Derecho de Superficie Trabajo
Derecho de Superficie Trabajo
Derecho de Superficie Trabajo
Siguiendo al artículo 764 del Código Civil, podemos definir al cuasiusufructo como
un derecho real que consiste en la facultad de gozar de una cosa fungible, con
cargo de volver igual cantidad y calidad del mismo género, o de pagar su valor.
USUFRUCTO Y CUASIUSUFRUCTO.
Con todo, debemos precisar que el Código Civil emplea la expresión “fungible”
queriendo aludir a las cosas “consumibles”, y por ende, habría cuasiusufructo en
caso de que la cosa sea consumible.
ACCIÓN PERSONAL.
En cuanto a los riesgos, en el derecho real de usufructo, como recae sobre una
especie o cuerpo cierto, si la cosa perece por caso fortuito o fuerza mayor, el
usufructuario se libera de la obligación de restituir la cosa. En el cuasiusufructo, en
cambio, habiendo una obligación de género, el cuasiusufructuario no puede
exonerarse, ya que el género no perece
INTRODUCCION:
Pero no solo el factor temporal lo hace más atractivo para el mercado. A través del
derecho de superficie se produce jurídicamente, aunque de forma temporal, un
desdoblamiento de la propiedad predial, otorgando al superficiario la propiedad
sobre las edificaciones que se hubieran construido sobre o bajo la superficie del
suelo, quedando este último en manos del dueño del predio. Hay una
yuxtaposición transitoria de titularidades vinculadas al dominio que resquebraja el
derecho ordinario que tiene todo dueño sobre lo edificado en su suelo.
Esta división predial, generada por efecto del derecho real de superficie, ofrece
múltiples ventajas para la dirección y explotación del proyecto, pues el titular no
tiene un derecho menor o restringido, sino que tiene la propiedad temporal sobre
lo construido, pudiendo decidir libremente el destino de la obra, claro está, dentro
de los confines de la ley y de lo pactado con el dueño del suelo.
Al igual que otras figuras que usamos en la actualidad, esta interesante institución
tienen su origen en Roma, pero se ha revitalizado en los últimos años como un
instrumento eficaz para fomentar la construcción, encontrando nuevos tintes,
contornos, ventajas y problemas en los sistemas modernos, situación que amerita,
sin que quepa la menor duda, el estudio constante y dinámico de una figura
clásica en materia de derechos reales.
EL DERECHO DE SUPERFICIE
En sus inicios, por la protección dada por el Pretor. Más tarde, en la época post
clásica, sus perfiles se encontraban ya totalmente establecidos, sin confundirse
con el dominio.
Otros solares han sido también otorgados por el Estado en esta forma y cumplido
cierto término estipulado el Estado readquiere el uso del suelo y adquiere la
propiedad del edificio construido” (Castañeda 1952, 583).
El Código Civil de 1936 fue el que introdujo por primera vez el derecho de
superficie, pero no lo hizo como un derecho real autónomo. Aquél fue concebido
como una modalidad de usufructo (llamado usufructo sobre tierras edificables). Al
respecto, los artículos 958 y 959 de dicho código establecían lo siguiente:
“Artículo 958. Por acto entre vivos puede constituirse usufructo sobre tierras
edificables, a efecto de que el usufructuario tenga derecho de propiedad sobre los
edificios que levante”.
“Artículo 959. El derecho a que se refiere el artículo anterior, podrá constituirse a
lo más por noventa y nueve años, y pasado el término, el edificio será de
propiedad del dueño del suelo”.
Si bien no existía una obligación derivada de las normas del usufructo sobre
tierras edificables, se entendía que el propietario no podía enriquecerse a
expensas del superficiario, debiendo compensarlo con el valor de las edificaciones
que recibiera al vencimiento del derecho. Muy probablemente la idea detrás de
esta interpretación es que el dueño del suelo habría sido compensando por el
aprovechamiento temporal del bien en manos de un tercero (a través de la
cancelación de un canon periódico), por lo que al momento de adquirir las
construcciones debía pagarlas en beneficio del superficiario
Ahora bien, y más allá de las particularidades descritas, ¿la regulación del Código
Civil de 1936 hizo bien en calificar a la superficie como una modalidad del
usufructo? Consideramos que no.
La singularidad anotada fue recogida por el Código Civil vigente, el cual tuvo el
acierto de reconocer a la superficie como un derecho real autónomo e
independiente, dedicándole los artículos que van desde el 1030 al 1034. Nos
ocuparemos de esta regulación al tratar el concepto de la superficie. Pero antes
abordaremos el punto de partida de este derecho: el quebrantamiento o
suspensión del principio de accesión inmobiliaria.
Definición legal.
Es un derecho real que permite tener una edificación en propiedad separada por
encima o por debajo del suelo, lo que constituye el objeto medular de la institución
superficiaria.
A través del derecho real de superficie, el propietario del suelo (llamado dominus
soli) otorga a un tercero (denominado superficiario) la facultad de tener
construcciones en propiedad separada sobre o bajo el suelo.
Josserand:
Albaladejo:
Diez-Picaso y Gullón:
EL DERECHO DE SUPERFICIE
Transmisible:
Por cualquier via ajustada a derecho sea inter vivos o mortis causa, sea título
oneroso o gratuito
Gravable:
Embargable:
Es un derecho temporal:
A diferencia del usufructo que puede recaer sobre toda clase de bienes no
consumibles; la superficie es un derecho netamente predial. Efectivamente, este
derecho sólo puede constituirse sobre el suelo.
El Código Civil no trata este asunto, como sí lo hace para el caso del usufructo
(artículo 1021). Sin embargo, se entiende que legalmente deja de existir el
derecho de superficie en los siguientes casos: