Este documento discute la definición clásica del derecho de superficie desde la doctrina. Señala que la diferencia entre ser considerado un derecho real o una modalidad de propiedad tiene consecuencias prácticas importantes. Luego, presenta la definición clásica del derecho de superficie y las críticas que se le pueden hacer a nivel dogmático y práctico, especialmente que resulta cuestionable realizar una dicotomía conceptual dentro de su contenido si no responde a una finalidad útil. Finalmente, argumenta que el derecho del super
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Este documento discute la definición clásica del derecho de superficie desde la doctrina. Señala que la diferencia entre ser considerado un derecho real o una modalidad de propiedad tiene consecuencias prácticas importantes. Luego, presenta la definición clásica del derecho de superficie y las críticas que se le pueden hacer a nivel dogmático y práctico, especialmente que resulta cuestionable realizar una dicotomía conceptual dentro de su contenido si no responde a una finalidad útil. Finalmente, argumenta que el derecho del super
Este documento discute la definición clásica del derecho de superficie desde la doctrina. Señala que la diferencia entre ser considerado un derecho real o una modalidad de propiedad tiene consecuencias prácticas importantes. Luego, presenta la definición clásica del derecho de superficie y las críticas que se le pueden hacer a nivel dogmático y práctico, especialmente que resulta cuestionable realizar una dicotomía conceptual dentro de su contenido si no responde a una finalidad útil. Finalmente, argumenta que el derecho del super
Este documento discute la definición clásica del derecho de superficie desde la doctrina. Señala que la diferencia entre ser considerado un derecho real o una modalidad de propiedad tiene consecuencias prácticas importantes. Luego, presenta la definición clásica del derecho de superficie y las críticas que se le pueden hacer a nivel dogmático y práctico, especialmente que resulta cuestionable realizar una dicotomía conceptual dentro de su contenido si no responde a una finalidad útil. Finalmente, argumenta que el derecho del super
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II.
EL DERECHO DE SUPERFICIE DESDE LA DOCTRINA
A. DERECHOS REALES Y MODALIDADES DE PROPIEDAD
La diferencia entre ser considerado como un derecho real o una modalidad de
propiedad tiene una consecuencia práctica fundamental pues que cada uno de los derechos reales tiene sus propias reglas y su propia configuración estipulados en el Código Civil o en su ley especial, siendo éste el contenido esencial inmodificable del derecho, por mandato del principio de tipicidad de los derechos reales . En los casos de las modalidades de la propiedad, al tratarse de subtipos de este derecho, les son de aplicación directa las reglas correspondientes al mismo, tanto las contenidas en el libro de Derechos Reales, como las de otros libros del Código Civil y de otros cuerpos legislativos. Un ejemplo de ellas serían las normas que regulan la transmisión de la propiedad, los contratos típicos que permiten la transferencia de la misma, las normas registrales referentes a la inscripción de transferencia de dominio, las normas urbanísticas, las normas tributarias, etc. Sin embargo, la mayor o menor particularidad que una modalidad de propiedad tenga hace necesarias ciertas reglas específicas. B. DEFINICIÓN CLÁSICA DEL DERECHO DE SUPERFICIE
El derecho real de superficie es aquél en virtud del cual el superficiario
goza de la facultad de tener temporalmente una construcción en propiedad separada sobre o bajo la superficie del suelo. Lo establece el artículo 1030 del Código Civil peruano.
El derecho de superficie es, por un lado, un derecho real sobre un bien
ajeno, el predio gravado, y, por otro lado, un derecho real limitado. Desde este punto de vista, este derecho real consiste en la potestad de construir sobre un terreno ajeno y la potestad de hacerse dueño de lo edificado. Al decir dueño de lo edificado nos estamos refiriendo a la particularidad de que aquello construido en el sobresuelo o subsuelo de dicho terreno, se tiene en “propiedad separada” del suelo, cuya titularidad se mantiene con el propietario inicial
C. CRÍTICAS A LA DEFINICIÓN CLÁSICA
La definición clásica del derecho de superficie puede criticarse a dos
niveles _ NIVEL DOGMÁTICO _ NIVEL PRÁCTICO 1. CRÍTICA A NIVEL DOGMÁTICO:
Se conside que resulta dogmáticamente cuestionable realizar una
dicotomía conceptual dentro del contenido del derecho de superficie si es que ello no responde a una finalidad útil. Nos explicamos. De acuerdo a la definición clásica del derecho de superficie, el segundo de los elementos la propiedad superficiaria no tiene mayor diferencia con el derecho de propiedad, por lo que la diferencia entre la propiedad y la superficie estaría en el derecho a construir en terreno ajeno que otorga este último derecho. Esta parte sería la que constituya el derecho real limitado o derecho real sobre bien ajeno.
Este derecho a construir en terreno ajeno se fundamenta en que
mientras no haya construcción sobre el inmueble no podría haber propiedad superficiaria, pues esta última recae sobre lo construido. Sin embargo, en esos momentos sí debería existir derecho de superficie, el cual se materializa en un derecho a realizar las obras necesarias para la construcción, aún cuando, de momento, el predio no sea más que un terreno. De ahí que se introduzca este derecho a construir en terreno ajeno. El momento más importante donde se hace patente este derecho es el inmediatamente posterior a que se constituya un derecho de superficie en un terreno. Desde ese momento hasta que exista una construcción, no podría decirse que hay propiedad superficiaria, pero sí podría afirmarse que hay un derecho construir en terreno ajeno y, consecuentemente, hay un derecho de superficie Pues no obstante, bien visto el derecho de superficie, este derecho a construir en terreno ajeno resulta innecesario, más aún desde nuestra propia legislación nacional. Al respecto, creemos que debe hacerse una interpretación sistemática de los artículos 1030 y 1033 de nuestro Código Civil. Según el primero, el superficiario tiene derecho a tener una construcción en propiedad separada de la propiedad del suelo. Según el segundo, si no existe dicha construcción, el superficiario sigue teniendo su derecho de superficie. Por tanto, si como se aprecia en estos artículos el derecho del superficiario se mantiene con independencia de la existencia de una construcción, no queda más que concluir que el derecho del superficiario recae sobre algo diferente a la construcción, esto es, recae sobre el sobresuelo. De lo que en realidad es propietario el superficiario es de los aires o sobresuelo que están por encima del plano del predio, esto con independencia de que en dicho sobresuelo exista o no una construcción.