriormente sería el mito lorquiano. En este libro se ofrece una investigación de la biografía de García Lorca en Buenos Aires; un análisis del teatro porteño desde finales del siglo XIX hasta el viaje del poeta y dramaturgo, así como de las obras que éste vio representadas; un minucioso estudio de Bodas de sangre, La zapatera prodigiosa y Mariana Pineda en el contexto bonaerense y su impacto en la escena de la ciudad del Plata; un panorama de los escritores, actrices y artistas porteños que compartieron andanzas con García Lorca; y, al cabo, una inmersión en el impacto que tuvo la muerte del poeta en Buenos Aires y la imagen que de él forjaron los intelectuales de la ciudad.