ANTOLOGÍA Segunda Parte 2023
ANTOLOGÍA Segunda Parte 2023
ANTOLOGÍA Segunda Parte 2023
Temas:
La psicología es una ciencia joven, pero a pesar de su corta trayectoria vital le ha dado tiempo a crear varias corrientes
psicológicas que establecen el modo en el que se investiga, los conceptos y métodos que se utilizan para trabajar, y el
objetivo que se persigue.
De hecho, la variedad de propuestas teóricas y prácticas acerca del rumbo que puede tomar la psicología ha sido
sorprendentemente grande, lo cual no significa que no puedan ser resumidas.
A continuación, veremos cuáles son esas principales corrientes de la psicología y cuáles son o han sido sus
características.
La psicología como disciplina separada de la filosofía apareció durante la segunda mitad del siglo XIX. Normalmente se
considera que su nacimiento coincidió con la inauguración del laboratorio de investigaciones en psicología creado
por Wilhelm Wundt en el 1879.
A partir de ese momento, empezaron a surgir diferentes enfoques de la psicología, muchos de los cuales aparecían como
reacción al resto. Son los siguientes.
1. Estructuralismo
Esta corriente aparecida hacia 1890 incluye a los miembros de la tradición de investigación psicológica inaugurada por
Wilhelm Wundt. Edward Titchener fue su principal representante, y defendió la idea de que el objetivo de la psicología
debía ser descubrir los elementos básicos de la consciencia y el modo en el que interactúan entre ellos para crear los
procesos mentales.
Se trata de una perspectiva reduccionista, ya que pretendía investigar desde los elementos más básicos para entender
los más complejos, y mecanicista, ya que se basaba en la idea de que un sistema tan complejo como el que compone
nuestra mente puede ser reducido a partes aisladas, como si fuese un motor.
Justamente por su enfoque más académico que pragmático, pronto apareció otra corriente que pasó a competir con
esta: el funcionalismo.
2. Funcionalismo
Una de las principales corrientes de la psicología de las aparecidas a principios del siglo XX. El funcionalismo, que nació
en la primera década del siglo XX, supone un rechazo al enfoque estructuralista; en vez de centrarse en estudiar los
componentes de la mente, tenía como objetivo entender los procesos mentales. No se centraba en las "piezas", sino en
el funcionamiento, es decir las funciones psicológicas que se llevan a cabo dentro de nuestra cabeza (y, por extensión,
dentro de nuestro cuerpo).
Además, mientras que los planteamientos del estructuralismo tenían que ver con preguntas muy abstractas y generales,
el funcionalismo aspiraba a ofrecer herramientas útiles. La idea era conocer cómo funcionamos para poder utilizar esos
conocimientos en problemas cotidianos y específicos.
Aunque él mismo se desvinculó del funcionalismo, se considera que William James fue una de las grandes figuras
históricas del desarrollo de la psicología que mejor encarnaba los planteamientos y preocupaciones propios de esta
corriente.
3. Psicoanálisis y psicodinámica
La corriente psicodinámica apareció por primera vez a través de a obra de Sigmund Freud, en los últimos años del siglo
XIX. Se basaba en la idea de que el comportamiento humano, tanto en sus movimientos, pensamientos y emociones, es
el producto de una lucha de fuerzas opuestas que tratan de imponerse a la otra . Esta lucha es inconsciente, pero según
los seguidores de esta corriente puede ser reconocida a través de la interpretación de sus manifestaciones simbólicas.
Aunque la obra de Sigmund Freud ha dado pie a la creación de muchas teorías psicológicas y escuelas de terapia
diferentes, lo cierto es que actualmente no cuentan con aval científico, entre otras cosas por la crítica que el filósofo de
la ciencia Karl Popper realizó acerca de esta manera de investigar.
4. Conductismo
El conductismo se consolidó poco después del psicoanálisis, y apareció siendo una corriente d la psicología que se
oponía a Freud y a sus seguidores, pero también a muchos otros investigadores con tendencia hacia el mentalismo. Al
contrario que estos últimos, los conductistas enfatizaban la importancia de basar la investigación en elementos
observables del comportamiento, evitando al máximo la especulación no justificada y huyendo de la interpretación de
los actos en clave simbólica.
Fundamentalmente, los conductistas se caracterizaban por considerar que el objeto de estudio de la psicología debía ser
la conducta, y no lo que suele entenderse por "procesos mentales" o, por supuesto, cualquier tipo de especulación
sobre el alma (si bien llegado cierto punto también pasó a estudiarse los procesos mentales, aunque entendidos como
conducta, igual que la conducta motora).
Pero a pesar de que los conductistas querían basar su trabajo en el estudio de la materia y no del alma, eso no significa
que se dedicasen a estudiar el cerebro, tal y como haría un neurólogo.
A diferencia de los biopsicólogos, para hacer su trabajo los conductistas no necesitaban conocer detalles sobre lo que
ocurre en nuestro sistema nervioso al realizar ciertas tareas. En vez de eso, se centraban en estudiar las relaciones que
se crean entre los estímulos y las repuestas. Por ejemplo, para saber si un sistema de recompensas funciona o no en una
empresa, no es necesario saber qué circuitos de neuronas están interviniendo en este proceso.
De este modo, en esta corriente de la psicología la unidad de análisis es la contingencia: la relación entre estímulos y sus
respuestas (siendo ambos observables y medibles). Sin embargo, como medir ciertas reacciones ante estímulos se
consideraba inmoral utilizando seres humanos, se basaban en la experimentación con animales, lo cual dio mucha
fuerza a la psicología comparada.
Dos de los representantes más famosos de esta corriente de la psicología fueron John B. Watson y B. F. Skinner.
Artículo relacionado: "Conductismo: historia, conceptos y autores principales"
5. Gestalt
Esta corriente, que no debe ser confundida con la terapia Gestalt, nació en Alemania para estudiar procesos psicológicos
relacionados con la percepción y con el modo en el que se llega a soluciones ante problemas nuevos.
Para estos investigadores, tanto al ver una imagen como al tener una idea somos capaces de crear una imagen global
acerca del entorno y sus potencialidades, en vez de limitarnos a acumular información pieza por pieza acerca de lo que
nos rodea y luego hacer que estos elementos encajen. La percepción se realiza a la vez que dotamos de sentido a lo
percibido.
Por ejemplo, al resolver un puzzle o vamos probando hasta que por casualidad lo conseguimos, sino que se nos aparece
una imagen de la resolución del problema de forma espontánea. Wolfgang Köhler, por ejemplo, estudió cómo los
chimpancés llegan a conclusiones acerca de posibles maneras de modificar el entorno para obtener comida.
Este colectivo de investigadores desarrolló una serie de normas, las llamadas "leyes de la Gestalt", a través de las cuales
describían los procesos por los que nuestro cerebro crea unidades de información cualitativamente diferentes de los
datos que le llegan a través de los sentidos.
6. Humanismo
En esta corriente se cree que la función de la psicología no debe ser simplemente obtener información y analizarla
fríamente, sino que hay que hacer felices a las personas.
A la práctica, esto ha significado que los psicólogos humanistas se han basado mucho en la fenomenología y han
considerado que lo subjetivo y lo no medible directamente también debe tener valor para la psicoterapia y la
investigación. Esto les ha valido muchas críticas, ya que puede ser entendido como un síntoma de que su orientación
es dualista.
Uno de los representantes de esta corriente más conocidos fue Abraham Maslow, que teorizó acerca de la jerarquía de
necesidades humanas.
7. Cognitivismo
El cognitivismo se consolidó como corriente de la psicología a finales de los años 60, y fue una reacción al conductismo
de B. F. Skinner. Supuso una vuelta al estudio de los procesos mentales que no eran demasiado tenidos en cuenta por
los conductistas, y esto hizo que apareciese una nueva preocupación por las creencias, las emociones, la toma de
decisiones, etc.
Sin embargo, en lo metodológico esta nueva corriente se vio muy influida por el conductismo, y utilizó muchas de sus
herramientas de intervención y de investigación. Actualmente, el cognitivismo es la perspectiva dominante.
Las distintas teorías psicológicas intentan describir distintos aspectos importantes sobre nuestra personalidad, nuestra
conducta, nuestro desarrollo cognitivo y nuestras motivaciones, entre otras muchas cuestiones. A continuación se
describen las principales teorías psicológicas que han ido esculpiendo lo que sabemos sobre la mente humana.
La teoría dualista de René Descartes establece que la mente y el cuerpo son dos entidades de distinta naturaleza, que la
primera tiene el poder de controlar a la segunda y que interaccionan entre sí en algún lugar del encéfalo.
Se trata, básicamente, de la transformación en teoría de un tipo de posición filosófica del dualismo, uno de cuyos
mayores representantes es Platón. A pesar de que la teoría del dualismo cartesiano ha sido desechada formalmente
desde hace décadas, sigue adoptando nuevas formas y quedando implícita en el modo en el que se enfocan muchas
investigaciones en psicología y neurociencias. De algún modo, se "infiltra" en el modo de pensar de muchos equipos de
investigación sin que estos se den cuenta, por lo cual sigue siendo relevante a pesar de no ser válida.
2. Teoría de la Gestalt
La teoría psicológica de la Gestalt trata el modo en el que percibimos el mundo exterior a través de nuestros sentidos. A
través de las leyes de la Gestalt, desarrolladas básicamente por psicólogos alemanes en la primera mitad del siglo XX, se
refleja la manera con la que la percepción se realiza a la vez que dotamos de sentido a lo percibido, y no una cosa
después de la otra. Puedes leer más sobre esta teoría en este artículo.
Esta teoría fue puesta en duda por Edward Tolman, que a mediados del siglo XX demostró que el aprendizaje se podía
realizar aunque no se premiasen inmediatamente ciertas conductas, abriendo camino de este modo a la psicología
cognitiva que estaba por venir en los años 60.
Una de las teorías psicológicas sobre aprendizaje más importantes es la que parte del enfoque constructivista de Jean
Piaget. Este investigador suizo creía que el modo en el que vamos aprendiendo consiste en una la construcción propia
de nuestras propias experiencias, es decir, que lo que vivimos es visto bajo la luz de lo que hemos experimentado
anteriormente.
Pero el aprendizaje no depende solo de nuestras experiencias pasadas, sino también de factores biológicos marcados
entre otras cosas por la etapa vital en la que nos encontramos. Es por eso que estableció un modelo de etapas de
desarrollo cognitivo, sobre el cual puedes leer más aquí.
Para él, la sociedad en su globalidad (aunque especialmente a través de los padres y los tutores) es un medio y a la vez
una herramienta de aprendizaje gracias a la cual podemos ir desarrollándonos intelectualmente. Puedes saber más
sobre esta teoría psicológica en este artículo.
A lo largo de sus investigaciones, Albert Bandura mostró hasta qué punto el aprendizaje no es algo que se produce a
partir del afrontamiento de retos en solitario, sino que también tiene lugar al estar inmersos en un medio en el que
podemos ver lo que hacen los demás y los resultados que otros tienen al seguir ciertas estrategias . Para saber más sobre
esta teoría psicológica.
Una de las teorías psicológicas más relevantes en lo que concierne a la formación de identidades y de ideologías. El
concepto de disonancia cognitiva, formulado por el psicólogo Leon Festinger, sirve para explicar el estado de estrés y
malestar que se produce cuando se sostienen a la vez dos o más creencias que se perciben como contradictorias entre
sí. Para saber más sobre el tema, puedes ver estos dos artículos:
Esta teoría parte de la idea de que la mente trabaja como un conjunto de mecanismos que procesan información
sensorial (datos de entrada) para almacenar una parte de ella en "depósitos de memoria" y, a la vez, transformar la
combinación entre esta información sobre el presente e información sobre el pasado en cadenas de acciones, tal como
lo haría un robot.
De este modo, nuestras percepciones van pasando por una serie de filtros hasta que los datos más relevantes llegan a
quedar involucrados en las operaciones mentales complejas y, por lo tanto, llegan a tener repercusión en el
comportamiento que se produce como respuesta a estos estímulos. Se trata de una de las teorías psicológicas más
relevantes dentro de la psicología cognitiva.
La idea de la embodied cognition, propuesta inicialmente por el psicólogo George Lakoff, puede ser clasificada tanto
como una teoría psicológica como un enfoque filosófico que afecta a las neurociencias. Esta teoría rompe con la idea de
que la cognición se basa en actividad cerebral y extiende la matriz del pensamiento a todo el cuerpo en su totalidad .
Puedes leer más de ella aquí.
Forma parte tanto del ámbito de la economía como de la psicología cognitiva, por lo que puede ser considerada una
importante representante de las teorías psicológicas. Según esta idea, cada individuo toma decisiones atendiendo a sus
propios intereses y elige las opciones que percibe como más ventajosas (o menos perjudiciales) para uno mismo desde
un criterio racional.
La teoría de la elección racional ha tenido una tremenda relevancia en las ciencias sociales, pero cada vez es más
cuestionada por nuevos paradigmas desde los cuales se muestra lo frecuente que es en nosotros el comportamiento
clásicamente considerado "irracional".
https://psicologiaymente.com/psicologia/principales-teorias-psicologicas
Un resumen de las teorías del aprendizaje más destacables e influyentes en Psicología y Pedagogía.
El aprendizaje es un proceso muy complejo, cuya definición teórica ha sido tema de debate durante el último siglo.
Por este motivo no es de extrañar ver que en psicología y ciencias relacionadas, como es el caso de las ciencias de la
educación, no se hayan puesto de acuerdo en definir qué es el aprendizaje y cómo se da.
Existen muchas teorías del aprendizaje, todas ellas con sus ventajas e inconvenientes. A continuación vamos a verlas
más a fondo, conociendo su definición sobre lo que es el aprendizaje y conociendo algunos de sus más grandes
representantes.
En psicología existen muchas corrientes teóricas, hecho el cual repercute sobre ciencias con las que tiene mucha
relación, como las ciencias de la educación. Por este motivo no es de extrañar que, a la hora de abordar qué es y cómo
se da el aprendizaje, muchos psicólogos y psicopedagogos hayan propuesto diversas teorías, cada cual con sus
seguidores y sus detractores.
Aunque todos hemos experimentado lo que es el aprendizaje, tratar de definirlo no es tarea sencilla. Es un concepto
difícil de delimitar, que puede ser interpretado de formas muy diversas y la propia historia de la psicología es una
demostración de ello. No obstante, grosso modo podemos entender que el aprendizaje son todos los cambios, tanto
conductuales como mentales, fruto de la experiencia, difiriendo bastante de persona en persona en función de sus
propias características y la situación.
De teorías del aprendizaje hay tantas como formas de verlo. Es difícil dar un número exacto de cuántas teorías hay, dado
que incluso dentro de una misma corriente dos autores pueden diferir sobre cómo se da y qué es el aprendizaje.
Igualmente, lo que sí podemos decir es que su estudio científico surgió a principios del siglo XX y que, desde entonces, se
ha tratado dar una respuesta a cómo se da este proceso tan importante en educación.
A continuación, veremos las principales teorías del aprendizaje planteadas desde principios del siglo pasado hasta el
momento actual.
1. Conductismo
El conductismo es una de las corrientes psicológicas más antiguas, teniendo sus orígenes a principios del siglo XX. La idea
fundamental de esta corriente es que el aprendizaje consiste en un cambio en el comportamiento, ocasionado por la
adquisición, refuerzo y aplicación de asociaciones entre los estímulos del ambiente y las respuestas observables del
individuo.
El conductismo deseaba demostrar que la psicología era una auténtica ciencia, centrándose en los aspectos puramente
observables de la conducta y experimentando con variables estrictamente controladas.
De tal forma, los conductistas más radicales asumieron que los procesos mentales no son necesariamente los que
causan los comportamientos observables. Dentro de este enfoque destacan Burrhus Frederic Skinner, Edward
Thorndike, Edward C. Tolman o John B. Watson.
Thorndike planteó que una respuesta a un estímulo se refuerza cuando a este fenómeno le sigue un efecto positivo de
recompensa, y que una respuesta a un estímulo se volverá más fuerte a través del ejercicio y repetición.
La figura de Skinner es bien importante en el conductismo, siendo uno de sus más grandes representantes con su
condicionamiento operante. En su opinión, recompensar las acciones correctas de la conducta las refuerzan y estimulan
su recurrencia. Por lo tanto, los reforzadores regulan la aparición de los comportamientos deseados.
Otro de los referentes del conductismo lo tenemos en la figura de Iván Pávlov. Este fisiólogo ruso es célebre por sus
experimentos con perros, aportando grandes influencias para el conductismo en general.
A Pávlov le debemos agradecer sus planteamientos sobre el condicionamiento clásico, según el cual el aprendizaje se
produce cuando se asocian de forma simultánea dos estímulos, uno, el condicionado, y el otro, el incondicionado. El
estímulo incondicionado provoca una respuesta natural en el cuerpo y el condicionado la empieza a desencadenar
cuando se vincula a este.
Tomando como ejemplo sus experimentos, Pávlov mostraba a sus perros la comida (estímulo incondicionado) y hacía
sonar la campana (estímulo condicionado). Al cabo de varios intentos los perros relacionaron el sonido de la campana
con la comida, lo cual les hacía emitir como respuesta a este estímulo saliveo, como el que hacían cuando veían la
comida.
2. Psicología cognitiva
La psicología cognitiva tiene sus orígenes a finales de la década de los 50. Bajo esta corriente las personas dejan de ser
vistas como meros receptores de estímulos y emisores de respuesta directamente observable, como lo habían
entendido los conductistas.
Para la psicología cognitiva, los seres humanos actuamos como procesadores de información. Así pues, los psicólogos
cognitivos tienen especial interés en el estudio de los fenómenos mentales complejos, que habían sido bastante
ignorados por los conductistas, quienes llegaron a afirmar que el pensamiento no se podía considerar conducta.
La aparición de esta corriente en los años cincuenta no es casual, dado que fue por aquel entonces que empezaron a
aparecer los primeros ordenadores. Estas computadoras tenían finalidades militares, y distaban mucho del potencial
que tienen ahora, pero que dieron pie a pensar que los seres humanos podíamos ser comparados con estos aparatos, en
tanto que procesamos la información. El ordenador se convirtió en análogo de la mente humana.
3. Constructivismo
El constructivismo emergió entre los años 1970 y 1980, como respuesta a la visión de la psicología cognitiva. A diferencia
de esa corriente, los constructivistas no veían a los estudiantes como simples receptores pasivos de la información, sino
más bien como sujetos activos en el proceso de adquisición de nuevos conocimientos. Las personas aprendemos
interactuando con el medio ambiente y reorganizando nuestras estructuras mentales.
Los aprendices son vistos como los responsables de interpretar y darle sentido al nuevo conocimiento, y no
simplemente como individuos que almacenan, de forma puramente memorística, la información recibida. El
constructivismo implicó un cambio de mentalidad, pasando de tratar al aprendizaje como la mera adquisición de
conocimiento a la metáfora de la construcción-conocimiento.
Aunque esta corriente maduró en los años setenta, ya existían unos cuantos antecedentes sobre las ideas
constructivistas. Jean Piaget y Jerome Bruner anticiparon la visión constructivista varias décadas atrás, en los años
trenta.
Piaget elaboró su teoría desde una postura puramente constructivista. Este epistemólogo y biólogo suizo afirmaba que
los niños y niñas tienen un rol activo a la hora de aprender.
Para él, las diferentes estructuras mentales van modificándose y combinándose a través de las experiencias, mediante la
adaptación al entorno y la organización de nuestra mente.
El aprendizaje se da como resultado de los cambios y las situaciones novedosas. Nuestra percepción del mundo se va
renovando a medida que vamos creciendo. Este proceso se compone por esquemas que nosotros ordenamos
mentalmente.
La adaptación tiene lugar mediante un proceso de asimilación, que modifica la realidad externa, y otro de acomodación,
que es el que cambia nuestras estructuras mentales.
Por ejemplo, si descubrimos que nuestro amigo tiene un perro y hemos tenido una mala experiencia previa con estos
animales, como que nos han mordido o ladrado, pensaremos que el animal nos va a hacer daño (asimilación).
Sin embargo, al ver que se nos acerca y hace gesto como que quiere que le acariciemos la barriga, nos vemos obligados
a cambiar nuestra clasificación previa (acomodación) y reconocer que hay perros más simpáticos que otros.
David Ausubel es también uno de los máximos exponentes del constructivismo, recibiendo muchas influencias de Piaget.
Opinaba que para que la gente aprenda es necesario actuar sobre sus conocimientos previos.
Por ejemplo, si un docente quiere explicar qué son los mamíferos, primero debe tener en cuenta qué saben sus alumnos
sobre lo que son los perros, los gatos o cualquier animal que esté dentro de esta clase de animales, además de conocer
qué piensan sobre ellos.
Así pues Ausubel tenía una teoría muy centrada en la práctica. El aprendizaje significativo contrasta con el aprendizaje
puramente memorístico, como el retener largas listas sin discutir. Se defiende la idea de producir conocimientos mucho
más duraderos, que se interiorizan más profundamente.
La teoría del aprendizaje social fue propuesta por Albert Bandura en 1977. Esta teoría sugiere que las personas
aprenden en un contexto social, y que el aprendizaje se facilita a través de conceptos tales como el modelado, el
aprendizaje por observación y la imitación.
Es en esta teoría que Bandura propone el determinismo recíproco, que sostiene que el comportamiento, el medio
ambiente y características individuales de la persona, se influyen recíprocamente. En su desarrollo también afirmó que
los niños aprenden observando a los otros, así como del comportamiento del modelo, los cuales son procesos que
implican atención, retención, reproducción y motivación.
5. Constructivismo social
A finales del siglo XX la visión constructivista cambió aún más por el aumento de la perspectiva de la cognición situada y
aprendizaje, que hacía hincapié en el papel del contexto y de la interacción social.
La crítica en contra del enfoque constructivista y la psicología cognitiva se hizo más fuerte con el trabajo pionero de Lev
Vygotsky, así como la investigación realizada en la antropología y la etnografía de Rogoff y Lave.
La esencia de esta crítica es que el constructivismo y la psicología cognitiva observan la cognición y el aprendizaje como
procesos “atrapados” dentro de la mente, de forma aislada del entorno, considerándolo autosuficiente e independiente
de los contextos en los que se encuentra.
El constructivismo social surgió como respuesta a esta crítica, defendiendo la idea de que la cognición y el aprendizaje
deben entenderse como interacciones entre el individuo y una situación donde el conocimiento es considerado como
situado, es decir, producto de la actividad, el contexto y la cultura en la que se forma.
6. Aprendizaje experiencial
Las teorías del aprendizaje experiencial se basan en las teorías sociales y constructivistas del aprendizaje, pero situando
a la experiencia como el centro del proceso de aprendizaje. Su objetivo es entender cómo las experiencias motivan a
los estudiantes y promueven su aprendizaje.
De esta manera el aprendizaje se ve como un conjunto de experiencias significativas, ocurridos en la vida cotidiana, que
conducen a un cambio en los conocimientos y la conducta del individuo.
El autor más influyente de esta perspectiva es Carl Rogers, quien sugirió que el aprendizaje experiencial es el que se da
por iniciativa propia, y con el cual las personas tienen una inclinación natural de aprender, además de promover una
actitud completa de involucramiento en el proceso de aprendizaje.
Rogers defendía la visión de que el aprendizaje debe ser facilitado. No se puede amenazar al alumnado con castigos
dado que, de esa forma, se vuelven más rígidos e impermeables a los nuevos conocimientos. El aprendizaje es más
probable que se dé y sea más duradero cuando se da por iniciativa propia.
7. Inteligencias múltiples
Howard Gardner elaboró en 1983 la teoría de las inteligencias múltiples, en la cual sostiene que la comprensión de la
inteligencia no está dominada por una sola capacidad general. Gardner afirma que el nivel general de inteligencia de
cada persona se compone de numerosas y distintas inteligencias.
Aunque su trabajo es considerado algo muy innovador y, a día de hoy, no son pocos los psicólogos quienes defienden
este modelo, caben decir que su trabajo es también considerado especulativo.
Aún así, la teoría de Gardner es apreciada por los psicopedagogos, que han encontrado en ella una visión más amplia de
su marco conceptual.
La teoría del aprendizaje situado y comunidad de práctica desarrollada por Jean Lave y Etienne Wenger recoge muchas
ideas de las teorías del aprendizaje de varias corrientes psicológicas.
La teoría del aprendizaje situado destaca el carácter relacional y negociado del conocimiento y del aprendizaje, cuya
naturaleza se desprende de una acción de compromiso hacia el conocimiento, que se da con mayor eficacia dentro de
las comunidades, sean del tipo que sean.
Las interacciones que tienen lugar dentro de una comunidad de práctica son varias, como la cooperación, a la resolución
de problemas, la comprensión y las relaciones sociales. Estas interacciones contribuyen al capital social y la adquisición
de conocimientos dentro de la propia comunidad, dependiendo del contexto.
Thomas Sergiovanni refuerza la idea de que el proceso de aprendizaje es más eficaz cuando se da en las comunidades,
afirmando que los resultados académicos y sociales mejorarán solo cuando las aulas pasen de ser meros lugares a los
que los alumnos tienen que ir obligados a verdaderas comunidades de enseñanza y aprendizaje.
En la actualidad sabemos que aprender conocimientos teóricos y prácticos debe ir más allá de lo que hay en los libros. La
inmersión en nuevas tecnologías y en capacidades sociales y creativas es algo fundamental en un mundo que está en
constante cambio. Uno de los referentes de esta corriente es la Asociación para las Habilidades del Siglo 21 (P21) o
Partnership for 21st Century Skills
Entre las competencias valoradas hoy en día, además del dominio de las nuevas tecnologías, están el pensamiento
crítico, la mejora de las habilidades interpersonales y el aprendizaje autodirigido, entre otras muchas más.
No es solo conocer datos o ser crítico con ellos, sino que también es la adquisición de habilidades que resulten útiles
para que el alumno, una vez sea adulto pueda desempeñarse como un ciudadano con capacidad de pensamiento.
Es hacerle consciente de cuál es su huella ambiental, cómo puede mejorar la humanidad, ser creativo o cómo
desempeñarse como buen vecino y padre.
Referencias bibliográficas:
Skinner, B.F. (1954). The science of learning and the art of teaching. Harvard Educational Review, 24(2), 86-97.
Lave, J., & Wenger, E. (1990). Situated Learning: Legitimate Peripheral Participation. Cambridge, UK: Cambridge
University Press.
Gardner, H. (1993a). Multiple Intelligences: The Theory in Practice. NY: Basic Books.
Bandura, A. (1977). Social Learning Theory. New York: General Learning Press.
Bruner, J. (1960). The Process of Education. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Rogers, C.R. & Freiberg, H.J. (1994). Freedom to Learn (3rd Ed). Columbus, OH: Merrill/Macmillan.
El ser humano está expuesto a diversas situaciones que le permiten desarrollar las destrezas que lo acompañarán
durante el resto de su vida. El análisis de cómo se adquieren estos conocimientos le corresponde al especialista en
psicología del aprendizaje.
Se entiende como aprendizaje al proceso mediante el cual el ser humano modifica y adquiere aquellas habilidades,
destrezas, conocimientos, conductas o valores necesarios para su desarrollo personal.
Es una de las funciones mentales más importantes en humanos y animales. En la actualidad también se aplica en los
sistemas artificiales.
¿Qué es la psicología del aprendizaje?
Se define como la rama de la psicología que estudia el proceso de aprendizaje que posee el ser humano.
La investigación trata de comprender los cambios conductuales de carácter transitorio o permanente que puede
desarrollar una persona.
Existen dos corrientes académicas que explican como el ser humano y los animales ejercen el aprendizaje. Estas son el
constructivismo y el conductismo.
Constructivismo: Considera todas las teorías que reconocen a los seres humanos como constructores activos de su
realidad y experiencias.
Esta corriente analiza el modo en que los individuos crean sistemas de significado para darle sentido a su mundo.
Conductismo: Se encarga de estudiar los factores que determinan los diferentes comportamientos humanos e incluso
animal. Sostiene que la conducta puede ser observada.
Estudia el comportamiento observable tomando en cuenta el entorno, los estímulos y las respuestas, en el que se
desarrolla el hombre.
Tipos de aprendizaje:
No asociativo: Este aprendizaje se basa en el cambio de nuestra respuesta ante un estímulo que se presenta de
forma reiterada.
Significativo: La persona recoge selecciona la información que está recibiendo y establece relaciones con
conocimientos que ya tenía previamente.
Cooperativo: Es cuando las personas adquieren nuevos conocimientos en conjunto. Clases, foros o charlas son
los ejemplos más comunes.
Emocional: Significa conocer y gestionar las emociones de manera más eficiente, aportando muchos beneficios
a nivel mental y psicológico.
Observacional: Es una situación social en la que participan, al menos, dos individuos y el sujeto que realiza la
observación aprende una conducta de otra persona.
Experiencial: Este aprendizaje, como su nombre lo indica, depende de la experiencia, pero no todas las personas
van a percibir los hechos de igual manera.
Memorístico: El aprendiz fija en la memoria distintos conceptos sin entender lo que significan. Habitualmente
son acciones mecánicas y repetitivas.
Receptivo: Es el que se utiliza en las aulas de clases. Ocurre cuando el alumno tiene un material académico y se
le enseña cómo interpretar los conocimientos para que pueda reproducirlos.
La psicología del aprendizaje es fundamental en la educación. Los profesionales de la enseñanza siempre deben
considerar aspectos como la motivación, los intereses, las expectativas y necesidades que tienen sus estudiantes.
Mientras que los psicólogos educativos tratan de estar a la vanguardia de las estrategias docentes para que los procesos
de aprendizaje en la sociedad sean más eficientes. Logrando mejoras significativas en el desarrollo humano.
https://utelesup.edu.pe/blog-psicologia/psicologia-del-aprendizaje-y-su-importancia-en-la-sociedad/
Esta rama de la psicología estudia los cambios producidos en la mente a lo largo de la vida. Una disciplina
dedicada a estudiar los cambios psicológicos.
Es evidente que no somos iguales en el momento de nacer, a los cinco años, a los quince a los treinta o a los ochenta. Y
es que desde que somos concebidos hasta que morimos estamos en un continuo proceso de cambio: a lo largo de
nuestra vida, vamos a ir evolucionando y desarrollándonos como individuos, y vamos a ir adquiriendo poco a poco
diferentes capacidades y habilidades según nuestro organismo vaya madurando tanto a nivel biológico como a partir de
la experiencia y el aprendizaje.
Se trata de un proceso de desarrollo que no termina hasta el momento de morir , y que ha sido estudiado por diferentes
disciplinas. Una de ellas es la psicología evolutiva, de la cual vamos a hablar en este artículo.
Se considera psicología evolutiva a la rama de la psicología que tiene como objeto de estudio el desarrollo del ser
humano a lo largo de todo su ciclo vital. Se trata de una disciplina que nace del interés de comprender los múltiples
cambios que manifiestan la mente y la conducta de un ser en desarrollo continuado desde el nacimiento hasta la tumba.
Si bien tradicionalmente los estudios de la psicología evolutiva se han centrado principalmente en el desarrollo infantil,
es muy importante remarcar el hecho de que esta disciplina abarca el conjunto del ciclo vital: la adolescencia, madurez y
senectud también son objeto de estudio investigado y muy relevante pese a haber recibido un menor nivel de atención
(siendo tal vez la etapa adulta la menos investigada de todas en este sentido).
Esta disciplina hace hincapié en los procesos de cambio por los cuales el sujeto va pasando a lo largo de su vida,
teniendo en cuenta la presencia de elementos distintivos e individuales que nos hacen únicos pero de similitudes en lo
que respecta al proceso de desarrollo en cuestión. También tiene en cuenta que en dicho desarrollo vamos a encontrar
factores tanto biológicos como ambientales. Se valora el medio sociocultural, el grado de maduración biológica y la
interacción del organismo con el mundo.
Desarrollo físico, socio-afectivo, comunicativo y cognitivo son algunos de los principales elementos que desde esta rama
de la psicología se analiza y de los cuales valora la evolución, teniendo algunos modelos o paradigmas diferentes teorías
y centrándose más o menos en aspectos concretos. La psicología evolutiva nos permite valorar el punto de vista y el
conocimiento de cada sujeto a partir de cómo percibe el mundo alguien con un nivel de desarrollo determinado. La
utilidad de esto es amplia, dado que gracias a la comprensión de estos factores podemos ajustar la educación, los
puestos de trabajo o los servicios que se ofrecen a los diferentes sectores de la población teniendo en cuenta sus
necesidades.
Aunque uno de sus autores más representativos es Jean Piaget, esta disciplina tiene múltiples precursores a tener en
cuenta. Los primeros registros de carácter científico de los hitos del desarrollo datan del siglo XVII, con la aparición de
los primeros diarios o biografías de bebés en los que se observaban conducta sensorial, motora, cognitiva y del lenguaje
(Tiedemann). También Darwin realizaría observaciones respecto a la conducta en evolución de los niños, haciendo su
propia biografía de bebé y registrando los avances de su hijo.
El primer estudio propiamente científico sobre el desarrollo infantil es el de Preyer, el cual llegó a elaborar normas de
observación científica para registrar la conducta de niños y animales y publicando en 1882 “El alma del niño”.
La instauración institucional de la educación como algo obligatorio en la infancia condujo a profundizar en gran medida
en la psique y en los procesos de desarrollo. En esta etapa, Binet elaboraría el primer test de inteligencia dedicado a la
población infantil. Asimismo, surgieron autores como Montessori que contribuirían a elaborar sistemas educativos
alternativos más allá del empleado hasta el momento..Stanley Hall es también una figura precursora imprescindible,
debiéndose a él la introducción en la psicología evolutiva el estudio del sujeto adolescente.
Así mismo, nacerían corrientes como el psicoanálisis que empezarían a dar importancia a las experiencias y el desarrollo
infantil como explicación de la conducta adulta. El propio Freud elaboraría una serie de fases del desarrollo psicosexual
que contemplaría diferentes cambios vinculados a su teoría, así como también destacarían en el campo del desarrollo
infantil Anna Freud y Melanie Klein como principales exponentes de esta corriente.
La psicología evolutiva ha generado, a lo largo de su historia, una gran cantidad de teorías y modelos. Winnicott, Spitz,
Wallon, Anna Freud, Mahler, Watson, Bandura, Case, Fischer, Newgarten… todos ellos son nombres de autores y
autores relevantes en la evolución de esta disciplina. Algunos de los más conocidos y clásicos, sin embargo, son los que
se indican a continuación.
La contribución de Freud
Si bien la concepción freudiana del desarrollo del niño no es especialmente popular hoy en día y no suele estar entre los
modelos explicativos más aceptados, sí es cierto que la contribución de Freud es uno de los modelos más antiguos y
conocidos dentro de la psicología de los que se tiene constancia. Freud consideraba que la personalidad estaba
estructurada por tres instancias, el Ello o parte pulsional, el Superyó o parte crítica, censora y moral y el Yo o elemento
que integra la información de ambos y configura la manera racional y consciente de actuar en base al principio de
realidad. El bebé no tendría Yo durante el nacimiento, siendo puro ello, y formándose el primero según el sujeto vaya
evolucionando y diferenciándose del medio.
Entre otras muchas aportaciones también se destaca el seguimiento de una secuencia de desarrollo en forma de fases,
en las que es posible sufrir regresiones o bloqueos que impidan al sujeto avanzar apropiadamente en su desarrollo y
generan fijaciones. Estamos hablando de unas fases que Freud vincula al desarrollo sexual, denominándose etapas del
desarrollo psicosexual y recibiendo un nombre en función del principal foco de búsqueda de gratificación y de resolución
de conflictos en los polos de satisfacción-frustración, autoridad-rebeldía y conflicto edípico.
Las fases en cuestión son la oral (primer año de vida), anal (entre el año y los tres años), fálica (desde los tres años hasta
los seis), latencia (en que se reprime la sexualidad), y va desde los seis hasta la pubertad) y genital (a partir de la
adolescencia).
Artículo relacionado: "Las 5 etapas del desarrollo psicosexual de Sigmund Freud"
Otra autora psicodinámica de gran importancia en el estudio del desarrollo infantil fue Melanie Klein, que consideraba
que el ser humano está motivado por establecer relaciones con otros.
Esta autora, que desarrollaría el estudio del niño a partir del juego simbólico y la teoría de las relaciones objetales,
consideraba que el yo existía desde el nacimiento y que el ser humano pasaba por dos etapas fundamentales en el
primer año de vida: posición esquizo-paranoide (en la que el sujeto no diferencia personas como un todo sino que
escinde entre partes buenas y malas como si fueran elementos diferenciados) y posición depresiva (en que hay
reconocimiento de objetos y personas como un todo, apareciendo la culpa al comprender que lo que antes consideraba
un objeto bueno y otro malo forman parte del mismo objeto).
Quizás una de las contribuciones psicoanalíticas que mayor alcance tiene, en el sentido de que abarca no solo la infancia
sino el conjunto del ciclo vital, es la de Eriksson. Este autor, discípulo de Anna Freud, consideraba que sociedad y cultura
tenían un papel mucho más relevante en la configuración de la personalidad a lo largo de toda la vida. Identificó una
serie de etapas basadas en la existencia de crisis (ya que el ser humano ha de afrontar la búsqueda de satisfacción de las
necesidades propias y las demandas ambientales) durante el desarrollo psicosocial.
Durante el primer año de vida el bebé ha de hacer frente a la crisis de la Confianza básica vs la Desconfianza,
aprendiendo o no a confiar en los demás y en el mundo. La segunda fase es la de Autonomía vs Vergüenza, entre el
primer y tercer año de vida, en la que el niño debe procurar buscar su independencia y autonomía en las habilidades
básicas.
Después el sujeto deberá afrontar la crisis de Iniciativa vs Culpa, buscando el equilibrio entre tener iniciativa propia y
aceptar la responsabilidad de no imponerse sobre otros. La cuarta etapa (6-12 años) es la de Laboriosidad vs
Inferioridad, en la que se aprenden las habilidades sociales. Después, entre los doce y veinte años el sujeto llegaría a la
crisis de Identidad vs Confusión de roles (en que se busca la propia identidad).
De ahí a los cuarenta años aproximadamente surgiría la crisis de Intimidad vs Aislamiento como la etapa en que se busca
generar vinculaciones fuertes de amor y compromiso con amistades y parejas. La séptima crisis o etapa se da entre los
cuarenta y los sesenta-y-cinco años, siendo la de Generatividad vs Estancamiento en la que se busca ser productivo de
cara a proporcionar bienestar para las generaciones futuras. Por último, durante la vejez se llegaría a la fase de
Integridad vs Desesperación, como momento en que se echa la vista atrás y se valora la vida como algo significativo o
decepcionante.
Tal vez el modelo más conocido y aceptado de la psicología evolutiva es el de Jean Piaget, al que algunos autores
consideran el auténtico padre de la disciplina. La teoría de esta autor trata de dar explicación sobre cómo evoluciona y
se adapta la cognición del ser humano a lo largo del desarrollo.
El sujeto en desarrollo va generando diferentes estructuras y esquemas mentales que le permiten explicar el mundo a
partir de su propia actuación sobre el (siendo la acción y interacción del sujeto con el medio necesario para que existe
desarrollo). El menor actúa en base a dos funciones principales: la organización (entendida como la tendencia a elaborar
estructuras mentales progresivamente más complejas) y la adaptación (que a su vez puede surgir como asimilación de la
nueva información como algo añadido a lo ya conocido o acomodación de los esquemas preexistentes a esta si es
necesario cambiarlos para adaptarse a la nueva información).
Esta teoría supone que a lo largo del desarrollo van surgiendo cada vez más capacidades y esquemas de pensamiento
más complejos, pasado en sujeto por diversos estadios o periodos del desarrollo. Para este autor lo biológico/orgánico
impera sobre lo social, dependiendo y siguiendo el aprendizaje al desarrollo.
El autor identifica el periodo sensoriomotor (en el que los esquemas meramente reflejos de la interacción, dura
aproximadamente hasta los dos años de edad), el preoperatorio (en que empieza a aprender a usar símbolos y
abstracciones entre los dos y seis años), el de las operaciones concretas (entre los siete y once años, en la que aparece la
capacidad de hacer diferentes operaciones mentales y resolver problemas lógicos) y el de las operaciones formales (en
que ya se da a partir de aproximadamente los doce o quince años un pensamiento hipotético-deductivo y una capacidad
de abstracción completa, típico de adultos).
Otro de los grandes autores de la psicología evolutiva, Vygotsky consideraba que era el aprendizaje lo que nos hacía
desarrollarnos. El crecimiento cognitivo es aprendido de la interacción, y no a la inversa. El concepto más relevante de
este autor el de la Zona de Desarrollo Próximo, que marca la diferencia entre lo que el sujeto es capaz de hacer por si
mismo y lo que puede lograr con la existencia de ayuda externa, de tal manera que a través de la otorgación de ayudas
podemos contribuir a desarrollar y optimizar las habilidades del sujeto.
La cultura y la sociedad marcan en gran medida el desarrollo del niño, a través de procesos de internalización de la
información externa obtenida mediante la acción. El niño primero aprende interpersonalmente para posteriormente
realizar un aprendizaje intrapersonal.
El modelo de este autor describe y analiza la importancia de los diferentes sistemas ecológicos en los que se mueve el
menor de cara a evaluar su desarrollo y desempeño.
Microsistema (cada uno de los sistemas y ambientes en que el niño participa directamente, como familia y escuela),
mesosistema (relaciones entre los componentes de los microsistemas), exosistema (el conjunto de elementos que
influyen en el niño sin que este participe directamente en ellos) y macrosistema (el contexto cultural) son junto al
cronosistema (sucesos y cambios que pueden llegar a ocurrir a lo largo del tiempo) son los aspectos que este autor más
valora a nivel estructural.
Referencias bibliográficas:
Sanz, L.J. (2012). Psicología Evolutiva y de la Educación. Manual CEDE de Preparación PIR, 10. CEDE: Madrid.
Desarrollo de las etapas evolutivas (psicología del desarrollo y diferencial). Cuadro comparativo por teoría.
https://www.slideshare.net/RaulymarHernandez/cuadro-comparativo-de-las-teoras-de-las-etapas-evolutivas-81167830
La psicología diferencial, que analiza las variaciones en la conducta de las personas, ha evolucionado mucho desde que
Galton fundó su Laboratorio Antropométrico, un hito en el estudio de las diferencias individuales. En la actualidad esta
rama de la psicología centra sus esfuerzos en determinar las influencias relativas de la herencia y el ambiente en el
comportamiento.
En este artículo explicaremos brevemente el desarrollo histórico de la psicología diferencial, describiremos los objetivos
y los métodos de esta disciplina y aclararemos en qué se diferencia de la psicología de la personalidad, una disciplina
muy cercana en algunos sentidos.
Unas décadas después Francis Galton, familiar de Charles Darwin, se convirtió en un pionero de la psicología diferencial
y de la personalidad mediante el desarrollo de la psicometría. El alumno y protegido de Francis Galton, el matemático
Karl Pearson, realizó contribuciones fundamentales en el campo de la estadística y puso en cuestión las leyes
mendelianas.
El auge del conductismo hizo decaer la influencia de la psicología diferencial, que resurgió en las décadas de 1960 y 1970
con la publicación de Genética del comportamiento, de John Fuller y Bob Thompson. Estos autores introdujeron en la
psicología diferencial descubrimientos de la genética que explicaban fenómenos como las mutaciones y la transmisión
poligénica.
A pesar de los progresos en la psicología diferencial y en la genética del comportamiento, sigue resultando complicado
separar las influencias hereditarias de las ambientales al estudiar el comportamiento y la mente humanas.
El objetivo principal de la psicología diferencial es investigar cuantitativamente las diferencias de conducta entre
individuos. Los teóricos e investigadores de esta disciplina pretenden determinar las variables que causan las diferencias
comportamentales y que influyen en su manifestación.
La psicología diferencial se focaliza en tres tipos de variaciones: las interindividuales (diferencias entre una persona y el
resto), las intergrupales, que toman en cuenta variables como el sexo biológico o el nivel socioeconómico, y las
intraindividuales, que comparan la conducta de una misma persona a lo largo del tiempo o en distintos contextos.
A pesar de que frecuentemente se confunde la psicología diferencial con la de la personalidad, la rama que nos ocupa
investiga temas muy variados: la inteligencia, el autoconcepto, la motivación, la salud, los valores, los intereses… No
obstante, es cierto que se conocen más las aportaciones de la psicología diferencial a la personalidad y a la inteligencia.
Desde sus inicios la psicología de las diferencias individuales se ha aplicado en ámbitos educativos y profesionales , si
bien su utilidad depende de los fenómenos que se investiguen. Es importante mencionar también la habitual relación de
la psicología diferencial con la eugenesia, que pretende “mejorar” la genética de las poblaciones.
Métodos de investigación
La psicología diferencial utiliza principalmente métodos estadísticos; así, se trabaja con grandes muestras de sujetos y se
analizan los datos desde un enfoque multivariado. De este modo se introducen elementos de control experimental que
permiten establecer relaciones entre variables. También es habitual el uso de los métodos observacional y experimental.
Hay tres tipos de diseños de investigación característicos de la psicología diferencial: los que analizan semejanzas entre
familiares, los diseños con animales y los que estudian a individuos criados en entornos especiales. De este último tipo
de diseño podemos destacar los estudios con niños adoptados, así como el famoso caso del niño salvaje de Aveyron.
Entre las investigaciones familiares destacan los estudios con gemelos monocigóticos, puesto que son idénticos a nivel
genético y por tanto sus diferencias dependen del ambiente. Sin embargo, y a pesar de las obvias ventajas de este tipo
de diseños, es complicado distinguir las influencias relativas del ambiente específico y del compartido.
Los estudios genéticos con animales pueden ser útiles por la elevada tasa de reproducción de algunas especies y por la
facilidad para experimentar con seres no humanos, pero plantean problemas éticos y los resultados obtenidos son a
menudo imposibles de generalizar a las personas.
De modo opuesto a la psicología diferencial, que tiene una naturaleza principalmente cuantitativa, la psicología de la
personalidad focaliza sus esfuerzos en las causas, las características y las consecuencias para la conducta de la
variabilidad interindividual.
Por otro lado, la psicología de las diferencias individuales no sólo analiza la personalidad, sino que también se interesa
por otros aspectos, como la inteligencia, las variables socioeconómicas y determinados patrones de comportamiento,
por ejemplo la conducta delictiva.
En cuanto a la metodología, la psicología diferencial se basa en mayor medida en estudios que delimitan la influencia
relativa de la herencia y del ambiente en variables determinadas. Por contra, la psicología de la personalidad utiliza
sobre todo métodos correlacional y clínica. Ambas comparten el énfasis en la metodología experimental.
En cualquier caso, el ámbito de estudio de estas dos disciplinas se solapa frecuentemente. En el campo del
temperamento y el carácter, la psicología de la personalidad investiga múltiples facetas de las variaciones en la
conducta, mientras que la psicología diferencial las cuantifica y atiende también a otros aspectos de la naturaleza
humana.
https://psicologiaymente.com/psicologia/psicologia-diferencial
http://mtvazquez37.blogspot.com/2013/07/ensayo-sobre-el-desarrollo-infantil.html
http://mtvazquez37.blogspot.com/2013/07/psicologia-evolutiva-y-diferencial-ii_31.html
ORIENTACION EDUCATIVA:
Los antecedentes de la orientación educativa son Luis Vives y Huarte de San Juan. Vives aconseja que el ritmo de la
enseñanza y sus contenidos se deben adaptar a las diferentes cualidades de los individuos. Huarte de San
Juan aconseja que se estudie el temperamento de cada individuo, que se determine el tipo de habilidades mentales
que le corresponden y que se le oriente hacia el ejercicio profesional que le convenga de acuerdo con sus habilidades
naturales.
Más recientemente, el movimiento de la escuela nueva propugna que el maestro, más que un transmisor de
conocimientos, sea un orientador educativo y un guía del aprendizaje con objeto de ayudar a éstos a que desarrollen
sus habilidades a través de sus experiencias.
Sin embargo, los comienzos de la orientación educativa como actividad tal como la entendemos en la actualidad, se
sitúan a comienzos del s. XX. Tiene su origen fuera del mundo escolar y encuentra su fundamento en el desarrollo y
complejidad del mundo social en el que vivimos.
Tyler ha insistido en que los orígenes de la orientación educativa radican en la complejidad creciente del mundo
laboral o profesional, de lo que se deriva que los individuos tengan cada vez más dificultad para elegir el camino que
les conviene para conseguir una profesión que se adapte a sus condiciones y capacidades personales. Y para decidir
con acierto se necesita ayuda u orientación. Todo ello da lugar a que las primeras tareas de orientación educativa
aparezcan vinculadas al mundo profesional.
Los primeros centros de Vocational Guidance surgen en EEUU con el objetivo de proporcionar información profesional
a los jóvenes y orientarles hacia aquellas ocupaciones más acordes con sus necesidades y aptitudes.
El origen de la orientación también se encuentra en las rápidas y continuas transformaciones que se suceden en el
mundo actual y que afectan a nuestras condiciones de vida en el plano personal, familiar, social, escolar y
ocupacional, lo que provoca inestabilidad, inseguridad y ansiedad.
En este caso, la tarea de la orientación educativa se dirige a promover la salud mental de los individuos. Así,́ las
primeras tareas de orientación aparecen asociadas a la vertiente profesional por un lado y a la vertiente de la salud
mental por otro. Pero pronto se extenderán al ámbito escolar, tanto en primaria como en secundaria por 3 principales
razones.
La primera es por la transformación y ampliación del mundo del trabajo, son miles las profesiones y es probable que si
los jóvenes no cuentan con la ayuda necesaria para orientarles les será́ difícil acertar en la elección de estudios y
profesiones que mejor se adapten a sus habilidades, capacidades e intereses.
La segunda es porque la escolaridad es prácticamente obligatoria hasta los 16 años. La contrapartida es que en un
mismo centro escolar hay gran variedad de alumnos lo que da lugar a una gran diversidad entre los alumnos. Esto
conlleva la exigencia de diversificar e individualizar las enseñanzas para adaptarlas a las características personales de
los alumnos, lo que exige una actividad orientadora.
Y la tercera es por la frecuencia entre los muchachos de la presencia de problemas emocionales relacionados con
desajustes personales y con dificultades de adaptación, ya sea a nivel escolar o familiar.
Desde los momentos iniciales en que los centros de orientación educativa comienzan su actividad, se empiezan a
delinear dos modos de interpretar la orientación.
Según el primero, la función de la orientación consistía en facilitar elecciones y decisiones prudentes relacionadas con
la vertiente profesional y vocacional que tendrá́ un gran desarrollo posterior.
El segundo, se centraba en los desequilibrios mentales, con lo que se inicia una corriente que busca la causa de los
problemas emocionales y que intenta promover la adaptación o la salud mental de los individuos. Este enfoque dará́
lugar a la práctica de la psicoterapia y de la psicología clínica.
Estos dos modos de interpretar la orientación educativa pronto se hicieron complementarios, pues los problemas de
uno y de otro se presentan frecuentemente relacionados. Una definición comprensiva de la orientación que recoge
ambas interpretaciones afirma que el objetivo de la orientación educativa es facilitar elecciones prudentes de las que
depende el perfeccionamiento ulterior de la persona.
En un principio la orientación escolar se entendía en un sentido clínico o asistencial, es decir, como una ayuda que se
prestaba a los alumnos con problemas emocionales y/o de rendimiento escolar. Otra función que asumía consistía en
orientar a los alumnos en ciertos momentos críticos hacia aquellos estudios y profesiones más acordes con sus
aptitudes y rasgos personales.
Pero este modo de entender la orientación educativa era muy limitado. La orientación sigue teniendo como tarea
importante el prestar ayuda a los alumnos que presentan problemas emocionales o que encuentran dificultades en
sus aprendizajes, pero la tarea principal consiste en que el orientador centra su preocupación en todos los alumnos
con el objetivo de conseguir la mayor eficacia en los objetivos del centro. El objetivo de la orientación, pues, consiste
en la prevención de problemas y en el asesoramiento para conseguir la mayor eficacia en las tareas educativas.
Ahora, las tareas orientadoras se dirigen también a los profesores, a los padres y a la propia institución escolar para
asesorarles en sus tareas educativas e instrucciones. Así,́ de un modelo clínico o asistencial se ha pasado a un modelo
preventivo, llamado también educativo o institucional.
El concepto actual de orientación educativa puede ser entendido como un proceso de asesoramiento o ayuda,
integrado en el proceso educativo, que se ofrece a los alumnos para alcanzar sus objetivos educativos, para resolver
los problemas que se encuentran en su entorno y para conseguir su desarrollo personal y su integración en su vida
comunitaria, y en la que tienen lugar 3 áreas:
1. Orientación escolar: tiene como objetivo asesorar a los alumnos para actuar de modo responsable en su proceso
educativo, autorregular sus aprendizajes y asesorar y colaborar con los padres y profesores para conseguir mayor
eficacia y calidad en el proceso enseñanza–aprendizaje.
2. Orientación vocacional y profesional: su objetivo es ayudar a los alumnos en el desarrollo progresivo de sus
capacidades e intereses, en el conocimiento de las demandas laborales y en la toma de decisiones sobre los estudios y
profesiones.
3. Orientación personal: tiene como objetivo ayudar a los alumnos en su desarrollo personal y de modo más
especifico ayudarles a conseguir un conocimiento real de sí mismos con sus posibilidades y limitaciones, que les
permita desarrollar estrategias para la prevención de problemas. Y junto a ello. una atención individualizada cuando
se presentan alumnos con problemas emocionales o con necesidades educativas especiales.
1. La orientación es para todos los alumnos: todos los alumnos necesitan ayuda y no solo aquellos que presenten
problemas.
2. La orientación es para alumnos de todas las edades: debe empezar cuando el niño entra en la escuela y proseguir
hasta la finalización de sus estudios. Aunque se han identificado con más facilidad en secundaria, la orientación en los
niveles elementales es muy valiosa porque es en ellos donde el orientador puede hacer uso eficaz de las medidas de
prevención.
3. La orientación debe aplicarse a todos los aspectos del desarrollo del alumno: debe abarcar al alumno en su
totalidad y dirigirse hacia su desarrollo físico, mental, emocional y social.
4. La orientación alienta al descubrimiento de uno mismo: debe ayudar al alumno a comprenderse a sí mismo y a
realizar los cambios necesarios para su desarrollo.
5. La orientación debe de ser una tarea cooperativa en la que se comprometan el alumno, el padre, el profesor, el
director y el orientador.
6. La orientación debe ser considerada como una parte principal de un proceso total de la educación.
Sampascual, Navas y Castejón han puntualizado los siguientes principios sobre los que debe estar basada la
orientación educativa:
• La orientación debe dirigirse a todos los alumnos y no solo a los que tienen necesidades educativas especiales.
• La orientación educativa es una tarea interdisciplinar que implica a todos los miembros de la comunidad educativa.
• La orientación debe atender a todas las necesidades del alumno (de personalidad, afectivas, intelectuales…) y
abarcar todos los aspectos del desarrollo.
Objetivos
La actividad del orientador debe ser desempeñada en la escuela. Es una actividad compleja que abarca múltiples
tareas: asesoramiento, colaboración con los profesores en las actividades educativas del centro… estas tareas se
pueden sistematizar en torno a 6 objetivos principales:
1. La colaboración con todos los estamentos de la institución escolar, fundamentalmente con los profesores,
directores y padres para conseguir la mayor eficacia posible en la consecución de los objetivos educativos. Éste es el
objetivo primordial de la orientación educativa.
2. Un conocimiento completo de los alumnos, de sus características personales y sociales, de sus intereses,
capacidades, actitudes, motivos e intereses, de manera que le permita emitir un diagnóstico de sus cualidades
personales y de predecir sus posibilidades educativas y profesionales.
3. Ayudar a los alumnos a que tomen conciencia de sus características y de sus posibilidades intelectuales para que se
esfuercen por obtener un rendimiento escolar satisfactorio, un desarrollo constructivo de su personalidad y un ajuste
o adaptación escolar, familiar y social.
4. Identificar a los alumnos excepcionales para facilitar sus aprendizajes y cuando sea necesario, estudiar, diseñar y
desarrollar programas de intervención adaptados a sus necesidades.
5. Planificar, organizar y desarrollar programas de información y de orientación vocacional y profesional que ayuden a
los alumnos a decidir sobre los estudios, itinerarios formativos y profesiones en función de sus características y
cualidades personales.
6. Establecer y mantener relaciones e intercambios con otros centros educativos y de orientación para conseguir un
apoyo mutuo.
Funciones
a) Diagnóstico
La primera función del orientador es el diagnóstico, lo que implica una exploración completa de los escolares y de su
contexto con la finalidad de conocerlos para ayudarles a comprenderse a sí mismos y a resolver sus problemas y para
poder predecir sus posibilidades educativas. El contenido de ese diagnóstico puede ser más o menos amplio y más o
menos detallado, pudiendo abarcar cuatro áreas.
Del área biológica, aunque su función no es competencia del orientador, interesa conocer las disfunciones o
enfermedades que pueden afectar a su conducta y a su rendimiento.
Del área psicológica interesa conocer las características cognitivas y de personalidad del alumno.
Del área psicopedagógica interesa conocer la trayectoria escolar del alumno, su nivel de competencia curricular y los
contenidos o materias en los que encuentra dificultades de aprendizaje. También su dominio de las técnicas
instrumentales de aprendizaje (lectura, escritura y cálculo), sobre todo en los primeros años escolares, y el
conocimiento y uso que hace de las estrategias y de las técnicas de aprendizaje.
Y del área ambiental o contextual interesa también un conocimiento de su contexto escolar, familiar y social.
b) Asesoramiento
Tiene como objetivo ayudar al alumno a conocerse a sí mismo para facilitar su toma de decisiones. Esta función debe
abarcar tres dimensiones. La dimensión escolar debe ofrecer ayuda para aclarar o ampliar el conocimiento que el
alumno tiene de sí mismo, de sus características, posibilidades. para que de un modo consciente y responsable
desarrolle actitudes positivas hacia el estudio.
La dimensión vocacional y profesional debe asesorar sobre programas de orientación vocacional y profesional para
que puedan tomar decisiones sobre sus estudios y profesiones de acuerdo con sus características personales. Y la
dimensión personal debe ayudar a que los alumnos consigan un desarrollo constructivo, de su personalidad y un
ajuste o adaptación escolar, familiar y social.
En relación con la tercera dimensión, dos funciones del orientador que superan el marco del asesoramiento son
importantes. La primera es la atención individualizada cuando se presentan alumnos con problemas emocionales o
con necesidades educativas especiales. La segunda se refiere a la conveniencia de idear actividades o programas
orientados al desarrollo de actitudes y de habilidades comunicativas y de relación interpersonal y social para
favorecer su integración en sus ambientes habituales.
La función de asesoramiento del orientador consiste en ser un consejero, él ofrece ayuda, pero es el alumno quien
decide. Un factor clave está en la calidad de la interrelación personal entre el orientado y el orientador.
El orientador educativo
Cualidades y competencias
El orientador educativo ha de ser un especialista que necesita preparación y experiencia psicológica y educativa. No
está claro cuáles son los estudios previos que debe poseer, si especialista en psicología, pedagogía o psicopedagogía.
Tal vez la solución idónea pueda estar en que son los estudios de psicopedagogía los que teóricamente pudieran
constituir el punto de partida para el desempeño de las funciones de orientador. Además de los conocimientos
psicológicos y pedagógicos necesita conocer qué es el asesoramiento, y junto a ello se requiere alguna experiencia
previa.
Con respecto a los conocimientos y competencias para asumir las tareas con eficacia, Coll las agrupa en cuatro grupos:
1) un profundo conocimiento de todos los factores implicados en la planificación y desarrollo del proceso enseñanza–
aprendizaje,
4) ser un experto en la detección de los alumnos con necesidades educativas y en el tratamiento especializado de las
mismas
En cuanto a las cualidades, según Rogers el orientador debe reunir las siguientes:
4) debe tener una sólida preparación psicológica y una practica supervisada en la que haya habido oportunidad de
hacer una crítica detallada y una evaluación por parte de personas cualificadas.
La relación orientadora
La eficacia de la orientación depende de muchos factores. Tyler y Repetto destacan como punto clave de esa eficacia
la relación entre orientador y alumno. Ty- ler afirma que para asegurar la calidad de este encuentro, el orientador
debe actuar de acuerdo con tres principios. En primer lugar, debe sentir un interés sincero y au- téntico por cada
alumno, tal como éste es, que el alumno tenga la sensación de que se le atiende. Segundo, el alumno debe poder
confiar en el orientador y sentirse seguro de su colaboración siendo el elemento principal la confianza. Y tercero, debe
tener presente que la relación entre el orientador y el orientado es limitada en muchos aspectos.
Repetto señala que el factor central de la orientación es la relación que se establece entre orientador y orientado, y
concreta 3 cualidades actitudinales necesarias en el orientador. La congruencia significa la capacidad del orientador
para entrar en contacto directo con la persona, esto equivale a una actitud abierta y receptiva. La comprensión
empática consiste en ser capaz de sentir y comprender las experiencias internas del orientado. Y la aceptación
incondicional significa considerar y valorar al orientado como una persona, independientemente de su conducta
particular, con ausencia de juicios o de valoraciones.
Para el diagnóstico de las capacidades mentales pueden utilizarse desde las tradicionales pruebas psicométricas,
individuales y colectivas hasta las centradas en los procesos, en el potencial y en las estrategias de aprendizaje que en
las aptitudes.
Para el diagnóstico de los rasgos de personalidad, puede hacerse uso de las pruebas de personalidad, que nos
permiten obtener datos sobre distintas variables como la motivación, introversión, extroversión.
Toda la información obtenida debe ser organizada en fichas u hojas de registro acumulativo. Una observación
sumamente importante es que en determinados momentos nos encontraremos con un gran número de datos
numéricos. Pero estos datos no nos deben llevar a clasificaciones de los alumnos. García Yagüe dice que no se deben
utilizar los test y las estadísticas cuando hay que tomar decisiones graves ni se debe definir a los alumnos de manera
que pueda tener repercusiones sociales para ellos. Las aptitudes no son los únicos factores determinantes del
rendimiento y no deben ser la única base para la predicción del éxito o fracaso escolar ni para la elección de un tipo
de estudios.
No es fácil decir cómo se deben configurar los servicios de orientación, quienes los deben integrar y dónde se deben
ubicar. Los modelos que adoptan los distintos países son muy variados. En Dinamarca, Irlanda, Grecia y Portugal los
servicios de orientación tienden a estar dentro de los centros escolares. En Bélgica, Grecia e Italia están situados fuera
de la escuela. En los Países Bajos e Inglaterra tanto dentro como fuera de las instituciones escolares. En España
actualmente los servicios de orientación que atienden a los alumnos de enseñanza primaria están fuera de la escuela,
y los centros de secundaria tienen cada uno su departamento en el propio centro.
En nuestro país, los Servicios de Orientación Educativa no llegan a implantarse de una manera definitiva hasta 1977:
Servicios de orientación Escolar y Vocacional (SOEV): para los alumnos de primaria, constituidos como
servicios de carácter provincial.
Equipos multiprofesionales de Educación Especial: para atender solo a los alumnos con necesidades
educativas especiales.
En los años noventa, con la promulgación de la LOGSE, se crean los Equipos de Orientación Educativa y
Psicopedagógica para la educación infantil y primaria que actúan desde fuera del centro educativo y los
Departamentos de Orientación para la educación secundaria, que actúan desde su interior.
El equipo de orientación además de atender a los alumnos debe extender su acción a todo el proceso educativo de un
Centro, esto implica la colaboración en la redacción del Proyecto Educativo y de los Proyectos Curriculares y en el
asesoramiento a los profesores para facilitar el proceso de enseñanza–aprendizaje, la atención a la diversidad y la
prevención de problemas de aprendizajes la coordinación de la evaluación Psicopedagógica de los alumnos. Aún no se
ha llegado a una configuración estable de los Servicios de Orientación.
Un problema es el de quiénes deben integrar los servicios de orientación. Las soluciones serán distintas si el servicio
actúa desde dentro o desde fuera del centro escolar. Nuestro punto de vista es que deben estar ubicados e integrados
en los centros, lo que no excluye relaciones, intercambios y colaboraciones con otros servicios de orientación
partiendo pues de la perspectiva de que el servicio de orientación debe ser un departamento integrado en el centro
escolar.
http://psicocode.com/psicologia/orientacion-educativa/