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Ética Del Psicólogo y Derechos Universales

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


VICERRECTORADO ACADÉMICO
SAN JOAQUÍN DE TURMERO
CREATEC - CHARALLAVE

ENSAYO

Elaborado por: Valeria Jaime


C. I. v- 29.662.315
Sección X1
Facilitador (a): Avelino Rodríguez
Charallave, febrero, 2022.
El presente ensayo describe la incidencia de la declaración
universal de los derechos humanos, discapacidad, derechos sexuales y
reproductivos en el ejercicio profesional del psicólogo y los principios
éticos asociados a un conjunto de valores. Además, se define a la ética
como el estudio de la moral y de la acción humana. Dicho concepto
proviene del término griego ethikos, que significa “carácter”. Entonces, la
ética estudia la moral y determina cómo deben actuar los miembros de
una sociedad. Por lo tanto, se la define como la ciencia del
comportamiento moral. También se expone una síntesis en cuanto la
evolución de este concepto y sus principios.
También se explica la importancia actual de las normas éticas
establecidas por la APA en el desempeño del rol del psicólogo. Para
algunos autores, como Carmen Del Río Sánchez, autora del libro Guía
Ética y profesional en psicología clínica, los principios que propone el
código de la APA son importantes en todo el mundo y sirven como
orientación para el profesional de la psicología. Asimismo se resalta la
importancia del curso de ética del psicólogo para el estudiante
universitario ya que le permite tener conocimiento de los valores y
principios por los cuales se rige la profesión la cual aspira ejercer.
El derecho comprende la única alternativa de vida civilizada,
es un instrumento normativo del cual dispone el Estado para promover la
integración social, satisfacer las necesidades colectivas, establecer
pautas de comportamiento y decidir los conflictos suscitados. Todo esto
con el objetivo de realizar los fines que le incumben como organización
política y, por esa vía, hacer efectivos los principios constitucionales y los
derechos fundamentales.
Desde esta perspectiva, y en relación con los derechos
humanos (DDHH), se entienden como el conjunto de valores intrínsecos a
la persona humana, que le son inherentes, que lo hacen digno, incluso
desde antes de su nacimiento y que le tendrán que ser respetados sin
distingo de su condición de género, raza, credo religioso o político,
condición social, pensamiento, etnia, cultura o cualquier otra condición. La
Declaración Universal de los Derechos Humanos considera en su
preámbulo que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base
el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana. Condición que
es ratificada en el artículo de la misma norma que prescribe que todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados
como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los
unos con los otros (ONU, 2009).
Asimismo, esta Declaración Universal también entra en
vigencia dentro del campo de la psicología. En esta declaración se
establecen una descripción de los principios éticos asociados a una serie
de valores, tales como: proporcionar un estándar universal a través del
cual la comunidad psicológica pueda evaluar los códigos de ética y el
progreso de la profesión; contar con un conjunto de principios morales a
nivel mundial; respeto por la dignidad; y garantizar el cuidado competente
del bienestar de los demás.
Por otra parte, el hombre como ser social se enfrenta
diariamente a situaciones diversas, proyectos, obstáculos y
oportunidades. Muchas de sus acciones influyen directa o indirectamente
en el conjunto de la sociedad, hasta las decisiones más personales. Hoy
en día, la vida se desarrolla en un mundo vertiginoso, abarrotado de
avances tecnológicos, guerras, desigualdades, información y solidaridad
internacional. A partir de allí se plantean nuevos problemas y se
recuerdan los viejos aún no resueltos, siendo así, surge la siguiente
pregunta ¿qué regula el comportamiento del hombre?
La respuesta a esta incógnita es la ética. Diversos autores
definen a la ética como la garantía de la educación del hombre, la
búsqueda de su desarrollo pleno, integral y armónico. Igualmente, los
principios éticos en la profesión del psicólogo son esenciales en relación
con su responsabilidad en la intervención que desarrolla, en especial para
el establecimiento de límites. Desde que los hombres viven en
comunidad, la regulación moral de la conducta ha sido necesaria para el
bienestar colectivo.
Incluso las grandes civilizaciones clásicas como la egipcia y
sumeria desarrollaron éticas no sistematizadas, cuyas máximas y
preceptos eran impuestos por líderes seculares y estaban mezclados con
una religión estricta que afectaba a la conducta de cada persona. Por su
parte, en la China clásica las máximas de Confucio fueron aceptadas
como código moral. Los filósofos griegos, desde el siglo VI a.C. en
adelante, teorizaron mucho sobre la conducta moral, lo que llevó al
posterior desarrollo de la ética como una filosofía. Aunque los distintos
sistemas morales se establecían sobre pautas arbitrarias de conducta,
evolucionaron a veces de forma irracional, a partir de que se violaran los
tabúes religiosos o de conductas que primero fueron hábito y luego
costumbre, o asimismo de leyes impuestas por líderes para prevenir
desequilibrios en el seno de la tribu.
Entre los autores más representativos del estudio de la ética
resaltan nombres como Platón (Grecia 427-347 AC) para el cual el mundo
es una copia efímera de lo real, el mundo es el de las ideas, y su ética era
idealista y se aleja de las soluciones reales a los problemas humanos;
Aristóteles (Grecia 384-322 AC), reconocido como el padre de la ética,
por haber escrito el primer tratado sobre el tema que conoció la
humanidad; San Agustín (354-430 Cartago, África) y Tomás de Aquino
(Italia 1224-1274), con el idealismo, objetivo del pensamiento aristotélico
como base de su ética, desarrollaron un pensamiento ético en función de
la concepción religiosa del mundo que predominó en esa época. Las
normas y juicios morales se subordinaron a la religión, como
manifestación de la fe en Dios y en la revelación de la voluntad divina, por
lo que la Ética fue considerada una doctrina oficial de la Iglesia Católica.
En la época del Renacimiento, la ética estuvo orientada por la
orientación humanista que caracterizó al pensamiento en esa etapa, en la
que el modo de producción capitalista se abría paso con la irrupción de
sus poderosas fuerzas productivas acompañadas de los adelantos
científicos y culturales, el surgimiento de una nueva clase burguesa
adinerada sobre la base de la propiedad privada sobre los medios de
producción y la explotación del trabajo de los obreros y campesinos. Las
reflexiones éticas de los pensadores de la época revelan los contrastes y
conflictos que representaban los humanistas renacentistas en cuanto al
tema de la renovación humana, la que transitaba entre la voluntad de la
salvación eterna con el requerimiento del enclaustramiento interior propio
del hombre medieval y el hombre moderno, que reconoce el amor, que
ama a la naturaleza, que siente el deseo de riquezas y de gloria.
En Alemania, Kant provocó un gran cambio en la historia de la
ética, gracias a que postuló una ética teórica autónoma independiente del
cristianismo que había determinado la ética occidental hasta el siglo XVIII.
Para él, la ética no tiene fundamentos científicos ni metafísicos, se
establece la ley moral que todo ser humano puede experimentar y que no
está contaminada por nada externo al hombre. Posteriormente, Carlos
Marx (Alemania 1818-1883) y Federico Engels (Alemania 1828-1895)
realizaron aportes en la interpretación dialéctico materialista del
conocimiento ético y de la moral. En las tesis planteadas respecto a la
ética se encuentran los fundamentos de su naturaleza social, histórica y
clasista, a partir de la multifacética actividad humana.
Siguiendo la misma línea, Wittgenstein (Austria 1889-
Cambridge 1951) filósofo irracionalista y establece un totalitarismo lógico,
hizo una de las críticas más radicales a las teorías éticas. Para
Wittgenstein, la fe, las emociones, los sentimientos, la subjetividad, tienen
que ver con la racionalidad, pero son algo secundario en un mundo moral,
de allí su irracionalidad. Plantea si estos problemas morales pueden ser
pensados y por tanto expresados. Sobre este tema, el filósofo español
Savater (1947), considera que la ética es el arte de vivir, este arte es
expresión de una buena vida. La persona ética es libre y quiere saber
como reaccionar sin estar prisionero de las costumbres y el conformismo,
la rutina, lo que diga la mayoría. Savater se manifiesta contra una moral
de premio castigo.
Una definición actual es la de la Real Academia de la lengua
Española (RAE), que la describe como el conjunto de normas morales
que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Los
principios de la ética en el área de la psicología están relacionados con
las decisiones que toma la comunidad profesional o científica de esta área
para señalar cómo deben comportarse los psicólogos.
Además, la ética psicológica tiene como objetivo: el estudio
especializado de los dilemas. Aquellos que pueden surgir de la relación
entre el profesional y el usuario, paciente o cliente. Para ello, se han
construido diversos principios, algunos universales, otros propios de cada
país, adaptándose al contexto. La comunidad científica y académica en la
psicología ha creado códigos que sirven para guiar la conducta
profesional del psicólogo, explicando los principios y normas de la
profesión. Hoy en día, existen diferentes organismos que han construido
distintos principios con explicaciones exhaustivas para guiar la conducta
profesional del psicólogo. Uno de estos es la American Psychological
Association (APA).
En una escala más grande, a nivel mundial se ha establecido
un marco usado como referencia por los profesionales de la psicología el
cual fue acogido por la Asamblea de la Unión Internacional de Ciencia
psicológica y por la Comisión Directiva de la Asociación Internacional de
Psicología Aplicada. Asimismo, la APA estableció sus propios principios
éticos los cuales entraron en vigencia en el año 2013. Dentro de este
escrito se observan principios como: beneficencia y no maleficencia;
fidelidad y responsabilidad; integridad; justicia; respeto a los derechos y
dignidad de las personas.
A modo de conclusión, el curso de ética del psicólogo facilita al
estudiante el análisis de los valores éticos y morales universalmente
aceptados, para ponerlos en práctica en su vida diaria y en lo relativo a
los deberes y obligaciones del ejercicio de su profesión. Su importancia
recae en la formación de una conciencia responsable, dimensionada
exclusivamente a un proceso de capacitación donde los valores éticos y
morales deben estar presentes.
REFERENCIAS

- Castro, M. (2022). Principios éticos de los psicólogos según la APA.


La mente es maravillosa. Disponible en:
https://lamenteesmaravillosa.com/principios-eticos-de-los-psicologos-
segun-la-apa/ Consultado 2022, febrero 17.

- Hernández, G. (2010). Los derechos humanos, una responsabilidad


de la Psicología Jurídica. Diversitas vol.6 no.2. Scielo. Disponible en:
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1794-
99982010000200014 Consultado 2022, febrero 17.

- Ramírez, C. (s/f). Ética profesional para psicólogos. Disponible en:


https://eticaprofecaro.weebly.com/#:~:text=La%20importancia
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- Tesis proyectos (2017). Evolución histórica de la ética. Su carácter


universal. Disponible en: http://tesisproyectos.com/2017/08/11/evolucion-
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